Si la salvación depende de creer, el ser prosperado (crecer) en la vida espiritual depende de lo atento que estemos a “toda palabra que sale de la boca de Dios”
ESPIRITUAL
La Biblia entera es una revelación de la gloria de Dios en Cristo. Aceptada, creída y obedecida, constituye el gran instrumento para la transformación del carácter.
Nuestra iglesia es una familia de creyentes que se cuidan entre sí. Durante esta semana envía textos de ánimo a distintas personas de la familia de tu iglesia (no valen tus familiares).
Estamos viviendo en medio de las escenas finales de la historia de esta tierra. Las profecías se están cumpliendo rápidamente.
Esta es la iglesia que Cristo formó, la iglesia verdadera: una iglesia unida no solo en torno a las doctrinas, sino unida en amparar a los que más pequeños, débiles e incomprendidos por el mundo.
Que el gozo surja en nuestras vidas en medio del temor que ésta insólita y nueva situación a traído a nuestras vidas. El gozo nos permitirá ver a Cristo y adorarle.
Al virus de la formación e información manipuladas se opone el antivirus de la pureza que produce la sabiduría de lo alto.
Estos días vive la fraternidad, envía mensajes de ánimo, comparte en tus redes sociales textos bíblicos de esperanza y ánimo, llama a hermanos/as de tu iglesia, llama a tu pastor y/o anciano y hazle saber que oras por él/ella; ora por los gobernantes del país, por los enfermos, por los sanitarios, haz de la fraternidad un potente antivirus en este tiempo.
Tú también tienes buenas noticias que compartir, pues conoces a Jesús. Aprovecha todos los medios que tienes a tu disposición (por ejemplo, las redes sociales) para difundir estas buenas noticias.
Tanto en el combate microscópico como en el conflicto cósmico entre el bien y el mal, conocemos ya al Vencedor. El mismo que nos da la vida, nos regala herramientas para seguir ADELANTE
Con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.
No se auguran tiempos fáciles, pero se nos asegura que –cuando acabe la batalla–, al igual que Daniel, recibiremos nuestra heredad.
Dios nos habla por la naturaleza y por la revelación, por su providencia y por la influencia de su Espíritu.
Necesitamos mantener la confianza necesaria en el Señor, para dar un giro del pánico al servicio, del miedo hacia la solidaridad con aquellos que son más vulnerables.
Jesús es el fundamento de nuestra fe. En la medida que participemos de una comunión íntima con él, a través del estudio profundo de la Palabra, la oración, y el servicio al prójimo, nuestra fe irá creciendo.
Hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no creen necesario el antivirus del perdón.
Es cierto, hay enemigos poderosos ahí fuera. ¿Cuál es tu reacción? ¿Te desesperas o confías? ¿Crees en Dios a pesar de las circunstancias o según las circunstancias?
Dios nos creó por amor y nos redime por amor. Un amor que, poco a poco, nos va cambiando de nuevo a semejanza de Dios, pareciéndonos a Cristo
Le pregunté a Jesús: ¿Cuánto me amas? y Jesús dijo: «Todo esto…» y extendiendo sus brazos murió en la cruz por mi y por tí.
Aprendamos a “ser” iglesia en todo momento, especialmente en los momentos difíciles, y no solo limitarnos a “asistir” a ella.
Todos somos hijos pródigos. Pero al experimentar el perdón y la gracia de nuestro Padre, nos sentimos inspirados a servir a los demás y a hablarles de Él.
Cuando me ataquen, o cuestionen mis creencias y opiniones, responderé con la mansedumbre de Cristo si Él mora, por fe, en mi corazón.
Orad, pues; orad sin cesar. El Señor que oyó la oración de Daniel, oirá la vuestra si os acercáis a él como Daniel lo hizo.
Jesús nos considera a nosotros como un tesoro y como una perla de gran precio. Por eso, bajó a este mundo para poder rescatarnos y comprarnos.