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Lección 11 para el 16 de diciembre de 2023: MISIÓN EN FAVOR DE LOS NO ALCANZADOS: SEGUNDA PARTE.

Jesús veía a las multitudes «como ovejas que no tienen pastor» (Mateo 9:36). Sentía compasión por ellas, y veía la necesidad de que alguien las ayudase. «Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies» (Mateo 9:38). Tú y yo somos esos obreros.

Nuestras ciudades están llenas de personas que no conocen lo que Jesús ha hecho por ellas. Muchos tienen ideas distorsionadas acerca de Dios, o directamente lo rechazan. No lo saben, pero nos necesitan. Necesitan que alguien los lleve a los pies de Jesús.

Somos llamados a ser una luz entre las gentes. Para ello debemos amarlos, conocerlos, saber cómo se sienten, qué piensan, cuáles son sus aspiraciones y necesidades.

  • Enfrentar desafíos.
    • Al igual que hizo con el antiguo Israel, Dios nos ha hecho habitar en medio de nuestros “enemigos” (Jueces 3:1). A diferencia de aquel tiempo, nuestra guerra no es física, sino espiritual. Nuestros enemigos no son personas a las que destruir, sino personas a las que salvar y ganar para Cristo.
    • La guerra se hace especialmente intensa en las ciudades, donde enfrentamos multitud de desafíos: un medio ambiente deteriorado; problemas de salud; nivel de vida elevado o excesivamente bajo; racismo; intolerancia; nacionalismo; restricciones a la libertad religiosa y de expresión; etc.
    • Inevitablemente, debemos unirnos con aquellos a los que queremos ganar para Cristo, como lo hizo Salomón (1R. 5:1-11). Sin embargo, debemos evitar ser arrastrados por ellos, como le ocurrió a él (1R. 11:1, 4).
  • Buscar al perdido.
    • Indudablemente, Jesús se preocupa por cada persona de forma individual. Sin embargo, Él también se preocupa por “las multitudes”. Parte de la misión es, pues, alcanzar a las multitudes.
    • ¿Y dónde están las multitudes? En las ciudades. En los núcleos urbanos que, en ocasiones, son ocupados por millones de personas, “masas sin rostro”, a las que debemos presentar al pastor de las ovejas.
    • Jesús decidió ir a la región de Tiro y Sidón (Fenicia), cuya cultura era totalmente distinta. Debido a su situación al lado del Mar Mediterráneo, su principal medio de vida era el comercio marítimo. Por otra parte, sus ciudades estaban llenas de templos paganos.
  • Una obra inclusiva.
    • Mateo 15:22 y Marcos 7:26 nos habla de una mujer que era… ¿cananea, griega o sirofenicia?
    • En realidad, era todo ello. Mateo escribió su evangelio pensando en un público judío. Para los judíos, esta mujer era cananea. Es decir, pertenecía a los pueblos idólatras que debían ser expulsados de la Tierra Prometida. Indignos, según ellos pensaban, de la salvación.
    • Marcos escribió su evangelio pensando en un público romano. Ellos usaban el término “griega” para calificarla, porque no era romana (“gentil” para los judíos, “bárbara” para los griegos). Por eso, Marcos especifica su nacionalidad.
    • Ambos evangelistas quisieron recalcar que la mujer era ajena al pueblo de Israel, para que comprendiesen por qué Jesús trató de esa forma a esta mujer antes de concederle su pedido. Todos debían comprender que el evangelio no es solo para un grupo específico, sino que es inclusivo, abarca a todas las personas en todas las naciones y grupos étnicos.
  • Salvar al perdido.
    • En todos los núcleos urbanos hay grupos de personas con los que no nos sentimos inclinados a tratar. Tal vez sea por su religión, por su origen étnico, por sus costumbres. Tal vez sea por su propensión a la violencia, o por su extrema pobreza.
    • Desconocemos muchas cosas sobre la mujer que se presentó a Jesús, pero se encontraba entre el grupo de personas “no tratables”. Ante el asombro de sus discípulos, Jesús reconoció la fe de ella y sanó a su hija (Mt. 15:28).
    • El mensaje de Jesús es claro: salvad al perdido sin importar quién es o lo que pensemos de él o de ella. A los apóstoles les tomó tiempo aceptar esto. El Espíritu Santo tuvo que impresionar a Pedro a través de una visión para que aceptase que tenía que llevar el mensaje de salvación a los gentiles (Hch. 10:9-28).
  • Ser una luz entre las gentes.
    • Durante su ministerio, Jesús halló incredulidad en las personas. Sin embargo, también encontró fe en las personas más insospechadas.
      • FALTA DE FE: Su ciudad natal (Mr. 6:1, 5-6); ciudades donde predicó (Mt. 11:21-23); sus oyentes (Mt. 6:30); sus apóstoles (Mt. 8:26).
      • CON GRAN FE: Un mendigo ciego (Mr. 10:46, 52); un leproso (Mt. 8:2-3); un militar pagano (Mt. 8:5, 13); una extranjera (Mt. 15:22, 28).
    • Una lección que podemos aplicar a la actualidad es que la fe se encuentra en lugares inesperados: en las ciudades; entre extranjeros; entre paganos y entre personas con religiones diferentes. Con humildad, debemos ir a las ciudades como lo hizo Jesús, buscando a aquellos que, cuando se les presente la verdad, responderán con una fe salvífica en Jesús. Y, por cierto, están allí afuera.

Para meditar:

«Los terribles desastres que están cayendo sobre las grandes ciudades debieran despertarnos a una intensa actividad en la tarea de predicar el mensaje de advertencia a la gente que vive en esos congestionados centros urbanos, mientras todavía tenemos oportunidad de hacerlo. El tiempo más favorable para la presentación de nuestro mensaje en las ciudades ya ha pasado. El pecado y la maldad están aumentando rápidamente; y ahora tendremos que redimir el tiempo trabajando con mucho más fervor». (Elena G. White, Consejos sobre la salud, pg. 557).

«El deber actual de los siervos de Dios es predicar la Palabra en las ciudades. Cristo vino a la tierra desde las cortes celestiales para salvar a las almas, y nosotros, como encargados de distribuir su gracia, debemos impartir a los habitantes de las grandes ciudades un conocimiento de su verdad salvadora». (Elena G. White, Mensajes selectos, tomo 1, pg. 198).

DESAFÍO SEMANAL

Abre tu corazón en oración, pidiendo una mayor porción de fe con la cual compartir tu amor por aquellos que están cerca y lejos.

DESAFÍO AVANZADO

¿Cómo llegaste a conocer a Jesús y el precioso mensaje de los tres ángeles? Enumera tres bendiciones espirituales que hayas experimentado de Jesús en tu vida personal.

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España