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Lección 7 para el 17 de febrero de 2018

Se espera de cualquier mayordomo o administrador que sea honesto y veraz. Dios prueba nuestra honestidad demandándonos la devolución de la décima parte de todo lo que Él nos da. Pero el diezmo es algo más que una cuestión de honestidad.

  • Una cuestión de honestidad. Malaquías 3:8.
    • Dios espera que seamos honestos y le devolvamos lo que es suyo (Levítico 27:30). ¡Y nos permite quedarnos con el 90% para nuestro uso personal!
    • Siendo que de Dios procede todo lo que poseemos, a Dios no le damos el diezmo, sino que se lo devolvemos.
    • Reconocemos de esta manera que todo es suyo, y que nosotros somos honrados administradores suyos.
  • Una cuestión de fe. Hebreos 12:2; Malaquías 3:10.
    • El acto cumbre de la fe de Abraham al estar dispuesto a sacrificar a su hijo no fue repentino. Detrás estaba toda una vida de pequeños actos de fe (Lucas 16:10).
    • Jesús no solo hace nacer en nosotros la fe, sino que quiere perfeccionarla hasta convertirla en una fe madura y plena.
    • Una manera en que Jesús perfecciona nuestra fe es a través de la devolución del diezmo.
    • Al devolver la décima parte de lo que Dios nos da, manifestamos fe en que Él hará prosperar lo que queda en nuestro poder, para que nada nos falte.
    • La devolución fiel del diezmo se convierte también en una expresión de gratitud por lo que Dios nos da. Esa fue la actitud de Jacob: «Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo… de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte.» (Génesis 28:20, 22 NVI)
  • Una cuestión de santidad. Levítico 27:30.
    • Al igual que el sábado, el diezmo es santo en sí mismo. No tenemos que consagrarlo, ya está consagrado.
    • El diezmo ha de ser entregado a los sacerdotes (cuerpo pastoral) y ser usado para su mantenimiento, y para el avance de la obra de Dios (Nehemías 10:38; 1ª de Corintios 9:14).
    • Usar el diezmo para un propósito distinto al señalado por Dios, es defraudarle. Retenerlo, también es una falta de honestidad para con nuestro Dios.
  • Una cuestión de reavivamiento y reforma. Nehemías 13:12.
    • Al estudiar los casos de Ezequías y Nehemías, podemos ver un patrón claro que redundó en la fidelidad del pueblo (2ª de Crónicas 29-31; Nehemías 13):
      • Reavivamiento + Reforma = Fidelidad
    • Reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual. Reforma significa una reorganización, un cambio en las ideas, hábitos y prácticas.
    • El resultado será el aumento de la fe, una visión espiritual aguda y una honestidad renovada.

“Dios tiene derecho sobre nosotros y sobre todo lo que poseemos. Su derecho tiene supremacía sobre todos los demás. Y como reconocimiento de ese derecho, él nos pide que le devolvamos una porción fija de todo lo que nos da. El diezmo es la parte que él espera. Por indicación del Señor le fue consagrado desde los tiempos más antiguos…

Reclama el diezmo como suyo, y éste siempre debería considerarse como una reserva sagrada que debe colocarse en su tesorería para beneficio de su causa, para el adelanto de su obra, para enviar sus mensajeros a “los lugares más allá”, hasta los últimos rincones del mundo”

Elena G. de White (Consejos sobre mayordomía cristiana, pg. 76)

Vídeo de la lección completa: Punto de encuentro con la Biblia:

Para más recursos relacionados con la E.S. visita el sitio oficial: escuelasabatica.adventista.es

 

Resumen de Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es 

Video de HopeMedia.

Foto: Rod Long en Unsplash

 

Revista Adventista de España