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Un año más. Un año menos.

La vida continua y el cumplimiento de la promesa se acerca. El planeta sigue girando y solo Dios sabe cuánto le queda por girar a un mundo que cada vez está más enfermo y necesitado.

Al cerrar el año hacemos evaluación de lo que hemos vivido. Ha habido triunfos y fracasos. Victorias y derrotas. Alegrías y tristezas. En esto consiste vivir: en saber llevar los momentos complicados y disfrutar de esos momentos felices, aunque sean efímeros.

Siempre con la mirada en lo que vendrá, caminamos con los pies en la tierra. No estamos donde quisiéramos estar, pero no dejamos de caminar hacia adelante. En lo bueno y en lo malo, sobre todo en lo malo, descubrimos con pasión que solamente en Dios encuentra descanso el alma (Salmo 62:1).

Dios es el que hace descansar. El que da consuelo al alma. El que guía por el camino justo y el que está con nosotros, aunque andemos por el valle de sombra de muerte. Es el verdadero pastor y con él, nada nos faltará (Salmo 23).

Mucho se ha dicho y se ha escrito acerca de Dios. Por mucho que se escriba, la mayor parte de lo que es Dios todavía está, para nosotros, por descubrir. Juan fue brillante cuando, inspirado por el Espíritu Santo, afirmó categóricamente que Dios es amor (1 Juan 4:8, 16).

¿Quién es Dios para ti?

Al gran poeta bíblico, el dulce cantor de Israel, se le amontonaron las palabras al proclamar quién era Dios para él. David afirmó que Jehová, al que amaba, es su fortaleza, su roca, su castillo y su libertador. Es su escudo, su apoyo y redentor. Él es fuerte, valiente y poderoso. El Eterno es bueno, recto y verdadero, cuyo favor dura toda la vida. Un Dios que ve, que está atento y que vive cerca de los que le buscan.

David dice que Dios es el que lo reviste de poder, hace perfecto su camino, lo afirma sobre las alturas, adiestra sus manos y lo sustenta con su diestra. Es el que sostiene en el dolor y libra del día malo. Quien reina y el único que debe ser alabado. Es el Creador, dueño de todo y siempre misericordioso. Excelso, pero cercano. Formidable y de grandeza insondable.

Toda una vida para descubrir quién es Dios, para el que escribe estas palabras y para quienes las vayan a leer. El lenguaje poético de David es precioso y ha sido la delicia de millones de lectores a lo largo de los siglos. Las preguntas que salpican sus salmos nos hablan hoy al corazón: ¿Quién es Dios, sino solo Jehová? (Sal.18:31). ¿Quién es este rey de gloria? (Salmo 24:8). ¿Quién como Dios? (Salmo 71:19; 89:8) y ¿a quién tengo yo en los cielos, sino a ti? (Salmo 71:19). ¿Quién como Jehová, nuestro Dios, que se sienta en las alturas? (Salmo 113:5).

Termina el año y otro está por comenzar. Yo también tengo una pregunta para ti: A partir de las experiencias vividas a lo largo del 2023, ¿quién es Dios para ti?

¿Lo has sentido cerca?
¿Lo conoces mejor?
¿Amas a Dios?

¡Un año menos para verlo volver!

Cierra el año alabando, cantando, reconociendo y magnificando el nombre de Jehová. Él merece nuestra adoración. Él pronto volverá. Un año más ha pasado y ya falta uno menos para verlo volver.

Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Salmo 67:1).

Pase lo que pase, feliz año 2024. Que sea un año de apasionante descubrimiento de Jehová.

Amén.

Autor: Óscar López, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Imagen: Shutterstock

 

 

 

 

 

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