Jacob era sensible a la voz de Dios. Pero los métodos usados por Jacob no fueron los correctos. El fin no justifica los medios, y Jacob sufrió los resultados de sus errores.
Cuando Dios nos hace una promesa, la cumple. Confiemos en Él, sabiendo que sus tiempos no son los nuestros.
Después de un tiempo de peregrinaje a través de Canaán, Dios decidió concretar su pacto con Abraham a través de varias visiones.
Cuando Dios pidió a Abraham que dejara su tierra y sus amigos, él mostró que tenía perfecta confianza en que Dios lo estaba guiando.
El diluvio supuso para la humanidad una segunda oportunidad de seguir y servir a Dios. Sin embargo, pronto comenzaron los problemas con Babel.
Lección 4 para el 23 de abril de 2022: El diluvio. Éste momento en la historia no es solo destrucción del mal, es una segunda oportunidad.
Lección 3 para el 16 de abril de 2022: Caín y su legado. Génesis 4 nos relata la historia del primer asesinato, y de la espiral del pecado.
Resumen de la Escuela Sabática. Lección 1 para el 2 de abril de 2022: La Creación. Hemos sido creados para vivir con Dios.
La única seguridad respecto a que permanezca nuestra salvación, es aferrarnos a la gracia de Dios, a través del sacrificio de Jesús.
El juicio es recibir una buena noticia. Es el momento en el que Jesús nos asegura un futuro glorioso a su lado, por la eternidad.
Cristo es el autor y el consumador de nuestra fe. Por eso, mantengamos la vista puesta en Él y sigamos adelante confiando en sus promesas.
El cielo es nuestra meta. Tenemos allá a nuestro representante. Sigamos en el camino, “como viendo al Invisible” (Heb. 11:27).
Jesús es el sacrificio perfecto. Él murió en nuestro lugar para reconciliarnos con el Padre y que podamos elegir vivir para siempre con Él.
Jesús no solamente es nuestro mejor amigo, maestro y salvador, también es el único y verdadero mediador entre Dios y la humanidad.
Pablo nos invita también hoy a no ser perezosos, sino a asirnos a la “firme ancla del alma” (Heb. 6:19), Jesús.
La Palabra de Dios te escubre al Sacerdote perfecto, a Jesús. “Porque tal sumo sacerdote nos convenía” (Heb. 7:26).
Aceptar a Dios como nuestro Creador y Redentor nos recuerda que él es nuestro dador de descanso, nuestro salvador y mejor amigo.
Siendo el Rey del Universo, Jesús se hizo hermano fiel de una raza esclavizada por el pecado. No se avergonzó de nosotros.
Jesús produjo, literalmente, un antes y un después en la historia de la humanidad. Él fue el “Hijo” prometido, nuestro Salvador.
¿Cuál es el mensaje de Hebreos? Jesús es el cumplimiento final de todas las promesas que Dios hizo en el A.T. y las realidades en el N.T.
La carta a los Hebreos no es una carta, es un sermón que, aunque cargado de enseñanzas teológicas, está lleno de aplicaciones prácticas.
Cuando ascendió la montaña, Moisés sabía que lo haría por última vez. No entraría en Canaán. ¿Qué podemos aprender nosotros de su experiencia?
Deuteronomio es citado, directa o indirectamente, en todo el N.T. Se usa como fuente autorizada que confirma una idea, doctrina o acción.
Moisés fue el primero en dejar por escrito la Palabra de Dios. Deuteronomio está en el resto del Antiguo Testamento.
Acuérdate: «No tenemos nada que temer por el futuro, excepto que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido».
Cuando te convirtieres con todo tu corazón tu vida comenzará a cambiar. Entrégate al Señor hoy y vive la experiencia de amistad con Dios.
Ante nosotros tenemos la vida y la muerte definitivas. Estamos aquí para escoger nuestro destino. Nuestro Padre suplica «¡escoge la vida!»
¿Cuál es la relación entre la Ley y la Gracia? ¿Podría el amor de Dios ser el nexo de unión entre ambas? ¿Vivimos bajo la Ley o la Gracia?
Porque ¿qué nación grande hay? ¿Puede la observancia de la Ley darnos renombre en este mundo? Revisemos lo ocurrido con el pueblo judío.
Deuteronomio nos habla del amor al prójimo, incluído extranjero. A menudo, se une al extranjero con el huérfano y con la viuda.
Amarás al Señor tu Dios. Un amor supremo hacia Dios y un amor abnegado hacia el otro, es el mejor don. No es un impulso, sino un principio.
El pacto perpetuo. Cuando el pecado entró en el mundo, Dios se comprometió en un Pacto de salvación con la humanidad. Una salvación eterna.
La lección de historia de Moisés, dada en el primer discurso de Deuteronomio, nos recuerda la manera en la que Dios es fiel con Su pueblo.
El preámbulo de Deuteronomio nos ayudará a comprender mejor el contexto en el que se desarrollaron los acontecimientos que este libro narra.
El descanso supremo. Alcanzaremos el supremo descanso en Cristo, tras Su Segunda Venida, pero… ¿podemos tener descanso aquí y ahora?
El profeta sin descanso. No puedes descansar completamente en Cristo cuando sabes que estás haciendo algo contrario a su voluntad.
Anhelo de más. Los autores del Nuevo Testamento presentan las historias registradas en el NT como símbolos de las realidades espirituales.
El descanso sabático es un don de Dios para quienes le aman y deciden obedecer sus mandamientos. Dios nos ama y nos regala lo mejor.
Si queremos vivir saludables física, mental, social y espiritualmente, debemos respetar los ritmos del descanso que Dios nos ha indicado.
Somos libres para descansar en Cristo. Dios está a nuestro lado, mirándonos con amor. Él conoce nuestros problemas y nos dará la solución.
El Señor puede ayudarnos a descansar en Él , y puede darnos éxito en las relaciones y la salud, del mismo modo que se lo dió a José.
¿Podemos hallar descanso en los lazos familiares? ¿Cómo podemos mejorarlos a la luz de la Biblia? ¿Qué aprendemos de la historia de José?
Venid a Mí. Vale la pena analizar detenidamente cada uno de los textos para comprender cuán abarcante es el descanso que Jesús nos ofrece.
El costo del descanso es el arrepentimiento, la restauración. La clave de nuestra relación con Jesús está en la confianza. Confiemos en Él.
Las raíces del descontento. Al enfocar nuestros pensamientos en la preciosa promesa, las vicisitudes de esta vida pasan a un segundo plano.
Podemos escoger entre vivir sin descanso y rebeldes, o aprender a descansar en Cristo, obedientes y fieles. Ojalá seamos sabios eligiendo.
Vivir en una sociedad 24-7, que trabaja veinticuatro horas al día siete días a la semana es un auténtico reto. ¿Podemos hallar descanso?
A medida que andamos con Jesús en esta vida, podemos estar llenos de su amor, satisfechos con su presencia. Es parte del Nuevo Pacto.
Todo el pacto se basa en las seguras promesas de Dios. Cuando por la fe nos aferramos a ellas, y las reclamamos, transforman nuestra vida.
No podemos ver a nuestro Mediador con los ojos naturales, pero mediante la fe vemos a Cristo frente al propiciatorio.
Aunque este pacto fue hecho con Adán, y se renovó con Abraham, cuando Cristo lo ratificó fue llamado el nuevo pacto.
El sábado es más que una mera porción de tiempo; es la promesa de una relación rica y significativa con Dios.
Cuando hablamos del Pacto Eterno, hablamos de una relación perdurable en el tiempo. Para eso es necesario establecer normas y límites.
Si os entregáis a Cristo, el salvador, su carácter reemplazará al vuestro y seréis aceptados por Dios como si no hubierais pecado.
Si hemos de llegar a poseer la herencia celestial, debemos entrar en una relación de pacto con Dios. Ser distintos en carácter y prácticas.
Los hijos de Dios son sus representantes en la tierra y él quiere que sean luces en medio de las tinieblas morales de este mundo.
Si la ley está escrita en el corazón, ¿no modelará la vida? La obediencia, que se rinde por amor, es la verdadera prueba del discipulado.
Como testigos de Dios, tenemos un mensaje que llevar a todo el mundo. El Señor tiene muchos hijos que nunca escucharon la verdad para este tiempo.
¿En qué se diferenciaba el nuevo pacto? ¿Por qué se asemeja el pacto al matrimonio? ¿Qué diferencias hay? ¿Qué similitudes?
¿Qué ocurrió en el principio? ¿Por qué Dios creó al ser humano como lo hizo? ¿Mintió la serpiente? ¿Hay alguna solución?
Estamos entre las sombras de las actividades de la Tierra; pero pronto aparecerá nuestro Salvador para traer liberación y descanso.
Es nuestro privilegio abrir nuestros corazones y permitir que entre el Salvador. Alabémoslo por el resplandor de su presencia.
La Salvación es un don gratuíto. La obtenemos por una obediencia voluntaria, entregándonos a Cristo como su propia posesión comprada.
Jesús, se ofreció voluntariamente para expiar nuestro pecado. Él murió para que nosotros no tuviésemos que sufrir la muerte eterna.
Servir y Salvar. Cuando hayamos nacido de lo alto, habrá en nosotros el mismo sentir que hubo en Jesús.
“Consolaos, consolaos, pueblo mío” fue la recomendación de Dios a los creyentes, transmitida por Isaías, a través de los siglos.
En los días aciagos tengamos fe en Dios, quien lleva adelante sus designios y hace bien todas las cosas en favor de su pueblo.
El transcurso de la historia parece depender de la voluntad de los hombres, pero al final se cumplen los designios y la voluntad de Dios.
“Cristo es el “Príncipe de paz”, y su misión es devolver al cielo y a la tierra la paz destruida por el pecado.
Necesitamos situarnos del lado de Dios y desechar nuestros ídolos, sean cuales sean. Alejémonos del espiritismo, la magia y la Nueva Era.
Más allá de su cumplimiento inmediato o futuro, ésta es una profecía universal: Dios está con nosotros, aún cuando tengamos que pasar por situaciones difíciles.
A todo aquel que llega a ser partícipe de su gracia, el Señor le señala una obra que hacer en favor de los demás.
Debemos dar a Dios todo el corazón, para que se realice el cambio por el cual hemos de ser transformados conforme a la semejanza divina.
Cuando seamos resucitados por Jesús comenzaremos una nueva y apasionante etapa educativa: la escuela del más allá.
Cada sábado, se leía e interpretaba la Ley en las sinagogas. Se buscaba un conocimiento más profundo de la voluntad de Dios.
Adán no podía ser feliz sin ocupación. El Creador sabía lo que le convenía para ser feliz; y tan pronto como lo creó le asignó su trabajo.
El arte y la ciencia verdaderos nos conectan con el Creador y no contienen nada contrario a la Palabra de Dios, porque tienen el mismo Autor.
La razón de ser de cada iglesia, sea grande o pequeña, es aprender de Jesús y compartirlo. De esta forma, cada iglesia es un centro educativo.
La obra de la redención debía restaurar en el hombre la imagen de su Hacedor. Este es el objetivo de la educación, el gran propósito de la vida.
A Dios le importa qué adoramos, cómo adoramos y por qué adoramos. Por tanto, es importante conocer los fundamentos de la verdadera adoración.
“Cuando el enemigo os diga que el Señor os ha abandonado, decidle que sabéis que no lo ha hecho, pues declara: “No te desampararé, ni te dejaré”. Hebreos 13:5.
Tierno, compasivo, lleno de simpatía, considerado, Cristo representó el carácter de Dios y se consagró al servicio de Dios y del hombre.
En la cosmovisión atea, el sentido de moralidad es relativo. Por tanto, las decisiones morales también son relativas.
La prosperidad temporal y espiritual han sido prometidas a condición de que se obedezca la ley de Dios. La obediencia es nuestra felicidad.
Niños y jóvenes tendrán a Dios como su maestro y guía gracias al ejemplo de sus padres, y a la influencia de los cultos en familia.
Hoy tenemos la oportunidad de aprender del error de Adán y Eva para poder beneficiarnos de la educación de nuestro Maestro y Salvador.
Después de descender el Espíritu Santo, cuando los discípulos salieron a proclamar al Salvador, su único deseo era la salvación de las almas.
Los tres ángeles de Apocalipsis 14 representan a aquellos que aceptan la luz de los mensajes de Dios, y salen como agentes suyos a predicar.
Al darme cuenta de lo que Cristo ha hecho por mí, estaré dispuesto a compartir con otros las maravillas que Jesús ha hecho por mí y en mí.
«La bendición del Señor descenderá sobre los miembros de la iglesia que participan en la obra y cada día se reúnen en pequeños grupos para orar por su éxito».
El ser bondadoso con los ingratos y los malos, el hacer lo bueno sin esperar recompensa, es la señal con la que los hijos del Altísimo revelan su vocación.
Debemos revelar tiernamente a otros la gracia de Cristo que nos ha sido manifestada. El alma se llenará de una gran ternura y compasión por los demás.
Pidamos a Dios que nos muestre nuestros dones y en qué áreas podemos usarlos. No importa tanto cuántos dones tenemos sino qué hacemos con los que tenemos.
Confiando en la eficiencia del Espíritu Santo, hemos de testificar de la misericordia, la bondad y el amor de un Salvador crucificado y resucitado.
Nuestro gran Sumo Sacerdote coloca su justicia de parte del sincero suplicante, y la oración de Cristo se une con la del ser humano que ruega.
Si seguimos los pasos de Jesús, hemos de hacer lo que él hizo. Debemos brindar a los hombres la misma ayuda que Él les extendía.
El gozo de la salvación nos lleva a aprovechar toda oportunidad para compartir el mensaje con aquellos que aún no lo conocen.
Todos los que han gustado “la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero” (Heb.6:5) tienen trabajo en sus propios hogares y entre los vecinos.
Los siervos de Cristo deben testificar por su Jefe con el poder del Espíritu Santo. El intenso deseo de salvar a otros debe caracterizarles.