Todos formamos parte del árbol genealógico del amor de Dios. Estamos emparentados. Dale gracias a Dios por pertenecer a su familia.
ESPIRITUAL
Vivir en una sociedad 24-7, que trabaja veinticuatro horas al día siete días a la semana es un auténtico reto. ¿Podemos hallar descanso?
El Instituto de Investigación Bíblica de la Asociación General responde a preguntas sobre la marca de la bestia y los eventos finales.
¿La maternidad como medio de salvación? Entendamos el texto en su contexto. La salvación no requiere engendrar hijos. Solamente Dios salva.
La tierra será transformada. Agradece a Dios por la paz que disfrutaremos en la Tierra Nueva, y por todas sus bendiciones.
A medida que andamos con Jesús en esta vida, podemos estar llenos de su amor, satisfechos con su presencia. Es parte del Nuevo Pacto.
El resultado de la guerra entre Dios y Satanás ya está decidido. Jesús obtuvo la victoria cuando murió en la cruz para salvarnos.
Todo el pacto se basa en las seguras promesas de Dios. Cuando por la fe nos aferramos a ellas, y las reclamamos, transforman nuestra vida.
Descubre cuáles serán las dos actividades principales a las que nos dedicaremos durante los mil años, o milenio.
No podemos ver a nuestro Mediador con los ojos naturales, pero mediante la fe vemos a Cristo frente al propiciatorio.
Lo que vives en este mundo es menos de un segundo de la eternidad. Con Jesús te espera una nueva vida, eterna y perfecta, de felicidad.
Aunque este pacto fue hecho con Adán, y se renovó con Abraham, cuando Cristo lo ratificó fue llamado el nuevo pacto.
Dios legisló la esclavitud para humanizarla, mientras anunciaba la llegada de un jubileo final en el que la esclavitud llegaría a su fin.
Jesús nos defiende, Él es nuestro abogado. Sólo tenemos que aceptar su sacrificio en la cruz, reconociéndolo como nuestro Salvador personal.
El sábado es más que una mera porción de tiempo; es la promesa de una relación rica y significativa con Dios.
Para pertenecer a este reino de amor tengo que obedecer los diez mandamientos por amor a Dios (Juan 14:15) y a los demás.
Cuando hablamos del Pacto Eterno, hablamos de una relación perdurable en el tiempo. Para eso es necesario establecer normas y límites.
«Como creyentes, tenemos en nosotros la semilla de la vida eterna que se hará realidad en la segunda venida de Jesús» (W. Johnsson).
Si os entregáis a Cristo, el salvador, su carácter reemplazará al vuestro y seréis aceptados por Dios como si no hubierais pecado.
El cielo y la Tierra Nueva son reales. Viviremos con Dios eternamente gracias a los regalos del cielo, el mayor de los cuales es Jesús.
Si hemos de llegar a poseer la herencia celestial, debemos entrar en una relación de pacto con Dios. Ser distintos en carácter y prácticas.
Creer es ver porque la fe abre nuestros ojos espirituales y alcanzamos a ver realidades que, de otro modo, son inalcanzables.
Los hijos de Dios son sus representantes en la tierra y él quiere que sean luces en medio de las tinieblas morales de este mundo.
¿Eres un mendigo de la vida, que solo ansía dinero, éxito social, relaciones humanas… o eres rico en Dios porque Él es tu tesoro?