Estoy subiendo en el ascensor de mi hotel hasta la planta 17 con una pareja de Zimbabue. No tienen nada que los identifique como adventistas, pero sé que lo son.
ESPIRITUAL
En el precioso Nombre de Jesús, llamo a mis hermanos y hermanas a salir de Babilonia y dejar atrás la confusión.
Tenemos una nueva oportunidad de colaborar en la abundancia que todavía la providencia nos permite vivir antes que vengan los días malos.
Querida iglesia: amar lo es todo, pero el amor no debe justificar las actitudes que contradicen la Palabra de Dios.
Jesús estableció que la razón por la que el mundo conocerá que somos sus discípulos es si tenemos amor los unos por los otros.
La religión de Cristo se mide por el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Tener la mente de Cristo implica vivir una fe poderosa en el Espíritu y no una religión formal basada en la sabiduría humana.
Frente a la confusión, el desorden, etc. Pablo levanta, una vez más, a Jesús. Ante los desafíos hoy, debemos seguir la misma estrategia.
Todos tenemos un pasado de ignorancia del que vamos saliendo a medida que la luz de la verdad resplandece en nuestros corazones.
Todos estamos de paso. Somos, como todos los que han creído, «extranjeros y peregrinos sobre la tierra» (Hebreos 11:13).
La vida eterna es una decisión que podemos tomar aquí y ahora. Justo antes que acabe el año. Un propósito de año nuevo con consecuencias eternas.
La señal de la presencia de Dios en el creyente es este proceso de perfeccionamiento del amor de Dios mediante la fidelidad a la Palabra.
Frente a interpretaciones humanas, la palabra profética. Ante desvaríos varios, la sana doctrina. Frente a sensacionalismos: “así dice Jehová”.
Seamos el cuerpo de Cristo, transformémonos pareciéndonos a Él y amando como Él nos enseñó. Vivamos el evangelio y seamos Sus instrumentos.
Pase lo que pase, recordemos quién es nuestro Dios. Todo está bajo su control. Nuestro Dios es “el Dios que ve” (Gn.16:13).
Imagino la sonrisa del Señor cuando nos diga: “Ya os lo había dicho”. Y la sonrisa de los redimidos cuando digamos: “Menos mal que nos lo habías dicho”.
Salir de la ciudad forma parte del diálogo adventista. Pero no de cualquier manera, ni con urgencia. Dios marcará el momento y el camino a seguir.
Si la salvación depende de creer, el ser prosperado (crecer) en la vida espiritual depende de lo atento que estemos a “toda palabra que sale de la boca de Dios”
Cuando me ataquen, o cuestionen mis creencias y opiniones, responderé con la mansedumbre de Cristo si Él mora, por fe, en mi corazón.
En este nuevo año, permite que que el Espíritu Santo reproduzca en ti el carácter lleno de amor de Jesús, y disfruta de Su presencia cada día.
«Jesús es el centro viviente de todo. Ponga a Cristo en cada sermón. Sean tratadas la preciosa misericordia y la gloria de Jesucristo».
“El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. Todo declara, en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor”.