Hay teologías que no dejan de ser «nubes sin agua». «Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras dichas por los apóstoles…».
El verano se ha acabado, pero el año sigue. Es hora de pedirle a Dios que me ayude a ser iglesia, ofreciendo refugio a quienes necesitan paz.
«¡A la ley y al testimonio!» (Isaías 8: 20). Estudiemos la Biblia. Aunque estemos rodeados por la mentira, la verdad prevalecerá.
Aquel día de preparación fue dramáticamente único en la historia de la humanidad. Más allá de la religión, aquel día se sellaría la redención.
Cuando nos encontramos realmente con Jesús sentimos el fuego por compartirle y, como Pablo, pasamos de ser fariseos a instrumentos de gracia.
Junto a los que viajan conmigo a Jerusalén, quiero preparar mi corazón para: «estudiar y cumplir la ley del Señor. Y entonces, enseñar a Israel».
Podemos desearnos un feliz año, pero solo será feliz, pase lo que pase, si priorizamos bien. Si ponemos a Dios en primer lugar.
Después de la matutina, dedicamos la mañana del lunes a los informes de tesorería y auditoria de la Conferencia General.
«Es el momento de trabajar juntos como líderes, para reenfocarnos en nuestra misión y en nuestros misioneros».
Desde Silver Springs, Maryland, me propongo resumir y compartir lo vivido desde el viernes en el programa presentado en la Conferencia General.
Consejo de fin de año de la Conferencia General 2022: «Nuestro llamado es a ser la voz de Dios, no el eco de la cultura».
Es importante que los adventistas podamos participar de ésta encuesta sobre libertad religiosa en el entorno laboral.
En el precioso Nombre de Jesús, llamo a mis hermanos y hermanas a salir de Babilonia y dejar atrás la confusión.
Tenemos una nueva oportunidad de colaborar en la abundancia que todavía la providencia nos permite vivir antes que vengan los días malos.
Conovatoria de la XXI Asamblea Ordinaria, que tendrá lugar en la Iglesia Adventista de Torrejón de Ardoz, del 13 al 17 de abril 2022.
Querida iglesia: amar lo es todo, pero el amor no debe justificar las actitudes que contradicen la Palabra de Dios.
Jesús estableció que la razón por la que el mundo conocerá que somos sus discípulos es si tenemos amor los unos por los otros.
La religión de Cristo se mide por el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Tener la mente de Cristo implica vivir una fe poderosa en el Espíritu y no una religión formal basada en la sabiduría humana.
Frente a la confusión, el desorden, etc. Pablo levanta, una vez más, a Jesús. Ante los desafíos hoy, debemos seguir la misma estrategia.
Todos tenemos un pasado de ignorancia del que vamos saliendo a medida que la luz de la verdad resplandece en nuestros corazones.
Todos estamos de paso. Somos, como todos los que han creído, “extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (Hebreos 11:13).
La vida eterna es una decisión que podemos tomar aquí y ahora. Justo antes que acabe el año. Un propósito de año nuevo con consecuencias eternas.
La señal de la presencia de Dios en el creyente es este proceso de perfeccionamiento del amor de Dios mediante la fidelidad a la Palabra.
Frente a interpretaciones humanas, la palabra profética. Ante desvaríos varios, la sana doctrina. Frente a sensacionalismos: “así dice Jehová”.
Protocolo, plan de acción y recomendaciones de los departamentos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Seamos el cuerpo de Cristo, transformémonos pareciéndonos a Él y amando como Él nos enseñó. Vivamos el evangelio y seamos Sus instrumentos.
Pase lo que pase, recordemos quién es nuestro Dios. Todo está bajo su control. Nuestro Dios es “el Dios que ve” (Gn.16:13).
En esto creemos es el título de este programa especial online de AIALE que comenzará esta tarde, a las 19.45h. y continuará el sábado a las 11.30h.
Imagino la sonrisa del Señor cuando nos diga: “Ya os lo había dicho”. Y la sonrisa de los redimidos cuando digamos: “Menos mal que nos lo habías dicho”.
Salir de la ciudad forma parte del diálogo adventista. Pero no de cualquier manera, ni con urgencia. Dios marcará el momento y el camino a seguir.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día se suma a las muestras de respeto y solidaridad, que se sucederán a lo largo de los diez días que dure el luto oficial.
Somos hijos en la medida en la que amamos a los hermanos. La transformación del carácter se evidencia en nuestra forma de tratar a los demás.
En todo momento recomendamos paciencia, prudencia y sabiduría; no arriesgaremos la salud de nadie por abrir el templo de forma precipitada.
Si la salvación depende de creer, el ser prosperado (crecer) en la vida espiritual depende de lo atento que estemos a “toda palabra que sale de la boca de Dios”
Es cierto, hay enemigos poderosos ahí fuera. ¿Cuál es tu reacción? ¿Te desesperas o confías? ¿Crees en Dios a pesar de las circunstancias o según las circunstancias?
Quiero invitar a la iglesia a seguir orando por aquellos hermanos que, a día de hoy, están en los hospitales luchando por sobrevivir al virus.
Voto tomado el 19 de marzo de 2020 en el Consejo Ejecutivo de la Conferencia General en relación al cambio de fecha de la Asamblea Mundial.
A todos vosotros, queridos hermanos, os abrazamos en el Señor sabiendo que de esta experiencia saldremos más fuertes y más unidos los unos a los otros.
Nuestra iglesia vuelve, temporalmente, a la época de la Iglesia del Hogar, cuando las familias celebraban los cultos y la adoración a Dios en sus casas.
Aplazado hasta 2021. En los próximos días comenzaremos el proceso de devolución de las entradas y se informará por correo electrónico a cada inscrito.
Actuemos prudentemente, sin pánico ni angustia, pero también sin osadía ni presunción, dando buen ejemplo de responsabilidad cristiana como guardas, cada uno, de nuestros hermanos y hermanas.
Cuando me ataquen, o cuestionen mis creencias y opiniones, responderé con la mansedumbre de Cristo si Él mora, por fe, en mi corazón.
Este Congreso Nacional Adventista será un encuentro intergeneracional memorable. Recuerda que hasta el 16 de febrero el precio de la entrada es especial. ¡Aprovecha! ¡No puede faltar nadie!
Este Congreso Nacional Adventista será un encuentro intergeneracional en el que unir nuestras historias a la de Jesús, nuestro hilo vital.
En este nuevo año, permite que que el Espíritu Santo reproduzca en ti el carácter lleno de amor de Jesús, y disfruta de Su presencia cada día.
“Jesús es el centro viviente de todo. Ponga a Cristo en cada sermón. Sean tratadas la preciosa misericordia y la gloria de Jesucristo”.
“El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. Todo declara, en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor”.
Durante los mil años que transcurrirán entre la primera resurrección y la segunda, los justos verificarán el juicio de los impíos. También Satanás y los ángeles malos son juzgados por Cristo y su pueblo.
La Segunda Venida de Cristo es el día de la liberación. Las tumbas no pueden retener a aquellos que durmieron en Jesús. Su voz poderosa los despierta y los llama de nuevo a la existencia.
Aunque el tiempo de angustia será una prueba terrible para el pueblo de Dios, será el momento de mirar hacia arriba a fin de que, por la fe, podamos ver el arco de la promesa que nos envuelve.
El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios.
“Solo los que hayan fortalecido su espíritu con las verdades de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto”. Hemos sido llamados a sostener “la Biblia y la Biblia sola, como piedra de toque de todas las doctrinas y base de todas las reformas”.
Plagas y desastres sacudirán la tierra, y culparán a los que sean fieles a la verdad bíblica. Se dirá que ofenden a Dios al violar el descanso dominical.
Pronto veremos y palparemos los propósitos del romanismo. Cualquiera que crea u obedezca a la Palabra de Dios incurrirá en oprobio y persecución.
El engaño satánico a través del espiritismo será terrible. Todos aquellos cuya fe no esté firmemente cimentada en la Palabra de Dios serán confundidos y vencidos.
La presentación del pastor secretario de la Conferencia General, GT Ng, titulada “Not for sale”, (No a la venta) nos recordó que hemos sido llamados a servir y no a ser servidos.
Cristo murió en nuestro lugar, pagó el precio de nuestro rescate. Es un regalo divino que permitirá que algún día podamos reunirnos con aquellos que ya no están.
“Nadie que no ore puede estar seguro un solo día o una sola hora. Debemos, sobre todo, pedir al Señor que nos dé sabiduría para comprender su Palabra”.
Quienes niegan la existencia de Satanás corren mayor peligro de caer bajo su influencia. Los que siguen a Cristo están siempre seguros bajo su protección.
“El hecho de que Cristo venció debería inspirar valor a sus discípulos para sostener denodadamente la lucha contra el pecado y Satanás”.
Cristo ya ha vencido al mal en la cruz, vindicando el verdadero carácter de amor y justicia de Dios. Cuando Cristo vuelva acabará con el sufrimiento y el mal definitivamente.
La intercesión de Cristo por el hombre, en el santuario celestial, es tan esencial para el plan de la salvación como lo fue su muerte en la cruz.
Para que exista una verdadera conversión, una transformación del carácter a imagen del de Cristo, debe haber arrepentimiento, obediencia y santificación.
Ningún período profético se extiende hasta el segundo advenimiento. El tiempo exacto de este acontecimiento no está predicho. No podemos poner fecha.
Solo hay dos grupos: los que deciden tomarse en serio a Dios, obedecen Sus mandamientos y tienen la fe de Jesús, y los escogen las tradiciones humanas. Cada elección tendrá su consecuencia eterna.
Tu futuro depende de la decisión que tomes hoy. Dios quiere perdonarte. Él puede transformarte, si tu le dejas. Y lo hará porque te ama.
En 1844 Jesús pasó al lugar santísimo del santuario celestial. Allí comenzó la purificación del santuario (investigación y juicio). Cuando termine, vendrá por 2º vez.
“No se había producido el acontecimiento esperado, pero esto pudo conmover su fe en la Palabra de Dios. Buscaron consuelo en las profecías, y lo encontraron”.
Es triste que los hombres se empeñen en conservar las formas religiosas sin que éstas tengan piedad vital. Necesitamos vivir con JC para que nos transforme.
A pesar del gran chasco, Dios no los abandonó. Permitió que esto ocurriera para provocar un reavivamiento, necesario, en la esperanza de la Segunda Venida.
Sus errores los llevaron a sendos desengaños, sin embargo, Dios cumplió su propósito misericordioso permitiendo que el juicio fuese proclamado.
Aunque Miller creyó equivocadamente que la purificación del santuario era la tierra, y puso fecha a la 2º Venida, la esperanza fue necesariamente reavivada.
La Palabra de Dios nos exhorta a despertar. La mayoría de las profecías y señales ya se han cumplido. Vivamos y proclamemos el Evangelio. Cristo viene.
La persecución llevó a los puritanos a América. Sin embargo, estos reformadores llevaron consigo la intolerancia religiosa hasta que apareció W. Rogers.
El papado y la Revolución Francesa quisieron acabar con la Biblia y con sus seguidores, pero la Palabra de Dios “permanece para siempre”.
Tyndale tradujo la Biblia al inglés en en una Inglaterra que sería reformada, pero que perdería de vista la enseñanza de la justificación por la fe.
En los países del norte el evangelio halló pacífica entrada. Los reformadores no eran ruidosos, sectarios o indoctos. Conocían bien la palabra de Dios.
Quienes murieron por la Inquisición en España, dan fe de las dificultades de nuestros antepasados para vivir una fe que nosotros disfrutamos libremente.
¿Te está ayudando el paso por esta vida, y sus pruebas, a aprender que “no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”?
El impacto del Evangelio en la ciudadanía ocasionó que las hogueras se encendieran en Francia como medio disuasorio contra los simpatizantes de la Reforma.
La protesta de Spira fue testimonio contra la intolerancia religiosa, y una afirmación del derecho de adorar a Dios según la propia conciencia.
De entre los amigos de la Reforma habían surgido fanáticos que engañaban al pueblo y Lutero decidió hacerles frente predicando con poder la Palabra de Dios.
Zwinglio predicaba a los fieles la suficiencia del sacrificio de Cristo y la necesidad de la fe en él como único remedio para el pecado.
A pesar del peligro, Lutero acudió a Worms para defender su posición. Defendió la verdad de la Biblia y la tradujo al alemán.
Lutero condenaba las lucrativas indulgencias, por eso los romanistas condenaban su mensaje a favor de la gracia divina como único medio de salvación.
Juan Hus y Jerónimo levantaron las verdades bíblicas en una sociedad donde reinaban los peores vicios, porque la Biblia había sido prohibida.
Wiclef dirigió las mentes del pueblo hacia las verdades bíblicas y tradujo la Biblia al inglés. Se estaba preparando el camino para la Reforma.
A lo largo de la historia ha habido cristianos sinceros, como los valdenses, quienes defendieron su fe en Cristo, único mediador entre Dios y los hombres.
El poder papal quiso cambiar la Ley de Dios, pero Jesús afirmó que “ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mt.5:18)
Este segundo capítulo del Conflicto de los Siglos nos hace reflexionar ¿Será que no hay persecución precisamente porque no hay fidelidad?
La destrucción de Jerusalén es una advertencia. Lo que pasó en aquella ciudad no sea más que un “pálido reflejo de lo que le espera a este mundo”.
Atrévete a vivir, junto al pastor Oscar López, la revitalizante experiencia de leer el libro El Conflicto de los Siglos, de Elena G. White, a partir del 23 de septiembre.
Llega septiembre, y estamos un poco más cerca del regreso del Señor. Por eso, te propongo que leamos juntos el libro del Conflicto de los Siglos. ¿Te animas?
A partir del 1 hasta el 30 de agosto los no delegados tendrán la opción de inscribirse en las plazas que hayan quedado vacantes.
“Haré cuanto esté en mi mano por cuidar el planeta al que llamo hogar. Te invito a hacer lo mismo mientras te recuerdo que el que lo creó, lo restaurará”.
Cualquiera que, llamándose cristiano, falte el respeto al prójimo por defender una ideología ha de reconsiderar seriamente a qué reino pertenece.