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Escucha este resumen del capítulo 37 de EL CONFLICTO DE LOS SIGLOS en el podcast de nuestro canal de Youtube o en Spotify. También puedes descargar este resumen en PDF: CS37

La incredulidad domina al mundo

El conflicto que se inició en el cielo vive sus últimos capítulos en la tierra. Por un lado, las leyes de los hombres y por otro los mandatos de Dios. La religión de la Biblia o la religión de las fábulas y de la tradición. Una batalla entre la verdad y el error en el que la Biblia tiene un papel fundamental. Este libro que ha llegado hasta nosotros a costa de mucho padecimiento no es apreciado debidamente. Aunque está al alcance de todos, pocos son los que se toman en serio su contenido. La incredulidad domina al mundo y tristemente también a la iglesia. Muchos que se creen maestros dudan de puntos que la Biblia presenta. Dudan de “la creación, la caída del hombre, la expiación y el carácter perpetuo de la ley de Dios”.

Se ve como una prueba de madurez y sofisticación intelectual el dudar de la Biblia y eliminar sus verdades más importantes. Se enseña desde los púlpitos de iglesias cristianas que la ley ha sido abrogada o cambiada. Además, los que optan por obedecer sus requerimientos son considerados como fanáticos. Pero pisotear la ley implica negar la autoridad del Legislador. Rechazar la verdad bíblica implica rechazar a Aquel que es la Verdad. Decir que la ley de Dios ya no es de carácter obligatorio tiene consecuencias graves. Como dice Elena White: “Cuando se echa a un lado la norma de justicia, queda abierto el camino para que el príncipe del mal establezca su poder en la tierra”.

El mundo actual tiene su fundamento en la ley de Dios

Se enseña que la ley fue abolida en la cruz, pero pensemos en las consecuencias que tendría este hecho. La ley nos protege contra las prácticas deshonestas, la codicia, la mentira y el fraude. Protege la propiedad de tal forma que el más fuerte no se haga con lo que posee el más débil. Protege la vida y garantiza la sacralidad del matrimonio. Si no fuera por la ley, el que lo desease, podría tomar la mujer de su vecino. Los hijos no vacilarían en atentar contra la vida de sus padres, si al hacerlo pudiesen satisfacer los deseos de sus corruptos corazones.

El mundo civilizado tal y como lo conocemos tiene su fundamento en la ley de Dios. Vivimos en un mundo debilitado moralmente donde “licencia, la disipación y la corrupción nos invaden como ola abrumadora”. Incluso en los hogares de los que pretenden ser cristianos se puede ver “la envidia, las sospechas, la hipocresía, la frialdad, la rivalidad, las disputas, las traiciones y el desenfreno de los apetitos”. Vicios, maldad, injusticia, corrupción y escándalos de todo tipo forman el día a día de las noticias a la que estamos expuestos sin que nada parezca poder remediarlo.

El peligro de la difusión de doctrinas no bíblicas

Ahora que Satanás no puede gobernar al mundo negándole las Escrituras, recurre a otros medios para alcanzar el mismo objeto. Destruir la fe en la Biblia responde tan bien a sus designios como destruir la Biblia misma”. La difusión de doctrinas no bíblicas como la inmortalidad del alma y la consiguiente enseñanza de los tormentos eternos ha inducido a muchos a dudar de la Biblia. Otros dicen que la ley está vigente en todos los puntos excepto uno: el del sábado. Curioso que se diga que el único mandamiento que está abolido es aquel que la mayoría no está dispuesta a cumplir. Aquel que en contra de lo que tradicionalmente han hecho.

La transgresión del sábado

Los que transgreden el mandato bíblico de guardar el sábado llegan a afirmar, paradójicamente, que los males que se van generalizando más y más son resultado de violar el “así llamado ‘día del Señor’ (domingo). Afirman que, si se hiciese obligatoria la observancia de este día, mejoraría en gran manera la moralidad social”.

Esta verdad es particularmente significativa en Estados Unidos, país en el que se ha predicado la doctrina del sábado con más amplitud que en ninguna otra parte. El peligro de esta situación es que muchas de las iglesias que predican la santidad del domingo son, en su mayoría, lugares en los que se viven muchos de los principios del Evangelio. Elena White advierte de la estrategia de Satanás de mezclar el error con una porción suficiente de verdad como para que tome con menos recelo el error. Ella escribe: “Podemos encubrir un veneno mezclándolo con un alimento sano, pero no por eso cambiamos su naturaleza

Triple alianza: Espiritusmo, romanismo y protestantismo

La advertencia que voy a leer a continuación es trascendental: “Merced a los dos errores capitales, el de la inmortalidad del alma y el de la santidad del domingo, Satanás prenderá a los hombres en sus redes. Mientras aquel forma la base del espiritismo, este crea un lazo de simpatía con Roma.

Los protestantes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las manos a través de un doble abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese país marchará en las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la conciencia.

En la medida que el espiritismo imita más de cerca al cristianismo tiene mayor poder para engañar y seducir. Milagros, sanidad y prodigios innegables serán mostrados como evidencia de la manifestación del poder divino sin que necesariamente tengan ese origen divino. Quizás no lo podamos ver, pero la Biblia nos dice que estamos en un conflicto entre el bien y el mal. Jesús nos quiere salvar y Satanás está empeñado en arrojar a sus víctimas a la eternidad.

Satanás producirá enfermedades y desastres

Es Dios quien protege a sus criaturas y las guarda del poder del destructor que está listo para emplear su poder en cuanto Dios se lo permita. “El mundo cristiano ha manifestado su menosprecio de la ley de Jehová, y el Señor hará exactamente lo que declaró que haría: alejará sus bendiciones de la tierra y retirará su cuidado protector de sobre los que se rebelan contra su ley y que enseñan y obligan a los demás a hacer lo mismo”. Se nos dice que la “línea de separación entre los que profesan ser cristianos y los impíos es actualmente apenas perceptible. Los miembros de las iglesias aman lo que el mundo ama”.  

Al par que se hace pasar ante los hijos de los hombres como un gran médico que puede curar todas sus enfermedades, Satanás producirá enfermedades y desastres al punto que ciudades populosas sean reducidas a ruinas y desolación. Ahora mismo está obrando. Ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi maduras y a ello siguen la hambruna y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia.

Plagas sobre hombres y animales por traspasar la ley

Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas. La destrucción caerá sobre hombres y animales. “La tierra se pone de luto y se marchita”, “desfallece la gente encumbrada de la tierra. La tierra también es profanada bajo sus habitantes; porque traspasaron la ley, cambiaron el estatuto, y quebrantaron el pacto eterno” (Is.24:4-5)

El lenguaje es claro. Plagas y desastres sacudirán la tierra y lamentablemente se acabará culpando a los que se mantienen fieles a la verdad bíblica como causantes de esos males. Se dirá que los hombres ofenden a Dios al violar el descanso dominical. Se nos dice que habrá manifestaciones sobrenaturales de espíritus que “lamentarán la gran maldad existente en el mundo y apoyarán el testimonio de los ministros de la religión en el sentido de que la degradación moral se debe a la profanación del domingo”.

Cristianos que pretenden formar la iglesia de Dios mientras anuncian que la ley divina ha sido mudada y denuncian a los que son fieles como malhechores. Por medio de las autoridades religiosas y civiles, se buscará dominar las conciencias de los hombres.

Los que honran el sábado bíblico serán perseguidos

Los que honran el sábado de la Biblia serán denunciados como enemigos de la ley y del orden, como quebrantadores de las restricciones morales de la sociedad, y por lo tanto causantes de anarquía y corrupción que atraen sobre la tierra los altos juicios de Dios”. Al haberse aprobado ciertas leyes, se acusará a los que no quieran someterse a ellas de deslealtad hacia el gobierno mientras que desde los púlpitos se animará a “obedecer a las autoridades civiles porque fueron instituidas por Dios”.

Se nos dice que “a medida que las iglesias protestantes rechacen los argumentos claros de la Biblia en defensa de la ley de Dios, desearán imponer silencio a aquellos cuya fe no pueden rebatir con la Biblia. Aunque se nieguen a verlo, el hecho es que están asumiendo actualmente una actitud que dará por resultado la persecución de los que se niegan en conciencia a hacer lo que el resto del mundo cristiano está haciendo y a reconocer los asertos hechos en favor del día de reposo papal”.

El tema compartido en este capítulo no está lejos de cumplirse. Hoy seguimos gozando en la mayoría del planeta de una libertad religiosa que fue conseguida con mucho sufrimiento, pero el tiempo de esta profecía llegará pronto y se nos da la advertencia para que nos preparemos. Al igual que en los tiempos bíblicos, mis queridos hermanos, ante la dificultad, propongamos en nuestro corazón seguir siendo fieles. Dios os bendiga.

Autor: Óscar López. Presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España. 

Revista Adventista de España