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Lección 7 para el 14 de noviembre de 2020

En cierta ocasión, Dios mostró ante Ezequiel a los ancianos de Israel adorando imágenes de reptiles; a las mujeres adorando a Tamuz; y a los sacerdotes adorando al sol (Ezequiel 8).

A todas estas formas de adorar, Dios las llamó “abominaciones”. Incluso de ciertas formas correctas de adoración a Dios, Él dijo “no lo puedo sufrir” (Isaías 1:13).

A Dios le importa qué adoramos, cómo adoramos y por qué adoramos. Por tanto, es importante conocer los fundamentos de la verdadera adoración.

  • Motivos de adoración.

    • Al igual que Dios puso el anhelo de eternidad en nuestro corazón (Eclesiastés 3:11), ha colocado también un anhelo de adoración.
    • En la actualidad, este anhelo toma formas de adoración más sutiles: el dinero; el poder; el sexo; deportistas de élite; cantantes; líderes políticos o espirituales; o a nosotros mismos.
    • Como nos muestra la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego (Daniel 3), para Dios es importante que enfoquemos nuestra adoración correctamente: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás” (Lucas 4:8).
  • Educar en la adoración.

    • Dios le dio al pueblo de Israel un libro especial para aprender a adorar: los Salmos.
    • Un ejemplo didáctico lo encontramos en el Salmo 78:
      • Cómo adorar: Contando el poder, las maravillas y las leyes de Dios.
      • Con qué objetivo: Que las generaciones futuras conozcan a Dios y lo alaben.
      • Qué se consigue: Confianza en Dios; obediencia a los mandamientos; evitar la rebeldía; fidelidad; guardar el pacto; permanecer unidos a Dios.
    • Cómo adorar.
      • En su conversación con la mujer samaritana, Jesús nos dio dos formas básicas y necesarias para adorar a Dios:
        • En espíritu: Nuestra adoración surge de nuestro amor a Dios y de una experiencia personal con Él. Es el fruto de la obra del Espíritu Santo (Efesios 2:18).
        • En verdad: Con un conocimiento correcto de Dios y de lo que Él requiere de nosotros (Juan 4:22).
      • La verdadera adoración surge, pues, como resultado de conocer y obedecer a Dios, y del estudio de las verdades reveladas acerca de Dios.
    • El contenido de nuestra adoración.
      • Una de las escenas de adoración más alegres la encontramos en 1ª de Crónicas 16. ¡David danzaba alegremente ante el arca y distribuía viandas entre el pueblo!
      • Para David no podía haber mayor motivo de júbilo que adorar a Dios en su Santuario (Salmo 84:2).
      • Y es que en el Santuario encontramos el verdadero contenido y razón para nuestra adoración: el plan de salvación prefigurado en cada uno de sus rincones.
      • Somos un pueblo santo que adoramos a un Dios Santo (1ª de Pedro 2:9). Esa santidad la alcanzamos gracias al sacrificio de Cristo. Ése debe ser el contenido principal de nuestra adoración: meditar en el amor redentor de Dios.
    • La falsa adoración.
      • La adoración no es un tema baladí. Antes de la Segunda Venida de Jesús, la adoración dividirá al mundo en dos partidos: los que adoran a Dios según Él desea, y los que no (Apocalipsis 13).
      • Evidentemente, Dios acepta la adoración sincera realizada en forma incorrecta cuando el adorador no tiene mayor conocimiento (Hechos 10:34-35).
      • Pero Dios merece la mejor y más perfecta adoración que podamos darle. De ahí la importancia de educarnos correctamente en la verdadera adoración.

Para meditar:

“Nuestra casa de oración podrá ser humilde pero no por eso será menos conocida por Dios. Si adoramos en espíritu y en verdad y en la hermosura de la santidad, ella será para nosotros la misma puerta del cielo. Cuando se repiten las asombrosas lecciones de las obras de Dios y cuando la gratitud del corazón se expresa en oración y canto, ángeles del cielo inician una melodía y se unen en alabanza y agradecimiento a Dios”. Elena G. White (En los lugares celestiales, 8 de octubre).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Res ponsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España