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Deidad trinidadLa verdad es que el misterio de Dios, su naturaleza esencial sólo puede ser conocida a través de la revelación que Dios hace de sí mismo. Nos asomamos al tema de la Deidad con humildad, quitando el calzado de nuestros pies: ideas preconcebidas, teologías contradictorias y opiniones diversas. Dejamos que sea la Palabra que nos hable.

«Antes de que nacieran las montañas, antes de que dieras vida a la tierra y al mundo, desde el principio y hasta el fin, tú eres Dios.» (Salmo 90:2).

«De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuera, Yo soy» (Juan 8:58).

La doctrina de Dios sirve de fundamento para la teología cristiana, puesto que Dios se relaciona con todo y todo se relaciona con Él[1].  Antes de adentrarnos en el «terreno sagrado» de la naturaleza divina, reconocemos que es imposible conocer a Dios por nosotros mismos fuera de su autorrevelación: «¿Descubrirás tú los secretos de Dios?» (Job 11:7). Además, hemos de reconocer las limitaciones que afectan nuestra comprensión de lo que se revela: «Grande es Dios y digno de suprema alabanza; su grandeza es insondable» (Salmos 145:3).

Una gran responsabilidad

Somos llamados a proclamar las virtudes de Aquel que nos llamó de la oscuridad a su luz admirable (1ª de Pedro 2:9). ¡Tremenda y maravillosa responsabilidad! La asumimos con cuidado, con temor y temblor. Sabemos que pronunciar el Nombre sagrado de Dios requiere que nuestros labios sean tocados por un carbón encendido, tomado del altar (Isaías 6:6).

El presente artículo no puede ni pretende, agotar el tema. Sería presuntuoso y absurdo por parte de cualquier humano pretender poseer la verdad absoluta acerca de Dios. Siendo un tema inagotable y ciertamente controvertido, abordamos el interés por este asunto desde la perspectiva que nos presenta Elena White en los siguientes pensamientos:

Textos inspirados sobre la Deidad 

  • «Muchos (…) intentan juzgar al Creador y sus obras con el escaso conocimiento que tienen de la ciencia. Se esfuerzan por determinar la naturaleza, los atributos y prerrogativas de Dios, y se entregan a teorías especulativas respecto del Infinito. Los que se empeñan en este modo de estudiar pisan terreno prohibido. Su investigación no les dará resultados provechosos, y si persisten en ella lo harán con peligro para sus almas». (Elena de White, Ministerio de curación, página 334).
  • «Si nos fuera posible lograr una plena comprensión de Dios y su Palabra, no habría para nosotros más descubrimientos de la verdad, mayor conocimiento, ni mayor desarrollo. Gracias a Dios, no es así. Puesto que Dios es infinito, y en él están todos los tesoros de la sabiduría, podremos durante toda la eternidad escudriñar y aprender siempre, sin agotar jamás las riquezas de la sabiduría, su bondad o su poder». (Elena de White, Educación, página 168).

La Biblia es la única autoridad

En el seno de nuestra iglesia oímos voces que la atacan acusándola de herejía y apostasía por defender la enseñanza trinitaria acerca de la Deidad. Lo cierto es que la Biblia presenta una pluralidad indiscutible en el seno de la Deidad y tanto Padre, como Hijo y Espíritu Santo comparten los mismos atributos divinos. Una cosa es interpretar de forma diferente lo que ha sido revelado y otra es acusar a la iglesia. El acusador ya sabemos quién es y quienes acusan evidencian el modelo que están siguiendo.

Aunque la única norma, regla y autoridad última sobre doctrina es, para los adventistas del séptimo día, la Biblia, son muchos los que pretenden afirmar que lo que los adventistas deberían creer debería basarse en lo que creyeron los adventistas pioneros. Pero lo cierto es que la Biblia es nuestra única norma y regla para establecer doctrina. Es nuestra autoridad doctrinal final.

El primer paso para comprender la Biblia es la exégesis. El proceso teologizante es el que sigue al proceso exegético. En este proceso, Elena de White, en virtud de su autoridad profética, influye sobre nosotros al transformar los resultados de la exégesis en doctrina. Sus escritos pueden ser estudiados con provecho, y si bien ella permanece como una autoridad formativa de la doctrina adventista, la Biblia es la única autoridad normativa[2].

Una verdad progresiva basada en la Escritura sola

En este sentido, la Biblia afirma que «la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto» (Proverbios. 4:18). Según afirma Ron Graybill, secretario asociado del Patrimonio White: «Se ha dicho que la comprensión que tuvo la señora de White de la Biblia y las actividades de Dios se incrementaron con el tiempo. Por lo tanto es útil estudiar todos sus escritos, ya estén publicados o no, en su secuencia cronológica para seguir el crecimiento y el cambio de diferentes conceptos».

Así, la visión antitrinitaria de los pioneros fue gradualmente modificada hacia el concepto trinitario a través de los años. El estudio de la Biblia que condujo a los adventistas a abrazar la visión trinitaria de Dios fue estimulado en parte por el debate interno y deficiencias de la visión arriana. Los adventistas, metódicamente desconfiados y críticos de posiciones teológicas tradicionales, adoptaron la determinación de elaborar doctrinas sobre la base de la Escritura sola.

Tres posturas teológicas

En el adventismo hubo tres clases de posturas teológicas:

Subordinacionismo temporal (Cristo engendradado por el Padre y, por lo tanto, divino, pero no eterno).

Rechazo a la doctrina clásica: la interpretación clásica involucraba una falta de claridad respecto a las distinciones entre las personas divinas.

Afirmación de la Trinidad bíblica: la mayoría de pensadores adventistas han creído en la enseñanza bíblicamente revelada de que el Dios cristiano incluye al Padre celestial, a Jesucristo histórico y al Espíritu Santo.

A este debate inicial contribuyeron aquellos nuevos conversos que venían de contextos trinitarios, pero principalmente, lo que ocasionó el paulatino proceso de cambio hacia la visión trinitaria fueron los escritos de Elena White. Su teología de Dios se desarrolló a lo largo de su extenso ministerio.[3]

La Deidad y la preexistencia de Cristo en igualdad con el Padre

Ya en 1850 ella compartió visiones que confirmaban la identidad individual de Cristo y el Padre, en oposición a los puntos de vista opuestos que tendían a desdibujar su verdadera personalidad. En 1869, contrariamente a sus colegas antitrinitarios, ella afirmó la preexistencia eterna de Cristo y su igualdad completa con el Padre: «El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo era uno con el Padre» (Elena de White, Mensajes selectos, Tomo 1, página 291).

Desde 1872 en adelante, al ir ganando mayor comprensión de la salvación por medio de la expiación sustitutiva, ella vio con claridad que sólo un Salvador que tuviera vida en sí mismo y que fuera absolutamente igual al Padre, podía ser un sacrificio de suficiente valor para lograr la redención.

El Espíritu Santo, la tercera persona de la Deidad

Poco tiempo después, en un pequeño folleto dirigido a los pastores habló del Espíritu Santo de esta manera: «El mal se había estado acumulando durante siglos, y sólo podía ser restringido y resistido por el grandioso poder del Espíritu Santo, la tercera persona de la Deidad, que vendría no con energía modificada, sino con la plenitud del poder divino» (Elena de White, Testimonios para los ministros, página 392).

En 1898, en su emblemática obra sobre la vida de Jesús, el Deseado de todas las gentes, encontramos dos declaraciones que evidencian claramente su postura. Comentando Juan 11:25, ella escribió: «En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra» (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, página 489). Unas páginas más adelante, ella identificó al Espíritu Santo como «la tercera persona de la Deidad» (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, página 625).

Sus declaraciones culminantes sobre los «tres grandes poderes del cielo», «el trío celestial» (Elena de White, Manustritos relacionados, Tomo 6, página 27; El Evangelismo, página 446) y «los eternos dignatarios celestiales» (El Evangelismo, página 447) son conceptos claramente trinitarios. Ella evitó usar la palabra «Trinidad» probablemente porque el trinitarismo tradicional está asociado a conceptos filosóficos que ella rechazaba rotundamente, tales como el dualismo alma y cuerpo, la impasibilidad y atemporalidad divina.

Dios es uno

Elena White estuvo en plena armonía con la declaración bíblica que afirma claramente que «Dios es uno» (Deuteronomio 6:4; Juan 10:30; 17:10-11) en naturaleza, carácter, propósito y amor, a la vez que Dios es tres (Mateo 28:19; Juan 14:16-20; 15:26; 16:12-15).

Ella explicó que «la unidad que existe entre Cristo y sus discípulos no destruye la personalidad de ninguna de las partes. Son uno en propósito, en mente, en carácter, pero no en persona. Así es como Dios y Cristo son uno» (Elena de White, Joyas de los Testimonios Tomo 3, página 267).

El concepto bíblico que afirma que Dios es una unidad de tres personas es la esencia de la fe trinitaria, y los escritos maduros de Elena White apoyan ese concepto.

De ninguna manera podría la mente humana lograr lo que la doctrina clásica acerca de la Trinidad pretende percibir, a saber, la descripción de la estructura interna del ser de Dios.

«Tú crees que Dios es uno; bien haces» (Santiago 2:19). Junto a la creación, debemos aceptar la unicidad de Dios por fe.

No hay mente humana capaz de comprender la Deidad

Elena White escribió: «La revelación que de sí mismo dejó Dios en su Palabra es para nuestro estudio, y podemos procurar entenderla. Pero más allá no debemos penetrar. El hombre más inteligente podrá devanarse los sesos en conjeturas respecto a la naturaleza de Dios, pero semejante esfuerzo será estéril. No nos incumbe resolver este problema. No hay mente humana capaz de comprender a Dios. Nadie debe permitirse entrar en especulaciones respecto a la naturaleza de Dios. Aquí el silencio es elocuencia. El Omnisciente trasciende toda discusión». (Elena de White, Ministerio de Curación, página 336).

Mucho más hay por escribir. Este artículo no agota, ni muchísimo menos, la profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios (Romanos 11:33).

Acusar a la iglesia de apostasía y de haber aceptado una doctrina espuria siguiendo los mandatos de la Iglesia Católica es, no sólo osado, sino erróneo y malintencionado.

Hay fundamento para creer en la personalidad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Decir que los pioneros rechazaron la Trinidad y, por lo tanto, también tenemos que rechazarla nosotros a pesar de la revelación bíblica, es obligarnos a cambiar el fundamento de nuestra fe, a saber, La Palabra de Dios.

Seguiremos escribiendo sobre el tema. Como dice Pablo, «Con todo, si alguno quiere discutir, sepa que ni nosotros ni las iglesias de Dios tenemos tal costumbre» (1ª de Corintios 11:16).

Autor: Óscar López, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Imagen: creada por IA (LumaLabs).

Referencias: 

[1] Fernando L. Canale, La doctrina de Dios en Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe, pág. 41.
[2] https://ministeriopastoral.com.br/la-funcion-de-elena-g-de-white-en-la-formacion-doctrinal/
[3] Ver Enciclopedia de Elena G de White – Denis Fortin y Jerry Moon.

 

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2 Comments

  • Juan Marcos dice:

    Quiero responder a éste artículo expresando todo mi respeto al autor y a su forma de verlo; lamento mucho que en nuestra Iglesia hoy, no se pueda estudiar y presentar este tema u otros libremente a debate, sin que seas señalado, apartado y marginado, esto es algo que una Iglesia sana y sin temor a sus creencias debería corregir.
    En éste sentido la misma pluma inspirada llegó a decir:

    «No hay excusa para que alguno tome la posición de que no hay más verdades para ser reveladas, y que todas nuestras exposiciones de las Escrituras carecen de errores. Que ciertas doctrinas hayan sido sostenidas como verdades durante muchos años no es una prueba de que nuestras ideas son infalibles. El paso del tiempo no convertirá el error en verdad, y la verdad tiene la capacidad de ser imparcial. Ninguna doctrina verdadera perderá algo por una investigación cuidadosa.» OP 35.2

    «Las opiniones sostenidas durante mucho tiempo no han de ser consideradas infalibles. La falta de disposición para abandonar las tradiciones por largo tiempo establecidas fueron la ruina de los judíos. Estaban decididos a no ver ninguna falla en sus propias opiniones o en sus exposiciones de las Escrituras. Pero, por más tiempo que los hombres hayan sostenido ciertos puntos de vista, si éstos no están claramente sustentados por la palabra escrita, deberían ser descartados. Los que sinceramente desean la verdad no vacilarán en abrir sus posiciones para la investigación y la crítica, y no se sentirán turbados si sus opiniones e ideas fueren contradichas. Este era el espíritu que compartíamos hace cuarenta años… OP 36
    El título de este artículo de algún modo hace plantear la pregunta retórica, si la Deidad o Dios es un misterio ¿porque la definimos como trinitaria?
    Quizás lo mas sabio es quitarse el calzado de nuestros pies, ya a partir de ahí y no seguir adelante con el misterio que la Biblia expresa con claridad de que Dios es Uno.»

    Paso a compartir alguna reflexión sobre este apasionante tema de la Deidad.

    Pienso que utilizar como fuente de nuestra creencia las explicaciones de Ellen White, indirectamente estamos igualando sus explicaciones y poniéndolas a la misma altura de la Biblia, cuando ella misma expresó que ese no se considere así, en el libro Testimonios para la Iglesia T5 a partir de la pág. 654 ella habla del «uso erróneo de sus testimonios» al usarlos en lugar de la Biblia. Pienso que el don profético es distinto al don de interpretación, y igual que algunos profetas bíblicos han cometido algún error, ella no estaba exenta de eso, y aún mas cuando el volumen de sus escritos sobrepasa en miles de páginas al escritor bíblico mas prolífico.
    Cuando conocí el adventismo aprendí que todo debía someterlo a la Biblia, y en ese todo creo que es honesto, incluir sus escritos donde muchos de ellos creo son inspirados, porque los puedo confirmar con el modelo superior que es la Biblia.
    Creo que es una referencia importante el origen de esta creencia.
    No fue hasta el 325, cuando el Concilio de Nicea donde se adopto esa creencia, para contrarrestar la «apostasía» de Arrio, concilio que fue auspiciado por alguien de dudosa fe cristiana como fue Constantino, concilio en el que se abofetéo en publico al mismo Arrio, concilio que sucedió curiosamente 5 años después de que ese personaje histórico tan polémico como Constantino promocionó y apoyo el cambio del sábado al domingo como día de adoración.
    Cuando reflexiono en el momento en el que surgió la formulación Trinitaria, me pregunto ¿cómo es posible que no encontrémos en los libros del NT ninguna discusión y/o conflicto con la idea del Dios único? sencillamente porque esta creencia no existía para ellos, por todo esto tengo serías dudas de que el surgimiento de la creencia en la Trinidad haya sido fruto de la «revelación progresiva».
    Los judíos de todas las épocas han entendido de manera clara que Dios es Uno y único y entiendo que Deut. 6:4 el texto no se puede interpretar como un «Uno» en plural, por eso me sigo preguntando ¿interpretamos nosotros ese texto mejor que ellos, que nos han dejado la Palabra De Dios?
    Por todo esto, te felicito Oscar por el título del artículo «La deidad es un misterio» y por eso lo mas sabio según mi forma de verlo, habría sido quedarse ahí.

    Por todo ello, ¿qué podemos decir de la infinidad de textos bíblicos que confirman que Dios es Uno y único?
    Comparto algunos de esos textos que la Palabra inspirada nos ha dejado para nuestra reflexión.
    Biblia de las Américas
    Lucas 1:32 Dios le da el Trono
    Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David.

    Biblia de las Américas
    Juan 1:18 Adios nadie le ha visto jamás
    Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    Juan 20:17 Jesús tiene a «su» Dios, como tú y como yo
    Jesús le dice: No me retengas, porque aún no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    Hechos 5:30 Dios le resucitó
    El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo en un madero.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    Romanos 15:6 Dios es el Padre
    para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de Jesús el Mesías, Señor nuestro.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    1ª Corintios 1:3 Dios y Jesús diferenciados
    Gracia a vosotros y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús, el Mesías.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    1ª Corintios 8:6 CREADOR
    Para nosotros, sin embargo, hay un solo Dios: el Padre, de quien proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un solo Señor: Jesús el Mesías, por medio de quien son todas las cosas, y nosotros por medio de Él.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    Efesios 1:2 Dios y Jesús diferenciados
    Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús, el Mesías.

    Sal. 95:3-6 CREADOR
    Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.
    Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.
    Suyo también el mar, pues Él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.
    Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    Efesios 4:6 Un solo Dios (en el NT)
    Un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, a través de todos, y en todos.

    Reina-Valera 1960
    Malaquías 2:10 CREADOR
    ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?

    Apoc. 4:8-11 CREADOR
    «Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.
    9 Y cuando aquellos seres vivientes dan gloria y honra y gracias al que está sentado en el trono, al que vive para siempre jamás,
    10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive para siempre jamás, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
    11 Señor, digno eres de recibir gloria y honra y poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu placer existen y fueron creadas.»

    Reina-Valera 1960
    Apocalipsis 11:15 Dios y Cristo diferenciados
    El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.

    Reina-Valera 1977
    1ª Corintios 15:21-28 Jesús nunca será Dios
    21. Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
    22. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
    23. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después, los que son de Cristo, en su venida.
    24. Después el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo principado, toda autoridad y potencia.
    25. Porque es preciso que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
    26. Y el último enemigo que será suprimido es la muerte.
    27. Porque todas las cosas las sometió debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sometidas a él, claramente se exceptúa aquel que sometió a él todas las cosas.
    28. Y cuando todas las cosas le estén sometidas, entonces también el Hijo mismo se someterá al que le sometió a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

    Dios es nuestro Padre
    1 Crónicas 29:10: y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito * seas * tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde la eternidad y hasta la eternidad.

    Reina-Valera 1977
    Salmos 18:31
    «Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová?
    ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?»

    Reina-Valera 1977
    Isaías 37:16 CREADOR
    Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra.

    Reina-Valera 1977
    2º Reyes 19:15 CREADOR
    Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.

    Reina-Valera 1977
    Nehemías 9:6 CREADOR
    Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.

    Reina-Valera 1977
    Isaías 44:24 CREADOR
    Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo soy Jehová, que lo hago todo; que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo

    Isaías 45:6-7; 18 CREADOR
    «para que se sepa desde el nacimiento del sol, y desde donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová que hago todo esto.»
    «Porque así dijo Jehová, que creó los cielos, Él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.»

    Isaías 65:18 CREADOR
    Mas gozaos y alegraos para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo voy a crear en Jerusalén alegría; y en su pueblo, gozo.

    Reina-Valera 1977
    Hechos 4:24-28 CREADOR
    24. Y ellos, al oírlo, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo, la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay;
    25. que por boca de David tu siervo dijiste:¿A qué fin se amotinan las gentes,
    Y los pueblos piensan cosas vanas?
    26. Acudieron los reyes de la tierra,
    Y los príncipes se coaligaron
    Contra el Señor, y contra su Cristo.
    27. Porque verdaderamente se aliaron en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
    28. para hacer cuanto tu mano y tu designio habían predestinado que sucediera.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    Efesios 1:15-23 Jesús tenía «su» Dios, el cual le resucitó

    15. Por esto yo también, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y del amor para con todos los santos,
    16. no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención en mis oraciones,
    17. para que el Dios de nuestro Señor Jesús el Mesías, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento pleno de Él;
    18. iluminados los ojos del corazón para saber cuál es la esperanza de su llamamiento y cuál la riqueza de la gloria de su herencia con los santos,
    19. y cuál la inmensurable grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, por la acción soberana de su fuerza,
    20. la cual operó en el Mesías, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su diestra en los cielos,
    21. sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en esta edad, sino también en la venidera;
    22. y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
    23. la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

    Biblia Textual (3ª revisión)
    1ª Timoteo 6:13-16 El único inmortal, el Dios que nadie vio jamás

    13. Te ordeno delante de Dios, quien da vida a todas las cosas, y de Jesús el Mesías, quien dio testimonio de la buena confesión delante de Poncio Pilato,
    14. que guardes el mandamiento sin mancha, irreprensible, hasta la manifestación de Jesús el Mesías, nuestro Señor,
    15. la cual mostrará a su debido tiempo el Bienaventurado y único Soberano, el Rey de los que reinan y Señor de los que gobiernan,
    16. el Único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A Él sea honor y dominio eterno, amén.

    1ª de Tim- 2:5 Solo hay un Dios
    «Porque * hay * un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre»

    Hec. 4:10
    «sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que por el nombre de Jesucristo de Nazaret, al que vosotros crucificasteis * y * a quien Dios resucitó de los muertos, por Él este hombre está en vuestra presencia sano.»

    1ª de Cor. 8:6 Solo hay un Dios el Padre, y un Señor Jesucristo
    mas para nosotros * sólo hay * un Dios, el Padre, de quien * son * todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual * son * todas las cosas, y nosotros por Él.*

    Hec. 2:32-36 Si Jesús es Señor, es porque Dios lo hizo Señor
    A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
    33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ahora vosotros veis y oís.
    34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
    35 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
    36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús que vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.»

    Juan 7:38-39 El Espíritu Santo vino en el Pentecostés no antes
    «El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
    Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.»

    • Esther Azón dice:

      Estimado, gracias por comentar con tanto respeto hacia el autor. Da gusto leer este tipo de comentarios. Así debería ser siempre entre nosotros. Todos y cada uno de los textos que aportas pueden entenderse también desde un punto de vista de la Deidad en tres personas. El hablar de uno o de otro en momentos determinados no excluye la preexistencia ni la deidad de ninguna de las tres personas. Sin embargo, estamos totalmente de acuerdo: el título de este artículo afirma que la Deidad es un misterio y lo más sabio es «quitarnos el calzado de nuestros pies» y reconocer que Dios es Dios y nosotros meras criaturas intentando comprenderle. Porque lo que es evidente para unos, no lo es para otros, ni siquiera a la luz de la Biblia. Todos sabemos que Dios es uno, el detalle es que a la luz de la propia Biblia y de los textos de la autora inspirada Elena de White, muchos creemos que en tres personas. Hay misterios en la Biblia que solamente conoceremos realmente cuando Cristo vuelva. Tenemos toda la eternidad para estudiarlos, juntos. ¡Qué el Señor nos bendiga y nos dé luz! Pero sobre todo, ¡Que el Señor nos de amor y paciencia los unos para con los otros, y que nada nos separe como hermanos ni como iglesia, y podamos seguir debatiendo sanamente hasta entonces! Un abrazo grande en Jesús. Bendiciones. 🙏🫶

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