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Lección 8 para el 20 de febrero de 2021.

En Isaías 40, el profeta nos muestra quién es Dios, cuál es Su poder y cómo se comporta con nosotros.

También nos indica cuál debe ser nuestra respuesta al llamado divino: “Da voces … levanta fuertemente tu voz … Levantad en alto vuestros ojos, y mirad” (Isaías 40:6, 9, 26).

  • Isaías 40:1-2.

    • Los capítulos 1 al 39 de Isaías tiene que ver, principalmente, con acontecimientos relacionados con la historia de Israel en vida del profeta (y algunas predicciones sobre las naciones que les rodeaban).
    • A partir del capítulo 40, el mensaje se enfoca en el futuro. Un futuro marcado por dos eventos principales: (1) El exilio babilónico y el regreso del remanente; y (2) la venida del Mesías.
    • Según Isaías 40:1-2, tras el exilio babilónico Dios perdonará a su pueblo y lo consolará de todos sus sufrimientos.
  • Preparación. Isaías 40:3-8.

    • ¿Cómo consolará Dios a su pueblo? Dos “voces” nos lo explican:
      • Isaías 40:3-5. Preparando el camino para que la presencia de Dios pueda manifestarse plenamente en nuestra vida.
      • Isaías 40:6-8. A través de la Palabra de Dios, que “permanece para siempre”.
    • A través de la obra de Juan el Bautista (Lucas 3:2-8) entendemos que nuestra preparación consiste en el arrepentimiento y el alejamiento del pecado, para recibir el consuelo del perdón y la presencia de Dios.
  • Isaías 40:9-11.

    • Una vez preparado el camino, la “anunciadora de Sion” debe presentar a Cristo ante el mundo: “¡Ved aquí al Dios vuestro!”
    • El mensaje que debemos anunciar se basa en el maravilloso poder de Dios y su facultad de juzgar y recompensar (v. 10; ver Ap. 14:6-7).
    • Pero el Evangelio que predicamos va más allá. Hemos de anunciar a un Redentor que se preocupa verdaderamente por nosotros. Un Pastor que cuida tiernamente de sus ovejas
      (v. 11; ver Juan 10:11).
  • Isaías 40:12-18, 21-31.

    • La última parte del capítulo 40 nos muestra dos facetas de la naturaleza de Dios:
      • Poderoso (v. 12-26). El único digno de adoración.
      • Misericordioso (v. 27-31). El que fortalece a aquellos que en Él confían.
    • En un estilo similar al que Dios usó al dirigirse a Job, Isaías plantea diversas preguntas para magnificar el poder de Dios (v. 12-14).
    • Tras aseverar que nadie puede compararse a Él, nos asegura que, al igual que Dios no se cansa ni fatiga, tampoco lo harán aquellos que confían en Él.
  • Adoración. Isaías 40:19-20.

    • ¿Podemos adorar a Dios Todopoderoso a través de una imagen?
    • Israel se lo imaginó con forma de becerro (Éxodo 32:4; 1ª de Reyes 12:28). Pero Dios rechazó enfáticamente toda adoración a través de una imagen (Deuteronomio 4:15-16; Éxodo 20:4-5).
    • La Biblia habla claramente de la inutilidad de los ídolos y de los que los adoran (Salmo 115:4-8). A través de una imagen adoramos algo, pero no a Dios.
    • Pero un ídolo no debe tener necesariamente una forma física. “Cualquier cosa que los hombres amen y en la cual confíen, y que sustituya al amor y la confianza completa en el Señor, se convierte en ídolo” (E.G.W. TI5, pg. 231).

Para meditar:

“Muchos fueron los mensajes de consuelo dados a la iglesia por los profetas antiguos. “Consolaos, consolaos, pueblo mío” (Isaías 40:1), fue la recomendación de Dios transmitida por Isaías, acompañada por visiones admirables que han inspirado esperanza y gozo a los creyentes a través de los siglos que siguieron. Despreciados, perseguidos y abandonados por los hombres, los hijos de Dios en toda época han sido, sin embargo, sostenidos por sus seguras promesas”. Elena G. White (Profetas y reyes, pg. 533).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España