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Lección 3 para el 16 de julio de 2022: LA JAULA DEL PÁJARO.

Una manera en la que se puede enseñar una melodía específica a un pájaro es tapar su jaula y aislarlo. De esta forma, se puede concentrar en la melodía que oye, para poder imitarla.

En ocasiones, Dios permite que seamos llevados a “jaulas tapadas” donde no podemos ver más allá de las dificultades que nos rodean. Profundizaremos en cómo y por qué ocurre esto.

  • ¿Cómo somos probados?

    • Conducidos a un callejón sin salida.
      • Al sacarlos de Egipto, Dios no quiso llevar al pueblo de Israel por el camino fácil “para que no se arrepienta […] y se vuelva a Egipto” (Éx. 13:17). Sin embargo, los llevó a un callejón sin salida. Rodeados por montañas y con el mar enfrente (Éx. 14:3). ¿Por qué?
        • Para mostrar su poder salvador (Éx. 14:13)
        • Como testimonio para los incrédulos (Éx. 14:18)
      • ¿Y qué pasaba con el pueblo de Israel? También ellos tenían algo que aprender. Necesitaban comprender que Dios estaba con ellos, y que podía ayudarles en cualquier situación o problema que enfrentasen.
      • En las dificultades, debemos someter nuestra mente y corazón a la dirección divina, y estar dispuestos a que Dios nos instruya (Éxodo 14:31).
    • Probados en la necesidad.
      • Tras cruzar el Mar Rojo, Dios guio a Israel por lugares secos. Cuando sus reservas de agua estaban al límite, hallaron agua en Mara. Pero el agua era insalubre (Éx. 15:22-23).
      • Tras sanar las aguas, Dios los llevó a un nuevo lugar donde no había agua. ¡Parecía que Dios quería “matarlos de sed”! (Éx. 17:1-3).
      • ¿Acaso no debemos esperar los cristianos que Dios supla nuestras necesidades básicas (Lc. 12:29-30)?
      • Dios quería que fuesen conscientes de la situación en la que estaban, y de que Él estaba con ellos siempre. Debían sentir su necesidad de Dios. Aprender que, separados de Él, nada podrían hacer (Jn. 15:5).
    • Expuestos a la tentación.
      • Una cosa es ser tentados por nuestros “malos deseos” (Stg. 1:14 NVI), y otra es ser colocados por Dios en un lugar o situación en la que permite que seamos tentados.
      • En el segundo caso, Dios nos somete a una prueba. Nos coloca en un “crisol” para purificarnos (o quemarnos, si cedemos a la tentación).
      • En estas situaciones debemos aferrarnos a las promesas de Dios (1 Co. 10:13), e imitar la forma en la que Jesús hizo frente a la tentación (Lc. 4:1-13).
  • ¿Con qué fin somos probados?

    • Fortalecer la fe.
      • Como extranjeros (1P 1:1; 2:11; Heb. 11:16), somos una minoría aislada, sometida a burla y persecución, la cual Dios permite para fortalecer nuestra fe.
      • ¿Cómo fortalecen las pruebas nuestra fe?
        • Porque nos ayudan a mantener nuestra fe enfocada en la meta
        • Porque nos ayudan a confiar en Dios a cada paso
        • Porque permiten al Señor que nos limpie de todo lo que obstaculice el camino de nuestra fe
    • Fortalecer la confianza.
      • Imagínate que estás en la situación de Juan el Bautista. Encerrado en una cárcel por defender la verdad. Y parece que Dios se ha olvidado de ti. ¿Cómo mantener la confianza?
      • Por fe. Echando mano de las seguras promesas de Dios. Confiando plenamente en todo lo que en su Palabra nos ha dejado escrito: Proverbios 3:1, 5, 7, 12; Jeremías 29:13; Romanos 8:28; 2ª de Corintios 12:9; Hebreos 13:5.
      • La jaula del pájaro no durará para siempre. Un día, cuando Jesús vuelva, seremos libres por la eternidad.

Para meditar:

«En su misericordia, [Dios] no siempre nos coloca en los lugares más fáciles; pues si lo hiciera, por nuestra autosuficiencia olvidaríamos que el Señor es nuestro ayudador en tiempo de necesidad. […] Él permite los desengaños y las pruebas para que percibamos nuestra impotencia y aprendamos a pedir ayuda al Señor, como un niño que cuando está hambriento y sediento se dirige a su padre terrenal». (Elena G. White, Reflejemos a Jesús, 5 de diciembre).

«No consideremos la prueba como algo extraño, sino como el medio por el cual somos purificados y fortalecidos. […] En la vida futura comprenderemos las cosas que aquí nos dejaron grandemente perplejos. Nos daremos cuenta de qué poderoso ayudador tuvimos y cómo los ángeles de Dios fueron comisionados para guardarnos a medida que seguíamos el consejo de la Palabra de Dios». (Elena G. White, En los lugares celestiales, 7 de septiembre).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España