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Lección 7 para el 13 de noviembre de 2021: LA LEY Y LA GRACIA.

Dios creó seres moralmente libres, capaces de amarle y obedecerle. Pero, para amar y obedecer se necesita algo más que libertad.

Se necesita conocer a Aquel a quien se ama, y saber de alguna forma lo que es correcto hacer y lo que no (es decir, someterse a una ley).

¿Cuál es la relación entre la Gracia y la Ley, y cómo se interrelacionan en la vida de los creyentes?

  • La Ley en un mundo perfecto.

    • ¿Existía la Ley antes de que la raza humana fuese creada?
    • Ezequiel nos habla de la conducta perfecta de Lucifer y de la maldad en la que cayó (Ez. 28:15-16).
    • Para evaluar si una conducta es correcta o no se necesita una norma que dicte la diferencia entre lo que se puede y lo que no se puede hacer.
    • Esto implica que, en el Cielo, mucho tiempo antes de que la raza humana existiese, había una Ley, una Norma divina que dictaminaba si un ser era irreprochable o pecador.
  • La Ley y la Gracia.

    • La Ley es inherente al pacto (Dt. 4:13). Sin embargo, en ningún lugar dice que Dios les daría la Tierra Prometida si obedecían la Ley, o que los sacó de Egipto porque eran un pueblo obediente. Lo hizo por amor (Dt. 7:8). Esto es GRACIA.
    • La Gracia de Dios nos perdona por haber violado su Ley, y la Gracia de Dios nos permite obedecer su Ley también, una obediencia que surge de nuestra relación de pacto con Él.
  • La Ley que nos beneficia.

    • Una cualidad divina que permea el libro de Deuteronomio es el amor. Dios da amor y pide amor. ¿Por qué un Dios de amor pone límites a sus hijos a través de una Ley estricta?
    • Precisamente porque nos ama. Su amor le lleva a desear lo mejor para nosotros. Y lo mejor para nosotros es evitarnos problemas y darnos prosperidad. Ese es el rol que cumple la Ley.
    • Como un vallado de protección, nos guarda de cometer errores, y nos enseña cómo comportarnos para tener una relación sana con Dios y con nuestro prójimo, para nuestro bien.
  • La Gracia que nos redime.

    • Al recordarles los Diez Mandamientos, Moisés le dio un nuevo enfoque al cuarto mandamiento. En lugar de hacer énfasis en Dios como Creador, lo hace en Dios como Redentor.
    • Dios no redimió a Israel de Egipto porque eran justos, sino porque les extendió su gracia. Una vez redimidos, nos pide que respondamos a su gracia guardando su Ley.
    • De esta forma, la Ley se convierte en una respuesta a la gracia redentora, y no en un agente de redención. En realidad, obedecer la Ley es una forma de transmitir a otros la gracia que Dios nos ha concedido (Lv. 19:18).
  • ¿Salvados por la Ley?

    • ¿Qué relación tiene mi justicia (mi perfecta observancia de la Ley) con mi salvación?
    • Dios determinó nuestra salvación antes de crear al ser humano (2Tim. 1:9). Antes de que hiciésemos algo bueno, Jesús murió para salvarnos (Rm. 5:8).
    • Ninguna buena obra nos da acceso a la salvación (Tito 3:5). Dios ya ha hecho todo lo necesario para que nos salvemos. Independientemente de nuestro comportamiento, Dios nos extiende su gracia.
    • Al aceptar por fe esta gracia, Él escribe su Ley en nuestro corazón, y su Espíritu nos da poder para obedecerla.

Para meditar:

“La Ley dada en el Sinaí era la enunciación del principio de amor, una revelación hecha a la tierra de la Ley de los cielos. Fue decretada por la mano de un Mediador, y promulgada por Aquel cuyo poder haría posible que los corazones de los hombres armonizaran con sus principios”. Elena G. White (El discurso maestro de Jesucristo, pg. 44).

“Dios ama a los ángeles impolutos que están a su servicio y obedecen sus mandatos; pero no les concede gracia: nunca la han necesitado, porque nunca pecaron. La Gracia es un don otorgado a los indignos seres humanos. No la buscamos; fue enviada para que nos buscara. Dios se complace en extender su gracia a todos los que tenemos hambre y sed de ella, no porque la merezcamos, sino porque somos indignos. Nuestra necesidad es el requisito que nos da la certidumbre de que vamos a recibir el don”. Elena G. White (Testimonios para los ministros, pg. 519).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España