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Lección 8 para el 20 de mayo de 2023: EL SÁBADO Y EL FIN.

El autor judío Abraham Heschel se refiere al sábado como un «palacio en el tiempo».

El sábado es el tiempo de encontrarnos personalmente con nuestro Creador y Redentor; y de adorarle.

Es el momento de ser conscientes de que hemos sido creados únicos e irrepetibles. El momento de descubrir que Dios nos ama, y que, para Él, somos inmensamente importantes.

  • El sábado y la libertad moral.

    • El hecho de que Dios llame a juicio a todo ser humano implica que Él nos considera a todos moralmente responsables de nuestros actos.
    • ¿En base a qué tiene Dios derecho a pedirnos cuentas de cómo usamos nuestra libertad moral?
    • Como nuestro Creador, ha colocado una Ley moral (los 10 mandamientos) en base a la cual se evalúa la corrección o incorrección de nuestras decisiones morales (Stg. 2:8-12).
    • Es precisamente el cuarto mandamiento (el sábado) el que nos recuerda que la razón por la que debemos observar la Ley es que Dios nos creó (Éx. 20:8-11).
  • El sábado y la Creación.

    • Una vez terminada su obra de creación de la Tierra y de los seres vivos que la habitan, Dios creó un día: el sábado (Gn. 2:1-3).
    • El sábado se creó para un mundo sin pecado, un momento de relación especial con Dios. Tras el pecado, el sábado adquirió facetas especiales para nosotros hoy.
    • Es un símbolo de lealtad al Creador; nos recuerda que somos hijos de Dios; nos invita a descansar en Dios y gozarnos en Él; es un símbolo de redención; nos permite regocijarnos en la bondad divina; es un momento de adoración al Creador y Redentor; es el eslabón entre el Edén y la Tierra Nueva
  • El sábado y la Evolución.

    • La Biblia es clara con respecto a la forma en que Dios creó este mundo. La palabra hebrea para día (“yom”), modificada por un número (p. e. “primero”), siempre se refiere a un periodo de 24 horas. No hay excepciones.
    • No hay nada en el texto que nos haga pensar que la Creación tomó grandes periodos de tiempo. Al contrario, se recalca como base de la observancia del sábado, que Dios creó en seis días y el séptimo descansó (Éx. 20:11).
    • A mediados del siglo XIX, a través de la Iglesia Adventista, surge un interés especial sobre la verdad del sábado (1845). Justo entonces, aparece la teoría de la evolución, que ataca directamente las bases de esa verdad (1859). De esta forma, Satanás ha intentado destruir el monumento conmemorativo de la Creación.
  • El sábado y el tiempo del fin.

    • El mensaje final es un llamado a adorar al Creador en lugar de adorar al enemigo. Este llamado está íntimamente ligado a la observancia de los 10 mandamientos (Ap. 14:12).
    • Pero el conflicto no será sobre amar a nuestro prójimo (cumplir los últimos 6 mandamientos), sino sobre amar a Dios (los primeros 4 mandamientos).
      • No tener otros dioses. Éxodo 20:3; Apocalipsis 13:4.
      • No hacerse imágenes. Éxodo 20:4-6; Apocalipsis 13:14-15.
      • Honrar el nombre de Dios. Éxodo 20:7; Apocalipsis 13:17.
      • Adorar al Creador. Éxodo 20:8-11; Apocalipsis 13:16;
    • La marca recibida en el tiempo del fin será la que muestre a quién adoras: a Dios (el sábado); o a la bestia (el domingo).
  • El sábado y la eternidad.

    • Cada semana dejamos las preocupaciones de este mundo y entramos en el reposo de Dios: el sábado.
    • Pero ¿qué sentido tendrá el sábado en la Tierra Nueva, cuando ya no habrá preocupaciones y vivamos siempre cerca del trono de Dios (Ap. 22:3)?
    • Recordemos que, cuando Dios creó la Tierra sin pecado, introdujo el sábado como día de descanso y comunión con el Creador (Gn. 2:1-3).
    • Cuando la Tierra vuelva a ser recreada sin pecado, el sábado seguirá siendo un día de descanso y comunión con el Creador (Is. 66:23).
    • Cada sábado anticipamos ese momento en el que podremos vivir con Jesús en la Tierra Nueva.

Para meditar:

«La Sagrada Escritura no reconoce largos períodos en los cuales la tierra fue saliendo lentamente del caos. Por lo que se refiere a cada día de la creación, las Santas Escrituras declaran que consistía en una tarde y una mañana, como todos los demás días que siguieron desde entonces. Al fin de cada día se da el resultado de la obra del Creador. Y al terminar la narración de la primera semana se dice: “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados”. Génesis 2:4. Pero esto no implica que los días de la creación fueron algo más que días literales. Cada día se llama un origen, porque Dios originó o produjo en él una parte nueva de su obra». (Elena G. White, Patriarcas y profetas, pg. 90).

«Al señalar a Dios como el Creador de los cielos y de la tierra, el sábado distingue al verdadero Dios de todos los falsos dioses. Todos los que guardan el séptimo día demuestran al hacerlo que son adoradores de Jehová. Así el sábado será la señal de lealtad del hombre hacia Dios mientras exista en la tierra un pueblo que le sirva». (Elena G. White, Patriarcas y profetas, pg. 279).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España