La verdadera sabiduría es mucho más que inteligencia. Es el conocimiento de Dios, el Creador de todo cuanto existe. A Su lado, la perspectiva de la vida cambia totalmente.
ESPIRITUAL
Aunque todos somos llamados a la salvación, Dios nos llama de forma especial para realizar una tarea específica dentro de Su plan.
Salomón fue un hombre que pidió sabiduría, y Dios se la concedió. Nos dejó hermosos proverbios con grandes enseñanzas para la vida.
Ya sea que nos toque actuar como dirigentes en algún proyecto, o en nuestra relación habitual con los demás, debemos incluir a Dios en nuestros planes
Dios nos da sabiduría para que podamos servir a los demás. La verdadera sabiduría no la puede dar este mundo, sino solamente el Creador.
Llegó a ser Esdras un portavoz de Dios que educaba en los principios que rigen el cielo a cuantos le rodeaban. Su obra principal consistió en enseñar.
El inmigrante es un humano creado por Dios a Su imagen y semejanza, con dignidad y atributos que no pueden ser cosificados en base a su condición migratoria.
Josué terminó su discurso asegurando que él y su casa servirían a Dios. Pídele a Dios que seas una influencia positiva en tu familia.
Cada iglesia cristiana es una comunidad de siervos. Para servirnos los unos a los otros y para servir a la comunidad.
Debemos buscar la voluntad de Dios, ser cuidadosos y obedecer sus mandamientos. Si quieres tener éxito, sigue el Plan de Dios.
La misericordia no es algo puntual o forzado en la vida del creyente. Debemos cultivar un espíritu generoso, un deseo permanente de ayudar a los demás.
“Te amo tanto, que morí por ti. Has cometido errores, pero Yo los borro con mi sangre si tu vienes a mi arrepentido y no quieres volverlo a hacer”.
Mente y corazón son complementarios y parte del ser humano. No podemos anular la razón, ni tampoco la emoción. Hacerlo implicaría un desequilibrio.
En la vida encontraremos pasos difíciles como el del Jordán. Sin embargo, como Moisés o Josué, no debemos rendirnos ¡Siempre hacia adelante y hacia arriba!
“Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales” (1ª de Corintios 15:19 NVI).
Servir a los demás, en nombre de Dios, puede ser una aventura y un desafío. El gozo en esta vida proviene de servir a un Dios amante, como hizo Moisés.
El evangelio nos cambia. Cuando conocemos a Cristo, y vivimos una relación personal con Él, el Espíritu Santo nos va transformando a imagen de Jesús.
Este mes de septiembre se cumplen 450 años de la publicación de la famosa traducción de la Biblia, de Casiodoro de Reina: La Biblia del Oso.
Las personas sabias nunca dan por terminado el aprendizaje. Son inquietas y curiosas y se alegran mucho de aprender algo nuevo.
En la iglesia crecen juntos el trigo y la cizaña. Dejémoslos crecer, que Dios juzgará en su momento. Nosotros centrémonos en crecer en Cristo.
Podemos atrevernos a enfrentar cualquier reto, con valor, si estamos aferrados de la mano de Dios en oración y hacemos Su voluntad. El Señor nos ayudará.
Solamente amando y sirviendo desinteresadamente a quienes necesitan ayuda podremos dar una demostración práctica de las verdades del Evangelio.
Cordero de Dios, ayúdame a ser parte de tu esposa fiel que espera tu regreso como una novia ataviada para su marido. Que tu llegada no me tome por sorpresa.
Hoy hablamos de la construcción del Santuario. Y es que, cuando los hijos de Dios trabajan y adoran juntos, el Señor se une a ellos.