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Lección 12 para el 17 de septiembre de 2022: MORIR COMO UNA SEMILLA.

Hablando con unos griegos, Jesús les resumió el plan de salvación de este modo: «Ciertamente, os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto». (Juan 12: 24 NVI).

Aunque inicialmente Jesús se refería a su muerte redentora, estas palabras se aplican perfectamente a la experiencia espiritual de todo creyente.

  • El proceso de la semilla:

    • Cae a la tierra: Humillarse.
      • ¿Cuál es este “sentir” de Jesús que nos invita Pablo a imitar en Filipenses 2:5?
      • Jesús “se humilló a sí mismo” (Filp. 2:8). Renunció a sus derechos como gobernante del universo; se hizo siervo de los hombres; y murió en la cruz (Filp. 2:6-8).
      • Su muerte redentora fue precedida por la renuncia y el servicio. ¿A qué estoy dispuesto a renunciar, y cuán dispuesto estoy a servir a otros para seguir el ejemplo de humildad de Jesús?
      • Muchas veces, el hecho de morir a mi mismo, humillarme y renunciar a mis derechos por amor a otros implica someterme voluntariamente al crisol.
    • Muere: Morir al yo.
      • Un sacrificio implica la muerte del animal. El sacrificio del creyente implica la muerte al yo. La muerte a nuestros pensamientos y deseos pecaminosos (Rom. 8:13; Col. 3:5).
      • ¿Qué obtendremos cuando nos ofrezcamos “en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios” (ver Rom. 12:1-2)?
      • Una mente renovada, y un conocimiento experimental de la voluntad de Dios para nuestra vida.
      • La muerte al yo es dolorosa, pero imprescindible para tener una mente nueva; una mente que sea capaz de entender “las cosas del Espíritu” (Rom. 8:5).
    • Da fruto: Escuchar y obedecer.
      • En los capítulos 2 y 3 de 1ª de Samuel, se presentan tres casos de personas que escucharon, pero que reaccionaron de distintas formas.
        • Los hijos de Elí escucharon a su padre, pero no le obedecieron (1S. 2:22-25)
        • Elí escuchó la voz del profeta, pero obedeció a medias (1S. 2:27-36; 3:13)
        • Samuel escuchó la voz de Dios, y obedeció (1S. 3:10-11, 15-19)
      • Cuando el Espíritu Santo nos habla espera una respuesta de nuestra parte. Al escuchar su voz, no debemos acallarla. Nos está comunicando la voluntad de Dios para nosotros. Nuestra respuesta ha de ser siempre la obediencia.
  • Impedimentos para el crecimiento:

    • Autosuficiencia
      • Tomar las decisiones confiando en nuestro propio juicio, en lugar de confiar en la Palabra de Dios, nos expone a todo tipo de problemas.
      • Así ocurrió con Eva (Génesis 3:6), con terribles consecuencias. Observemos cómo fue este proceso en el caso de Saúl (1S. 13:11-12).
        • Observó (“vi”)
        • Evaluó (“me dije”)
        • Actuó (“Me esforcé”)
    • Aunque tenía instrucciones claras de Dios, Saúl temió (1S. 10:8; 13:8); dio rienda suelta a sus sentimientos; y concibió un plan que “mejoraba” el propuesto por Dios. Fracasó al confiar en sí mismo.
    • Sustitutos 
      • La forma en que enfrentemos los problemas determinará nuestro “fruto”. La única forma segura es confiar en el plan de Dios.
      • Pero solemos buscar otros sustitutos: la lógica humana; nuestra experiencia; la negación del problema.
      • Al reconstruir el templo, Zorobabel enfrentó graves problemas para llevar adelante la obra. Al igual que a él, Dios nos anima a no confiar en nosotros mismos, sino en la Palabra de Dios, y en el poder del Espíritu Santo (Zac. 4:6-9).

Para meditar:

«Es vital que comprendamos cuán imprescindible es morir al yo. La crucifixión de este colocará a las almas en una posición ventajosa. Insto a todos los que profesan ser cristianos a que mueran al yo de modo que puedan atizar una nueva vida por el poder del Espíritu Santo. El archienemigo está trabajando con todo engaño de injusticia en los que se pierden. Diariamente, necesitamos el poder de Dios que convierte, o no podremos seguir en las huellas de Cristo. En tanto la mente se ilumine en lo que respecta a la pureza y santificación y el corazón responda a los esfuerzos del Espíritu Santo, el resultado será una conversión diaria». Elena G. White (Alza tus ojos, 12 de septiembre).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

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