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El texto bíblico que te propongo es un pasaje muy conocido. Se encuentra en los tres evangelios sinópticos, y en él se relata la historia del joven rico. En realidad es uno de los pasajes más tristes del Nuevo Testamento. La historia de un individuo que tuvo la gran oportunidad de oír la invitación de Dios a seguirle, pero la rechazó. No evaluó bien la situación, equivocándose en sus prioridades.

Pero antes de introducirme directamente en la lectura, en nuestro estudio. Me gustaría que cada uno contestase a sí mismo un par de preguntas:

¿Creo que la Iglesia ASD es el verdadero movimiento levantado por Dios o es la verdadera iglesia de Dios?

¿Creo que esta iglesia tiene una doctrina verdadera y enseña la verdad?

Imagino, que en este momento pensareis “¡que preguntas más extrañas! está claro que si venimos a esta iglesia, si estamos bautizados aquí, es porque creemos que esta es la iglesia verdadera. Esta es la iglesia que tiene una doctrina verdadera, es la iglesia que enseña la verdad.”

¿Qué es la verdad?

Hermanos, naturalmente alguien puede hacernos una pregunta muy legitima – ¿Qué es, la verdad? Esta es la pregunta con la que Pilatos interrogó a Jesús, y esta es la pregunta que muchos hacen hoy. ¿Qué es la verdad? Por eso, antes de introducirnos en la lectura del suceso del joven rico, os invito a hacer un pequeño estudio bíblico acerca de la VERDAD, que será como un repaso para nosotros, además nos servirá para entender un concepto importante el cual, en su lugar, nos ayudará a ver la historia del joven rico de otra perspectiva diferente.

El primer texto que trata acerca de la verdad, se encuentra en:
Juan 16:13 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

Aquí encontramos una promesa de Jesús de enviarles a sus discípulos al Espiritu Santo, que en su lugar los guiará para toda la verdad. Quiero que os fijéis en la palabra “toda”. Esta palabra pone la verdad en plural. Es decir nos demuestra que la verdad no es una sola cosa, sino un conjunto de varios aspectos, un conjunto de varios principios. Y las Sagradas Escrituras nos especifican en qué consiste y en que se basa toda la verdad. Muchos de vosotros ya sabéis que en la Biblia encontramos cinco aspectos o cinco pilares, o cinco columnas en las que se basa toda la verdad (o la verdad absoluta).

Los 5 pilares de la verdad

  1. Jeremías 10:10 “Mas Jehová es el Dios verdadero (es la verdad); él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.” Dios Padre es la verdad.
  2. Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Jesucristo es la verdad.
  3. 1 Juan 5:6 “Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. El Espiritu Santo es la verdad.
  4. Juan 17:17 “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” La palabra de Dios, la Biblia, es la verdad. El salmo 119:105 salmista escribió “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”
  5. Salmos 119:151 “Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.” Los mandamientos de Dios, la ley divina son la verdad.

Acabamos de encontrar los cinco pilares o cinco columnas en los cuales se basa toda la verdad. El siguiente texto se encuentra en: Juan 8:32 (son palabras de Jesús) “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

La verdad nos hace libres

Quiero preguntaros: La verdad, después de ser conocida, nos hará libres ¿de qué?
Nos librará de la esclavitud del pecado, nos librará de la condenación. En otras palabras, Jesús está diciendo que quien conoce la verdad será salvo. Esto es lo que entendemos en la expresión “hará libres.”

Ahora, con el estudio que hicimos hasta aquí, vamos a contestar juntos a una pregunta: ¿Será que todas las personas que conocen la verdad serán salvas? O mejor, la voy a replantear: ¿Es posible conocer estas cinco columnas de la verdad y perderse?… Aquí es cuando surge la duda. Necesitamos una ilustración…Y sin duda tenemos un muy buen ejemplo como el del Satanás…

Pensad un poco conmigo:
Satanás ¿conoció al Dios Padre? (Seguro. Fue creado por El)
El enemigo ¿conoció a Jesucristo? (Si. quería el lugar de Jesucristo en el cielo)
Satanás ¿conoció a la tercera persona de la divinidad, que es el Espiritu Santo? (Si)
Satanás conoce la Biblia y la conoce mejor que nosotros.
Estamos convencidos de que conoce también la Ley de Dios, que está en la Biblia y que es el reflejo del carácter de Dios.
Entonces… si Satanás conocía toda la verdad ¿por qué no se salva? ¿Por qué se perdió? Le faltó algo. Le faltó solo una cosa.

Satanás no permaneció en la verdad

El mismo Jesús contesta esta pregunta: Juan 8:44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”

Satanás no ha permanecido en la verdad. Este es el problema. Satanás nunca permaneció en la verdad. Porque una cosa es conocer la verdad, y otra cosa es permanecer en ella firmemente. Una cosa es conocer la verdad, y otra cosa vivir de acuerdo con este conocimiento que tenemos. Practicar esta verdad en nuestra vida diaria.

El joven rico

Teniendo esto en mente, vamos al evangelio de Lucas y leamos el pasaje que nos relata el encuentro del joven rico con Jesús. Estoy seguro de que todos conocemos esta historia, pero leámosla con atención: Lucas 18:18-23 “Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; tampoco matarás; ni hurtarás; ni dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.

Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.”

¿Por qué el joven fue atraído por Cristo? En el contexto inmediato, podemos ver como Jesús pasa el tiempo con los niños. Este joven percibió el amor que Cristo manifestaba hacia los niños; cuán tiernamente los recibía y alzaba en sus brazos, y el corazón de este joven ardía de amor por el Salvador. Sentía deseo de ser su discípulo. Se había conmovido profundamente…

Creo que la mayoría de nosotros vivimos algo semejante, cuando vemos y entendemos el amor de Jesús por el ser humano. Este joven corrió tras Jesús y arrodillándose a sus pies, le hizo con toda su sinceridad la pregunta de suma importancia para su alma y la del todo ser humano: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”

El problema del joven rico

Hermanos, a lo largo de muchos años escuché varios sermones sobre este relato, he leído libros donde comentaban esta historia y estaba seguro que el problema de este chico eran los bienes materiales, el dinero que él tenía. Pero cuando empecé estudiar esta historia con más delicadeza, entendí que la raíz del problema de este joven es mucho más profunda.

Quiero que hoy analicemos con mucha atención este relato bíblico. Cuando el joven pregunta: “¿qué haré para heredar la vida eterna?” ¿Cuál es la respuesta de Jesús? “Guarda los mandamientos” Nosotros sabemos que los diez mandamientos se dividen en dos grupos, Jesús mismo hace esta división.

Los mandamientos y el amor

Los primeros cuatro mandamientos pertenecen a primer grupo, y nos hablan de nuestro amor a Dios. (Amarás a tu Dios por encima de todo) y los seis restantes hablan de nuestro amor a nuestro prójimo (ama a tu prójimo como a ti mismo) ¿Al cual de los dos grupos se refiere Jesús al decirle al joven “guarda los mandamientos”? ¡¡¡Al segundo!!! (el amor al prójimo)

¿Qué había afirmado el joven? “Todo esto lo he guardado desde mi juventud.” El joven afirma, que conoce, que guarda desde su niñez los mandamientos referidos al amor al prójimo. Entonces Jesús le dice: “Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.”

Con otras palabras Jesús le dice: – ¿Tú afirmas que conoces la verdad, afirmas que amas a tu prójimo como a ti mismo? VIVE DE ACUERDO CON TU CONOCIMIENTO. Demuestra en la práctica este amor. Vende todo lo que tienes y dáselo al prójimo. Aquí estaba el verdadero problema de este chico. Es muy fácil decir que yo conozco la verdad, es muy fácil afirmar que yo guardo la verdad, pero es mucho más difícil vivir conforme a aquello que afirmamos.

Una cita de espíritu de la profecía dice:
Su aserto de que había guardado la ley de Dios era falso (…) No podía guardar los mandamientos de Dios mientras el mundo ocupaba el primer lugar en sus afectos. Amaba los dones de Dios más que al Dador.” (DTG. Capítulo 57—“Una cosa te falta”)

No es cuestión de dinero, sino de prioridad

Muchas veces no nos identificamos con este joven, pensamos que no somos ricos, ya que el joven tenía mucho dinero, no somos influyentes y el joven tenía una posición muy elevada en la sociedad. Pero Dios me muestra que muchas veces estoy actuando de la misma forma. Porque, de nada sirve conocer la verdad y no permanecer en ella. De nada sirve conocer la verdad y no afirmarse en ella, no practicarla.

No sirve de nada saber que estamos en la iglesia verdadera, iglesia que enseña la verdad y no ser parte de esta iglesia. Algunos pueden decir: nosotros somos parte de esta iglesia, estamos bautizados aquí, y todos los sábados nos encontramos aquí. Puede ser un engaño, mi hermano y mi hermana. Podemos estar engañados como este joven estaba engañado.

Este movimiento, esta iglesia fue levantada por Dios en 1844 con un único objetivo: avisar al mundo, avisar a las personas en qué tiempos están viviendo, proclamar la breve segunda venida de Cristo Jesús, anunciar el juicio investigador. El mensaje de esta iglesia es la última oportunidad para el mundo. Y ¿yo? ¿Qué hago yo con el conocimiento que tengo?

Será que yo realmente estoy haciendo parte de esta iglesia o estando dentro en realidad estoy fuera como ha acontecido con aquel pobre joven del evangelio de Lucas. Nosotros conocemos esta historia como historia de un joven rico, aunque en realidad, este joven solo pensaba que era rico y que poseía mucha riqueza, pero en realidad era muy pobre, no tenía nada de verdadero valor.

La iglesia de Laodicea

Hermanos, esto nos hace recordar algo. ¿No nos hace recordar a alguien de la Sagrada Escritura, que pensaba que era muy rico, pero en la realidad era pobre, ciego y desnudo? “LAODICEA” Apocalipsis 3:17 “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”

Ahora sí, este es el mensaje para los cristianos de los últimos tiempos, este es el mensaje para nosotros… Yo he entendido mejor el mensaje a la iglesia de Laodicea estudiando la historia de este joven. La iglesia de Laodicea está llena de hombres y mujeres que son ricos en verdad, ricos en el conocimiento de doctrinas y enseñanzas. Hombres y mujeres que conocen la verdad, pero no son transformados por esa verdad. No dejan que esta verdad les transforme, les cambie. Están convencidos en la verdad, en vez de estar convertidos por esta verdad.

Otra cita de El Deseado de Todas las Gentes nos dice, sobre el joven rico: “… Quería el tesoro celestial, pero también quería las ventajas temporales que sus riquezas le proporcionarían. Lamentaba que existiesen tales condiciones; deseaba la vida eterna, pero no estaba dispuesto a hacer el sacrificio necesario. El costo de la vida eterna le parecía demasiado grande….” (DTG. Capítulo 57—“Una cosa te falta”)

El precio de la vida eterna

¿Tú quieres la vida eterna? ¿quieres el tesoro celestial? ¿Estás dispuesto a pagar el precio que Dios te pide? ¿vas a renunciar a las ventajas temporales que este mundo te ofrece para seguir al Salvador por donde te llame? ¿Estás dispuesto practicar la verdad que conoces?

Jesús se entregó completamente por ti y no acepta algo menor de tu parte. ¿Por qué? Voy a leer una cita más: “El guardar poco o mucho sin entregarlo a Dios sería retener aquello que reduciría su fuerza moral y eficiencia; porque si se aprecian las cosas de este mundo, por inciertas e indignas que sean, llegan a absorberlo todo.” (DTG. Capítulo 57 —“Una cosa te falta”)

Muchas veces cambiamos el cielo por las cosas pequeñas, que a simple vista no tienen valor alguno: un plato de comida (conocemos a gente en la Biblia que ha cambiado las bendiciones espirituales por un plato de comida). O tal vez, por el tiempo que pasamos mirando la pantalla de la tele, ordenador, teléfono, etc. Paseando sin rumbo por las redes sociales. Y estas cosas llegan a ser tan grandes, que hasta pueden llegar a cerrar el cielo para nosotros.

¿Será que en vez de permanecer en la verdad, en vez de entregarle todo a Cristo, de dejar que la verdad me transforme, me convierta en un cristiano fervoroso… estoy guardando distancia con Cristo, guardando algo para mí, contentándome con el estado de un cristiano convencido?. Como aquel joven, quien era desde su infancia un religioso convencido que nunca había decidido volverse un cristiano convertido.

Diferencias entre un cristiano convencido y un cristiano convertido

  • Un cristiano convencido normalmente lleva una vida doble, una en casa/trabajo y otra en la iglesia. Pero un cristiano convertido no cambia cuando está lejos de su pastor o lejos de sus hermanos. Sus palabras, sus acciones son movidas por la fe.
  • Un cristiano convencido todos los fines de semana va a iglesia. Pero no presta atención a los cultos. Su principal objetivo es mirar los demás y compararlos con su modelo de perfección. Su cuerpo está presente pero el espíritu y la mente ausente. El cristiano convertido escucha en los cultos, procura ayudar a los demás, el viene para escuchar la voz de Dios y siempre es tocado a la hora de la predicación.
  • Un cristiano convencido esta perdonando a los demás para ser perdonado, pero un cristiano convertido sigue el ejemplo de su Maestro, perdona por amor.
  • Un cristiano convencido guarda el sábado porque es un mandamiento, el cristiano convertido guarda el sábado porque es un día de encuentro con su Creador y su Salvador.
  • Mi hermano, mi hermana: ¿cómo te conoce tu familia? ¿Cómo un cristiano convencido o como un cristiano convertido? Tus vecinos, tus colegas de trabajo, ¿te conocen como cristiano convencido o un cristiano convertido? Un cristiano sigue en todo a su Maestro, cueste lo que cueste, acontezca lo que acontezca él está firme en la verdad que un día conoció.

El plan que Cristo tenía para el joven rico

Hay una cita que habla sobre el plan que Cristo tenía al respecto de este joven. “Cristo, leyendo su carácter, le amó (…) Jesús anhelaba verle colaborar con Él. Anhelaba hacerle como Él, un espejo en el cual se reflejase la semejanza de Dios. Anhelaba desarrollar la excelencia de su carácter, y santificarle para uso del Maestro. Si el príncipe se hubiese entregado a Cristo, habría crecido en la atmósfera de su presencia. Si hubiese hecho esa elección, cuán diferente hubiera sido su futuro.” (DTG. Capítulo 57—“Una cosa te falta”)

Lo que ganó este joven nunca podrá compararse con lo que ha perdido.

Jesús hoy está mirándote de la misma forma como miraba a ese joven. ¡Cristo te ama! Y te está haciendo la misma invitación que hizo a aquel joven.

Él quiere transformarte. Quiere cambiar tu vida, tu carácter… Él quiere conducirte al cielo. Pero entre tú y El hay una sola cosa… Una cosa te falta: ¡Tu decisión!. Tu elección de permanecer en la verdad, afirmarte en la verdad que un día conociste. Crecer en ella, y dejarte trasformar por ella… ¿Qué respuesta darás a esta invitación?

El príncipe dijo: “No, yo no puedo darte todo”. ¿Le dirás lo mismo? O responderás como el apóstol Pedro: “Señor, ¿a quién iré? Tú tienes palabras de vida eterna”.
Yo quiero decirle sí a Jesús. Y espero que este también sea tu deseo. ¡Amén!

Autor: Vadym Krynychnny, pastor de las iglesias Valencia Internacional, Málaga (Ucranianos) y Denia. Está en el ministerio desde el año 2018. Casado con Alina, tienen dos hijas: Sofía y Mónica. Éste sermón fue presentado el 7 de noviembre, en el culto divino de la mañana por zoom, con motivo de su presentación como pastor en la iglesia de Denia. Imagen: Photo by Sharon McCutcheon on Unsplash

 

 

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