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Lección 6 para el 11 de noviembre de 2023: MOTIVACIÓN Y PREPARACIÓN PARA LA MISIÓN.

Comenzar una misión sin planificarla ni realizar preparación alguna para llevarla a cabo es condenarla al fracaso.

Por eso, es necesario que nos preparemos adecuadamente para realizar la misión más importante de nuestra vida: compartir las buenas nuevas de la Salvación.

Repasando la historia de los apóstoles, comenzaremos estudiando la motivación –indispensable para el éxito de cualquier misión–; veremos los pasos previos a realizar antes de comenzar; cómo empezar la misión; y, finalmente, cómo continuar realizándola sin decaer ni desanimarnos.

  • Motivaciones para la misión:

    • Una experiencia personal.

      • Un grupo de mujeres fue al sepulcro y unos ángeles les dijeron que Jesús había resucitado. Corrieron a compartir la noticia. En el camino, Jesús mismo se les apareció. Llenas de gozo, comunicaron la noticia (Lc. 24:1-9; Mt. 28:8-10).
      • Pedro corrió al sepulcro, corroboró la historia de las mujeres, y quedó maravillado (Lc. 24:12). Sin embargo, no compartió la noticia hasta que tuvo un encuentro personal con Jesús (Lc. 24:34).
      • Otros dos discípulos corrieron desde Emaús hasta Jerusalén para contar que habían tenido un encuentro con Jesús resucitado (Lc. 24:30-33).
      • Finalmente, los discípulos creyeron cuando vieron personalmente a Jesús (Lc. 24:36). En ese momento, Jesús les encargó la misión que, hasta entonces, no estaban preparados para realizar (Lc. 24:46-49).
      • ¿Cuál fue el elemento que motivó a todos ellos a compartir el evangelio? Una experiencia personal con Jesús.
      • Nuestra experiencia personal con Jesús es lo que nos motiva a contar a los demás lo que Él ha hecho por nosotros.
    • Un fundamento profético.
      • Aunque la experiencia personal es sumamente importante, Jesús no se conformó con esto. Llevó a lso discípulos a una segunda experiencia: el conocimiento de la Palabra profética de Dios (Lc. 24:44-46).
      • A través del Antiguo y del Nuevo Testamento podemos ver cómo Dios anunció los eventos históricos, y cómo se cumplieron, especialmente los relacionados con el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús.
      • Estudiando las profecías podemos ver cómo la historia se ha ido desarrollando tal como fue anunciada en la Biblia (ver, por ejemplo, Daniel 2). Con este conocimiento podremos compartir con otros estas profecías y otras que aún faltan por cumplir, especialmente las relacionadas con la Segunda Venida de Jesús y la vida eterna.
  • Preparación para la misión:

    • Oración y preparación.

      • Aunque estaban motivados, y tenían ya el encargo de realizar la misión, se les pidió que esperasen aún un tiempo (Lc. 24:49; Hch. 1:4). ¿A qué dedicaron ese tiempo de espera?
      • A la oración (Hch. 1:14). “Los discípulos oraron con intenso fervor, pidiendo capacidad para encontrarse con los hombres, y en su trato diario hablar palabras que pudieran guiar a los pecadores a Cristo” (EGW, HAp. pg. 30).
      • A la preparación (Hch. 1:15-26). Siendo los 12 los encargados de dirigir la misión, propusieron reparar la ausencia de uno de ellos (Judas), de modo que pudiese seguirse el plan original.
      • Antes de comenzar cualquier proyecto para la obra de Dios, debemos buscar Su guía en oración, y preparar la logística de la acción: ¿qué vamos a necesitar? ¿Quién llevará a cabo cada parte? ¿Cómo conseguiremos los recursos? …
  • Practicando la misión:

    • Actividad unánime.

      • La preparación había terminado. Había llegado el momento de la acción (Hch. 2:1-8, 32, 36-41): actuaron de forma unánime; todos recibieron dones del Espíritu Santo; usaron estos dones para hablar de Jesús; ante la crítica, un líder defendió al grupo; se presentó a Jesús ante las personas; se les acusó de haberle crucificado; también se les aseguró que podían recibir el perdón; hubo un llamado al arrepentimiento; muchas personas aceptaron a Jesús.
      • Todos tenemos una parte que realizar en la misión. Para ello, cada uno es dotado de los dones que el Espíritu considera necesario (1Co. 12:11). De esta forma, toda la iglesia, unánime, proclama el mismo mensaje: Jesús tiene poder para salvar al más vil pecador.
    • Continuar sin decaer.

      • En un solo día, la iglesia ingresó 3.000 nuevos miembros (Hch. 2:41). ¿Debían dejar la predicación y atender a los nuevos miembros? ¿Debían dejar de atender a los nuevos miembros y seguir predicando?
      • La solución incluyó ambos aspectos (Hch. 2:42-47):
        • Atención a los nuevos miembros:
          • Doctrina (enseñanza)
          • Comunión (camaradería)
          • Partimiento del pan (Santa Cena)
          • Oraciones (en grupo)
        • Predicación del evangelio:
          • Todos se reunían en el Templo [de los judíos, no en una iglesia cristiana] para testificar de Jesús
          • Se relacionaban con todo el pueblo, ganándose su favor
      • Bajo la dirección de los apóstoles, los nuevos miembros se convertían en predicadores de la Palabra. Su vida mostraba el cambio producido por Jesús en sus corazones

Para meditar:

«Necesitamos nosotros mismos tener una viva relación con Dios, a fin de enseñar a Jesús a otros. Entonces podremos transmitir la viviente experiencia personal de lo que Cristo es para nosotros por experiencia y fe. Hemos recibido a Cristo, y con fervor divino podemos hablar de aquello que es un poder que reside en nosotros. La gente debe ser atraída a Cristo. Debe darse prominencia a su eficacia salvadora». (Elena G. White, Mensajes selectos, tomo 3, pg. 212).

«Aquellos que pertenecen a la familia de la fe nunca debieran dejar de reunirse, porque este es el medio que Dios ha designado para conducir a sus hijos a la unidad, a fin de que con amor y compañerismo cristiano se ayuden y fortalezcan y animen unos a otros». (Elena G. White, Nuestra elevada vocación, 9 de junio).

DESAFÍO SEMANAL

Piensa en alguien en tu vida que desearías que fuera creyente. Ora cada día para que esa persona tenga una experiencia personal con Jesús.

DESAFÍO AVANZADO

¿A quién estás discipulando y conduciendo a una relación con Jesús? Busca maneras de guiar a esa persona a la comunión con otros creyentes.

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España