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Riay Tatary ha sido un servidor de Dios, fiel a sus convicciones, como buen musulmán. Le conocí en 1998, cuando ser presidente de la Unión Adventista Española significaba asumir la dirección de la Asociación para la Defensa de la Libertad Religiosa.

Desde esas fechas comenzamos a coincidir en múltiples ocasiones  en  encuentros, seminarios o jornadas relacionadas con la Libertad Religiosa en distintas universidades de España, entrevistas en radio o televisión, actividades organizadas por la ADLR o la AIDLR en colaboración, muchas veces, con el Ministerio de Justicia a través de la Dirección General de Asuntos Religiosos.

Riay Tatary, de origen sirio pero en España desde los veinte años, donde estudió medicina, empezó pronto a tener distintas responsabilidades en la comunidad musulmana española. Le tocó vivir momentos difíciles, como todas las minorías religiosas, antes de la democracia, y sobre todo después. Tensiones internas que supo conducir hasta la unión de todos los musulmanes españoles en una única Federación, pero sobre todo las externas, es decir los atentados terroristas en nuestro país y en tantos lugares.

Defensor de los musulmanes y la Libertad Religiosa

Tuvo que defender hasta el último momento la actitud pacífica de la gran mayoría de los musulmanes y su deseo de convivir con todos en respeto y tolerancia. Intentó en cada ocasión, que no se juzgara a todos por la actitud de unos pocos extremistas, radicales y violentos en nombre de la religión. Esto le creó enemigos dentro y fuera de su comunidad pero puedo decir que hay que reconocerle, también a otros, el gran servicio prestado en nuestro contexto, a los musulmanes y a la Libertad Religiosa en general en nuestro país.

El Señor, juez justo, dará a cada uno según la fidelidad a su conciencia y su confianza en la misericordia divina. Le echaremos de menos y esperamos que quien le suceda en sus responsabilidades siga sus pasos de hombre educado, amable y defensor de los derechos humanos, empezando por el más básico que es la libertad de religión y creencia.

Entretanto, hasta que el Señor de todos restablezca su reino eterno, deseamos a su familia y a todos los musulmanes seguidores de un Dios de paz, que os guarde y dirija por caminos de verdad, justicia y tolerancia.

 Autor: Alberto F. Guaita, compañero en la defensa de la libertad religiosa y pastor jubilado de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España. 
Imagen: Diario.es Riay Tatary, pionero del islam moderno en España

Revista Adventista de España