Dios tiene, en Cristo, un regalo para todo el mundo. Algo que ya nos ha dado: la vida. Y no sólo por creación sino también por redención. ¡Sépalo el mundo!
Lo que comenzó el 22 de octubre de 1844 llegará a su fin: Cristo se despojará de sus vestimentas de Sacerdote para ponerse las de Rey y vendrá a buscarnos.