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Lección 9 para el 1 de junio de 2024: EL FUNDAMENTO DEL GOBIERNO DE DIOS.

Al observar el mundo que nos rodea podemos comprobar que Dios creó leyes que lo rigen. Leyes que marcan, por ejemplo, la forma en que crece y se desarrolla un ser vivo. Existe una ley que nos impide salir disparados mientras la Tierra gira a gran velocidad en su recorrido fijo alrededor del sol.

Dios creó también una Ley que indica cómo se debe actuar, y por la cual se rigen tanto los habitantes de este mundo como los habitantes de otros mundos, incluso los ángeles.

Dios implanta en cada ser inteligente del Universo esta Ley (Romanos 2:15). Sin embargo, el pecado ha desvirtuado la Ley en nosotros. Por eso, Dios mismo tuvo que transmitírnosla por voz y por escrito (Deuteronomio 4:13).

  • La Ley:

    • La Ley en el Santuario Celestial.

      • Juan vio el santuario celestial abierto y, en él, «se dejó ver» el arca del pacto (Apocalipsis 11:19). ¿Qué representaba esta visión?
      • El arca permanecía “oculta” durante todo el año, y solo podía ser “vista” el día de la Expiación (Levítico. 16:2, 12-13). Ese día se realizaba el juicio, y los pecados eran definitivamente eliminados (Levítico 16:30).
      • Al igual que su copia terrenal, el arca contiene los 10 mandamientos, por los cuales seremos juzgados. También contiene el propiciatorio, símbolo de la misericordia divina, donde la sangre de Jesús cubre nuestros pecados (1ª de Pedro 1:18-19; 1ª de Juan. 2:2; Salmos 85:10).
    • La Ley eterna.

      • Aunque ahora es muy común oír que Jesús abolió los 10 mandamientos en la cruz, no era esa la enseñanza de los reformadores, ni es lo que enseña la Biblia.
      • Si bien es cierto que, en la cruz, dejaron de tener validez las leyes y ceremonias relacionadas con el santuario terrenal, no ocurrió así con la Ley moral (Efesios 2:15).
      • La Ley de Dios es eterna, atemporal, perfecta, y rige el comportamiento de todo ser inteligente creado por Dios (Salmos 19:7; 119:142; Romanos 7:7, 12, 16, 22, 25; 1ª de Juan 3:4).
      • En realidad, la Ley es eterna porque es un reflejo del carácter mismo de Dios (Salmos 89:14; cf. Salmos 119:172b, 142b).
  • El sábado:

    • El significado del sábado.

      • El cuarto mandamiento exige la observancia del sábado por dos razones: porque Dios nos creó (Éxodo. 20:8-11); y porque nos redimió (Deuteronomio 5:12-15).
      • Para nosotros, el sábado constituye una pausa en la semana para alabar a nuestro Creador; meditar en su amor redentor; y recordar su promesa de vivir con Él en la Nueva Creación. El sábado es para nosotros una bendición especial de nuestro Dios.
      • Nos recuerda que Dios nos amó demasiado como para abandonarnos cuando nos separamos de Él.
      • Al guardar el sábado, manifestamos nuestra lealtad a Dios, y nuestro deseo de adorarle solo a Él.
    • El sábado y el tiempo del fin.

      • Apocalipsis 13 describe distintos poderes usados por Satanás para engañar al mundo y apartarlo de Dios. Todo en este capítulo se relaciona con la adoración (Apocalipsis 13:4, 8, 12, 15).
      • Uno de los poderes mencionados se relaciona directamente con el cuerno pequeño de Daniel 7, que pretende cambiar los tiempos y la ley (Apocalipsis 13:5; Daniel 7:25).
      • Este poder anuló el segundo mandamiento (adorar imágenes), y transformó el cuarto (el tiempo de adoración), transfiriendo la santidad del sábado al domingo.
      • En los momentos finales, obligará a adorar a una «imagen» prohibiendo la compra y la venta [actividades prohibidas en sábado] (Ap. 13:14-17). Esta «marca de la bestia» es un símbolo que nos habla de aquellos que aceptarán como día de adoración el domingo instituido por el hombre, en lugar del sábado instituido por Dios.
  • La Ley, el sábado y la adoración.

    • El triple mensaje que se proclama durante el tiempo del fin está ligado a la adoración y, por tanto, al sábado y a la Ley de Dios.
      • Primer mensaje (14:6-7): Prepararnos para el juicio (cuya norma es la Ley), y adorar al Creador (como nos recuerda el sábado)
      • Segundo mensaje (Apocalipsis 14:8): Apartarnos de los sistemas religiosos que rinden una falsa adoración a Dios
      • Tercer mensaje (Apocalipsis 14:9-11): Decidir a quién y cómo adorar: a Dios, observando el sábado; o al enemigo, aceptando su marca
    • Para poder guardar los mandamientos en esos momentos críticos, necesitan recibir la fe de Jesús: inconmovible; profunda; comprometida; invencible (Apocalipsis 14:12).

Para meditar:

«Si el sábado se hubiese observado universalmente, los pensamientos e inclinaciones de los hombres se habrían dirigido hacia el Creador como objeto de reverencia y adoración, y nunca habría habido un idólatra, un ateo, o un incrédulo. La observancia del sábado es señal de lealtad al verdadero Dios, “que hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de agua”. Resulta, pues, que el mensaje que manda a los hombres adorar a Dios y guardar sus mandamientos, los ha de invitar especialmente a observar el cuarto mandamiento». (Elena G. White, El conflicto de los siglos, página 433).

Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España