Skip to main content

Lección 3 para el 20 de abril de 2019.

Generalmente, nuestra vida está marcada por rutinas cíclicas. En ocasiones, ocurren cambios que alteran estas rutinas. Estos cambios pueden ser inesperados o previsibles.

Estudiaremos cómo nos ayuda la Biblia a enfrentar estos cambios, especialmente aquellos que pueden preverse.

  • Preparación para el cambio.

    • ¿Podemos prepararnos para reaccionar correctamente ante cualquier cambio?
    • La respuesta es sí, podemos prepararnos (aunque, como pecadores, podamos errar en el momento de reaccionar).
    • La clave está en nuestra relación diaria con Dios. Esto nos ayudará a enfrentar los cambios con fe y confianza; con la firme decisión de obedecer a Dios sin importar lo repentino de la situación o las tentaciones que lleve aparejadas.
  • Preparación para el matrimonio.

    • El matrimonio hace de un hombre y una mujer una única entidad. Esta estrecha relación es más fuerte que la que les une a sus padres o a cualquier otra persona (aunque no las invalida).
    • Analiza los siguientes textos y hazte las siguientes preguntas con respecto a tu futuro cónyuge (y piensa si tú pasarías este test como futuro cónyuge).
      • Proverbios 24:30-34. ¿Es trabajador/trabajadora?
      • Proverbios 22:24-25. ¿Es fácilmente irritable?
      • 2ª de Corintios 6:14-15. ¿Compartimos creencias comunes?
      • Proverbios 11:14. ¿Qué opinan mis familiares y amigos?
      • Proverbios 3:5-6. ¿Me dejo llevar únicamente por mis sentimientos?
  • Preparación para la paternidad.

    • La llegada de un bebé es, sin duda, un cambio radical en la vida. Felicidad, responsabilidad, perplejidad…
      • ¿Según la Biblia, cómo podemos prepararnos para la paternidad?
        • 1ª de Samuel 1:27. Ora por él siempre (incluso antes de engendrarlo).
        • Jueces 13:7. Cuida tu alimentación y tu salud durante el embarazo (y no dejes de hacerlo a partir de entonces).
        • Lucas 1:6. Aléjate del pecado.
        • Lucas 1:41. Pide la dirección del Espíritu Santo.
        • Lucas 1:46-47. Agradece a Dios por el don de esta nueva vida.
        • Lucas 1:76. Ponte como meta criar a tu bebé para que llegue
          a ser un verdadero hijo o hija de Dios.
  • Preparación para la vejez.

    • La preparación de la vejez comienza en la juventud.
    • Los hábitos adquiridos en la juventud y la madurez influyen positiva o negativamente en la forma en la que viviremos nuestra ancianidad.
    • ¿Cómo podemos prepararnos para nuestra vejez, según el Salmo 71?
      • Adquirir un conocimiento profundo y personal de Dios (v. 1-7).
      • Desarrollar buenos hábitos: confianza (v. 3); alabanza (v. 6); esperanza (v. 14).
      • Cultivar la pasión por la misión (v. 15-18).
  • Preparación para la muerte.

    • Hasta el momento de la Segunda Venida, hay una realidad inevitable para todo ser humano: la muerte (Génesis 3:19).
    • Nadie está preparado para una muerte repentina (ya sea la propia o la de alguien cercano). Incluso cuando ésta es esperada, es difícil de asumir.
    • No obstante, podemos recibirla sin temor en cualquier momento si estamos cubiertos constantemente por la justicia de Cristo (Romanos 4:7).
    • Ante la inminencia de su muerte, David se preocupó por dejar el mejor legado de todos: aconsejar a su hijo que siguiese los caminos de Dios (1ª de Reyes 2:1-3).
    • Recordemos que Jesús ganó por nosotros la victoria sobre la muerte (1Co. 15:54-55).

Para meditar:

Consejos al buscar pareja

“La joven aceptará como compañero de la vida tan solo a un hombre que posea rasgos de carácter puros y viriles, que sea diligente y rebose de aspiraciones, que sea honrado, ame a Dios y le tema. El joven buscará como compañera que esté siempre a su lado a alguien que sea capaz de asumir su parte de las responsabilidades de la vida, y cuya influencia lo ennoblezca, le comunique mayor refinamiento y lo haga feliz en su amor”. Elena G. White (Mensajes para los jóvenes, pg. 308).

Educación de los padres

“Tanto sobre los padres como sobre las madres descansa la responsabilidad de la primera, como asimismo de la ulterior educación del niño, y ambos padres necesitan urgentísimamente una preparación cuidadosa y cabal. Antes de cargar con las posibilidades de la paternidad y la maternidad, los hombres y las mujeres deberían familiarizarse con las leyes del desarrollo físico: con la fisiología y la higiene, con la relación de las influencias prenatales, con las leyes que rigen la herencia, la salud, el vestido, el ejercicio, y el tratamiento de las enfermedades; deberían comprender también las leyes del desarrollo mental y de la educación moral”. Elena G. White (Conducción del niño, pg. 59).

David y la vejez

“David notaba que aunque había sido recta la vida de algunos mientras disfrutaban de la fuerza de la virilidad, al sobrevenirles la vejez parecían perder el dominio propio. Satanás intervenía y guiaba su mente, volviéndolos inquietos y descontentos. Veía que muchos de los ancianos parecían abandonados de Dios y se exponían al ridículo y al oprobio de los enemigos de él. David quedó profundamente conmovido y se angustiaba al pensar en su propia vejez. Temía que Dios le abandonase y que, al ser tan desdichado como otras personas ancianas cuyo proceder había notado, quedara expuesto al oprobio de los enemigos del Señor. Sintiendo esta preocupación, rogó fervientemente: “No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares… Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad y tu potencia a todos los que han de venir”. Salmos 71:9, 17-18. David sentía la necesidad de precaverse contra los males que acompañan a la senectud”. Elena G. White (Testimonios para la iglesia, tomo 1, pg. 374).

Escondidos en Dios

No tenéis un momento que perder descuidando la gran salvación que os ha sido provista. Está llegando a su fin el tiempo de gracia de las almas. Está siendo sellado el destino de los hombres día tras día, y aun de esta congregación no sabemos cuán pronto cerrarán los ojos muchos en la muerte y serán preparados para la tumba. Ahora debiéramos considerar que nuestra vida transcurre rápidamente, que no estamos seguros ni un momento, a menos que nuestra vida esté escondida con Cristo en Dios”. Elena G. White (Mensajes selectos, tomo 1, pg. 222).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es

Foto: Photo by Filip Mroz on Unsplash

 

Revista Adventista de España