“Si el Espíritu es una Persona divina, pero lo consideramos como una influencia impersonal, estamos robando a esta Persona divina la deferencia, el honor y el amor que le debemos”
Cuidado con los mensajes de texto con contenido sexual. “El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias” (Prov. 22:3).