La vida buena (no la buena vida) es la que permite que Dios la planifique. Es la que todos los días busca a Dios y su actuación.
ESPIRITUAL
Cuando buscamos a Dios, queremos que funcione de la misma manera: queremos información rápida, fácil de digerir y simple de compartir.
Las Epístolas de Juan están saturadas de amor. Pero no vacila en amonestar a quienes dicen vivir sin pecado y quebrantan la Ley.
El ejercicio de la oración trae paz y armonía no importa el lugar donde se practique. En la vida personal o en las actividades comunitarias la oración tiene el poder…
Tras los 10 días de oración-enero 2024, celebremos juntos este sábado de compromiso. Un sábado para poner en acción cada oración.
«Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y buenas obras; no dejando de congregarnos, (…), exhortándonos (…) (Hebreos 10:24)
«Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, lo llamares delicia, (…) y lo venerares…» (Isaías 58:13-14)
«Recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y sirvamos a Dios, agradándole con temor y reverencia» (Heb. 12:28)
«En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros» (Juan 13:35, RVR1960)
«No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos» (Gálatas 6:9, RVR1960)
«Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…» (Mateo 6:9,10)
«Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan…» (Mateo 6:16–18).
La bendición de esperar es, como dice la Biblia: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios» ((Salmo 46:10, RVR1960)
«Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado…». (Marcos 6:30-32)
«Mirad, con diligencia, cómo andéis. No como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos» (Ef. 5:15-16)
Daniel y sus amigos mostraron la verdadera religión. Su carácter no era el producto de su formación académica, sino de su relación con Dios.
Estar solo puede ser un estímulo para estar más cerca de Dios, crecer emocional y espiritualmente, y avanzar en el propósito de Dios.
En medio de su mayor angustia, en el huerto del Getsemaní, Cristo nos enseñó cómo deberíamos orar en los momentos difíciles.
Todos cuantos trataban con el apóstol Pablo, sentían la influencia de su unión con Cristo. Firme en la Esperanza, fue fiel hasta la muerte.
Si abrimos nuestros corazones a los divinos principios de vida, llegaremos a ser canales por los que fluyan corrientes de fuerza vivificante.
La muerte de un testigo puede marcar el fin de una vida, pero no es el fin de la testificación. La vida de Tabita lo demuestra.
Él anticipó, y hasta buscó, a la mujer samaritana. Y de todas las personas, la eligió a ella para revelarle su identidad mesiánica.
Daniel fue fiel al Rey de reyes y la Ley que siguió le resultaba más vinculante que cualquier ley humana. Confiaba en Dios.
A nuestro alrededor hay personas quebrantadas de cuerpo y espíritu que necesitan la salvación que solo Cristo puede darles.