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Lección 5 para el 4 de noviembre de 2023: EXCUSAS PARA ELUDIR LA MISIÓN.

Jonás era considerado un profeta de éxito. Había profetizado paz y se había cumplido (Jer. 28:9; 2R. 14:25). Sin embargo, cuando Dios le pidió que fuese como misionero a tierras lejanas, le embargó el pánico y rehuyó la misión. Pero Dios no le abandonó. Poco a poco trabajó con él para bendecirlo y hacer de él una fuente de bendición.

  • Excusas para eludir la misión:

    • Miedo (Jonás 1).

      • Dios envió a Jonás como misionero a tierras lejanas, a predicar a Nínive, la capital del imperio asirio, enemigo de Israel (Jonás 1:1-2). Los asirios eran conocidos por su crueldad (Nah. 3:1-4).
      • ¿Ir a predicar a enemigos crueles? ¿Cómo reaccionarían cuando uno de sus enemigos entrase en su capital y les dijese que iban a ser destruidos?
      • Jonás reaccionó huyendo para no realizar su misión. Creyó tener suficientes razones para no obedecer la orden divina. Sin embargo, olvidó algo fundamental: Dios es nuestro escudo, con Él no hay temor (Sal. 115:11; 118:6).
      • Confiemos en Dios y no dejemos que nuestros temores sean una excusa para no predicar el mensaje de salvación.
    • Conceptos erróneos (Jonás 2).

      • Jonás podría haber usado este momento (Jonás 1:12) para hablarles del Dios verdadero. Pero, en lugar de hacerlo, él mismo propuso que lo arrojaran al mar.
      • Dios usó su error para hacerle recapacitar y volverse a Él en oración (Jonás 2:3-4, 6-7).
      • Al igual que Jonás, también podemos tener conceptos erróneos sobre Dios que pueden afectar al cumplimiento de nuestra misión. Algunos errores comunes son:
        • Debemos buscar nuestra salvación y apartarnos del contacto con los pecadores
          • Debemos apartarnos del pecado, pero no de los pecadores. ¿Cómo podrán abandonar su pecado si nosotros no les enseñamos su error y les llevamos esperanza?
        • El éxito de la misión depende de nosotros mismos
          • Somos colaboradores de Dios. Solo Él puede transformar a las personas. Nuestra misión es sembrar. El éxito siempre es de Dios
    • Falta de espíritu de sacrificio (Jonás 3).

      • Para cumplir la orden divina, Jonás tuvo que andar muchos kilómetros; vencer sus miedos; tragarse sus prejuicios; y dar un mensaje poco agradable. Todo un sacrificio para él.
      • Pero atención: Dios acepta nuestro sacrificio aun cuando lo hagamos a regañadientes.
      • Sin espíritu de sacrificio propio no podremos cumplir la misión que Dios nos ha encargado, ya que es necesario que nos neguemos ciertas comodidades para beneficio de otros.
      • Debemos renunciar a nuestros prejuicios; dedicar a la misión parte de nuestro tiempo y de nuestros recursos; estar dispuestos a ser gastados emocionalmente… Todo ello por amor a las almas que perecen.
    • Distorsiones cognitivas (Jonás 4).

      • Con la predicación de un solo día, el rey Adad-nirari III y todos sus súbditos se humillaron y pidieron a Dios que tuviese misericordia con ellos (Jonás 3:4-9).
      • Pero Jonás se deprimió y se enojó (Jonás 4:1). ¿Qué pasaba por la mente de Jonás?
      • Al examinar el ejemplo de la “calabacera”, podemos ver la distorsión de Jonás (Jonás 4:6-11):
        • La planta vive  Jonás se alegra  Las personas viven  Jonás se enoja.
        • La planta muere  Jonás se enoja  Las personas mueren  Jonás se alegra.
      • Jonás daba más valor a la vida de una planta que a la vida de las personas. ¿A qué das tú más valor?
  • Obedecer sin excusas:

    • “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:1-8).

      • Dios sigue pidiendo voluntarios para hablar a aquellos que no escuchan su voz, ni perciben su amor. Necesita mensajeros que lleven esperanza a las Nínive modernas.
      • Al ser llamado, Isaías respondió sin vacilar (Is. 6:8). Dios te llama. No vaciles. No pongas excusas. Te necesita. ¡Ve!

Para meditar:

“Cuando Dios prepara el camino para la realización de cierta obra, y da seguridad de éxito, el instrumento escogido debe hacer cuanto está en su poder para obtener el resultado prometido. Se le dará éxito en proporción al entusiasmo y la perseverancia con que haga la obra. Dios puede realizar milagros para su pueblo tan sólo si éste desempeña su parte con energía incansable”. (Elena G. White, Profetas y reyes, pg. 196).

“A todo aquel que llega a ser partícipe de su gracia, el Señor le señala una obra que hacer en favor de los demás. Cada cual ha de ocupar su puesto, diciendo: “Heme aquí, envíame a mí.” Isaías 6:8. Al ministro de la Palabra, al enfermero misionero, al médico creyente, al simple cristiano, sea negociante o agricultor, profesional o mecánico, a todos incumbe la responsabilidad. Es tarea nuestra revelar a los hombres el Evangelio de su salvación”. Elena G. White (El ministerio de curación, pg. 106).

DESAFÍO SEMANAL

Haz una lista de diez personas no creyentes. Ora diariamente por cada una de ellas para que Dios te ayude a entablar una amistad con ellas. Observa e identifica sus necesidades, sus heridas y angustias y ora específicamente por ellas.

DESAFÍO AVANZADO

Elige una ciudad cercana y otra en una parte diferente del mundo. Comienza a orar por las personas que viven y trabajan en cada una de ellas. Pide a Dios que haga surgir una fuerte presencia adventista que pueda compartir la verdad acerca del pronto regreso de Jesús.

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España