ESPIRITUAL
«Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca». (Lucas 21: 25, 28).
Se nos pide que guardemos el sábado exactamente por las dos razones por las que Dios merece la alabanza y la adoración: Él creó y él salvó.
Para los israelitas era imposible salir de Egipto. Dios tuvo que intervenir. Así será también al final: llegará ese día de liberación total.
Rechazar al Espíritu Santo es grave porque él es quien nos lleva a Jesús, que es el único que nos puede salvar.
Cierra el año alabando a Jehová. Él merece nuestra adoración. Pronto volverá. Un año más ha pasado y ya falta uno menos para verlo volver.
El texto de Oseas se dirige al pueblo de Dios. La iglesia es iglesia cuando responde al llamado y se ofrece para extenderlo al mundo.
Hay teologías que no dejan de ser «nubes sin agua». «Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras dichas por los apóstoles…».
El verano se ha acabado, pero el año sigue. Es hora de pedirle a Dios que me ayude a ser iglesia, ofreciendo refugio a quienes necesitan paz.
«¡A la ley y al testimonio!» (Isaías 8: 20). Estudiemos la Biblia. Aunque estemos rodeados por la mentira, la verdad prevalecerá.
Qué privilegio es ser un embajador de Jesucristo. Pablo en el 2ª Cor. 5, habla de cómo debemos ser los seguidores de Jesús.
Aquel día de preparación fue dramáticamente único en la historia de la humanidad. Más allá de la religión, aquel día se sellaría la redención.
Reafirmación de los criterios bíblicos para el Ministerio pastoral y las enseñanzas bíblicas sobre la sexualidad humana.
Cuando nos encontramos realmente con Jesús sentimos el fuego por compartirle y, como Pablo, pasamos de ser fariseos a instrumentos de gracia.
Junto a los que viajan conmigo a Jerusalén, quiero preparar mi corazón para: «estudiar y cumplir la ley del Señor. Y entonces, enseñar a Israel».
Podemos desearnos un feliz año, pero solo será feliz, pase lo que pase, si priorizamos bien. Si ponemos a Dios en primer lugar.
Estoy subiendo en el ascensor de mi hotel hasta la planta 17 con una pareja de Zimbabue. No tienen nada que los identifique como adventistas, pero sé que lo son.
En el precioso Nombre de Jesús, llamo a mis hermanos y hermanas a salir de Babilonia y dejar atrás la confusión.
Tenemos una nueva oportunidad de colaborar en la abundancia que todavía la providencia nos permite vivir antes que vengan los días malos.
Querida iglesia: amar lo es todo, pero el amor no debe justificar las actitudes que contradicen la Palabra de Dios.
Jesús estableció que la razón por la que el mundo conocerá que somos sus discípulos es si tenemos amor los unos por los otros.
La religión de Cristo se mide por el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Tener la mente de Cristo implica vivir una fe poderosa en el Espíritu y no una religión formal basada en la sabiduría humana.
Frente a la confusión, el desorden, etc. Pablo levanta, una vez más, a Jesús. Ante los desafíos hoy, debemos seguir la misma estrategia.