Skip to main content

Lección 7 para el 12 de agosto de 2023.

Una vez terminada la parte doctrinal (o teórica), Pablo pasa a la parte práctica de su carta: cómo aplicar en la vida del creyente y de la iglesia lo aprendido hasta ahora. Dado que Cristo ha derribado el muro de separación, convirtiéndonos a todos en hermanos y hermanas sin distinción étnica ni cultural, Efesios 4:1-16 nos muestra cómo hacer realidad la unidad en la Iglesia.

  • Buscar la unidad:

    • La unidad del Espíritu. Efesios 4:1-3.
      • Para conseguir “la unidad del Espíritu” (4:3), Pablo insta a los Efesios a que “vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido” (4:1 NVI). ¿Cuál es esta manera?
        • Con humildad. Una virtud que nos permite apreciar y servir a los demás (Flp. 2:3)
        • Con mansedumbre. Tratándonos con cortesía, consideración y amabilidad (Gál. 6:1)
        • Con paciencia. Siendo capaces de soportar la provocación o las pruebas (4:2)
        • Con paz. Un vínculo (unión) que se alcanza cuando cada miembro de la iglesia desarrolla las tres virtudes anteriores (4:3)
  • Cómo obtener la unidad:

    • Los siete “unos”. Efesios 4:4-6.
      • Unidad basada en lo que ya es UNO:
        • El Espíritu Santo (4:4): un cuerpo; un Espíritu; una esperanza.
        • El Hijo (4:5): un Señor; una fe; un bautismo.
        • El Padre (4:6): un Dios.
      • Debemos esforzarnos en conseguir la unidad (4:3 NVI), cimentada en estos siete “unos” que emanan del único Dios (4:6). Por ejemplo, estamos unidos cuando tenemos una sola fe, y no varias doctrinas; adoramos a un solo Señor y no a varios.
      • Que Dios esté “en todos” no significa que todo sea Dios (panteísmo), sino que Dios habita en todos a través de su Espíritu (Jn. 14:17; 1Co. 3:16).
    • El dador de los dones. Efesios 4:7-10.
      • Usando una interpretación libre de Salmo 68:18, Pablo presenta a Jesús descendiendo a la tierra para pelear la batalla contra el pecado (4:9 NVI).
      • Una vez obtenida la victoria, cual general triunfante, asciende al Cielo para ser exaltado (4:10).
      • Tras ser exaltado, Jesús dio dones a los hombres (4:7-8). Estos dones comenzaron a ser derramados en Pentecostés (Hch. 2:33).
    • El propósito de los dones. Efesios 4:11-13.
      • Pablo no menciona aquí los dones dados por Jesús, sino a cuatro grupos de personas receptoras de esos dones (4:11): (1) apóstoles; (2) profetas; (3) evangelistas; y (4) pastores-maestros. ¿Qué tienen en común todos ellos?
      • Son los dirigentes de la iglesia, los ministros que deben edificar “el cuerpo de Cristo” (4:12). Ellos son los responsables de conseguir y mantener la unidad (4:13).
      • En la iglesia del siglo XXI, el rol de “apóstoles” lo desempeñan los pastores que administran a un nivel superior a la iglesia local (Unión, División, …); los “evangelistas”, los pastores que se dedican exclusivamente a la predicación; los “pastores-maestros” son los que pastorean iglesias locales. ¿Y los profetas?
      • Dios no nos ha dejado sin este don que, actualmente, se manifiesta en la obra de Elena G. White.
  • El resultado de la unidad:

    • Crecimiento en Cristo. Efesios 4:14-16.
      • ¿Qué peligros pueden alterar la unidad (4:14 NVI)?
        • La falta de crecimiento (“niños”)
        • La aceptación de falsas enseñanzas (“zarandeados […] por todo viento de enseñanza”)
        • Lobos espirituales (“quienes emplean artimañas engañosas”)
      • Para evitar estos peligros, debemos afianzarnos en la verdad con amor, y esforzarnos en crecer en Cristo (4:15).
      • Aunque las personas citadas anteriormente por Pablo son responsables de mantener la unidad, todos y cada uno de los miembros de iglesia tenemos nuestra parte que realizar para alcanzar esa unidad (4:16).

Para meditar:

«La unión de los creyentes con Cristo conducirá, como resultado natural, a la unión entre ellos, la cual es la más duradera que pueda haber en la tierra. Somos uno en Cristo, así como Cristo es uno con el Padre». (Elena G. White, Testimonios para la iglesia, tomo 5, pg. 45).

«Es el plan de Dios que haya unidad en la diversidad. Entre los seguidores de Cristo debe existir la unión de los elementos diversos, uno adaptado al otro, y cada uno debe hacer su obra especial para Dios. Cada persona tiene su lugar en el cumplimiento de un gran plan que lleva la estampa de la imagen de Cristo». (Elena G. White, Nuestra elevada vocación, 12 de junio).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

 

Revista Adventista de España