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Lección 9 para el 31 de agosto de 2019

Jesús nos comisionó a predicar el Evangelio en todo el mundo, haciendo discípulos y bautizándolos.

Siguiendo el ejemplo de Jesús, desde sus mismos comienzos la Iglesia unió la predicación del evangelio con el servicio a los necesitados dentro y fuera de ella.

  • El servicio dentro de la Iglesia.

    • El que tenía mucho, compartía con el que no tenía, hasta que no hubo entre ellos ningún necesitado.
    • Con el tiempo, el problema del reparto entre los necesitados obligó a la Iglesia a organizarse, nombrando siete diáconos para que realizasen esa tarea.
    • Aunque el sistema de tener todo en común no perduró más allá de la comunidad de Jerusalén, sirvió como base para que la Iglesia se preocupase por los necesitados.
  • El servicio fuera de la Iglesia.

    • La ciudad de Jope fue grandemente bendecida por el ministerio de una mujer cristiana: Dorcas.
    • Ella arreglaba y preparaba ropa para aquellos que la necesitaban. A esto añadía obras de caridad en forma de limosnas para satisfacer las necesidades de los pobres.
    • No limitó su ministerio a los miembros de su iglesia, sino que beneficiaba con él a todo aquel que lo necesitara.
    • Ayudar a otros desinteresadamente no es fácil. Aunque una vida de servicio requiere abnegación por nuestra parte, el impacto en los demás puede tener consecuencias eternas.
  • El servicio entre congregaciones.

    • Junto a las propuestas doctrinales del Concilio de Jerusalén, se le pidió a Pablo que enseñase entre los gentiles a que recordaran a los pobres (Gálatas 2:10).
    • Cuando la iglesia en Jerusalén tuvo problemas a causa de una hambruna, Pablo propuso una recaudación especial entre las iglesias gentiles para ayudarles.
    • Esto nos enseña que las congregaciones locales no deben centrarse solo en sus propias necesidades, sino que deben también ayudar a suplir las necesidades de otras congregaciones.
  • El servicio como forma de vida:

    • El servicio enseñado por Pablo.

      • En Romanos 12, Pablo muestra cómo debe ser la vida de aquellos que están dispuestos a presentarse como “sacrificio vivo” (v. 1), y cómo deben relacionarse con los demás.
    • El servicio enseñado por Santiago.

      • Santiago, hermano de Jesús y una de las columnas de la Iglesia (Gálatas 2:9), era considerado un hombre santo y justo por todos los habitantes de Jerusalén.
      • En su epístola, nos muestra cómo debemos servir a los demás.
      • Nuestro servicio a los demás es una manifestación visible de nuestra fe (2:14-17).

Para meditar:

“Solamente con un generoso desinterés por aquellos que necesitan ayuda podremos dar una demostración práctica de las verdades del Evangelio…

Mucho más que un mero sermón está incluido en la predicación del Evangelio. Los ignorantes han de ser instruidos; los desanimados han de ser reanimados: los enfermos han de ser restaurados. La voz humana debe tomar parte en la obra de Dios. Palabras de ternura, simpatía y amor han de testificar de la verdad”. Elena G. White (El ministerio de la bondad, pg. 36).

“Cristo conservará los nombres de todos aquellos que consideran que no hay sacrificio demasiado costoso para serle ofrecido sobre el altar de la fe y el amor… Cuando el egoísta y el orgulloso sean olvidados, ellos serán recordados; sus nombres serán inmortalizados. A fin de que nosotros seamos felices, debemos vivir para hacer felices a otros. Será para nuestro beneficio ceder nuestras posesiones, nuestros talentos y nuestros afectos en devoción agradecida a Cristo, y encontrar así felicidad aquí y en la gloria inmortal del más allá”. (Testimonios para la iglesia, tomo 3, pg. 277).

Mira aquí el comentario de la E.S. de esta semana

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Photo by Adib Harith Fadzilah on Unsplash

 

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