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Lección 7 para el 12 de febrero de 2022: JESÚS, EL ANCLA DEL ALMA.

Mientras disertaba sobre el sacerdocio de Jesús, Pablo interrumpió el hilo de su discurso para introducir una exhortación para sus oyentes, que abarca de Hebreos 5:11 a Hebreos 6:20.

Esta exhortación es tanto una explicación sobre las razones por las que sus oyentes no estaban plenamente capacitados para comprender toda la extensión de su razonamiento, como un reproche acompañado por unas breves palabras de ánimo.

Pablo nos invita también hoy a no ser perezosos, sino a asirnos a la “firme ancla del alma” (Heb. 6:19), Jesús.

  • Mirando al pasado:

    • Gustar lo bueno. Hebreos 6:4-5.
      • ¿Cuál había sido la experiencia de los oyentes de Pablo (¿y la nuestra?)?
        • Iluminados: Habían experimentado la conversión, se habían apartado de las tinieblas y habían sido liberados del pecado (Ef. 5:8).
        • Gustaron el don celestial: Saborearon el don de la gracia divina (Ef. 2:8).
        • Participaron del Espíritu Santo: Recibieron el Espíritu Santo y disfrutaron de su compañía y dirección (Rom. 8:5).
        • Gustaron la buena palabra de Dios: Saborearon la Palabra de Dios expresada tanto en las Escrituras como en el Verbo (Jn. 1:14).
        • Gustaron los poderes del siglo venidero: Disfrutaron con antelación de lo que Dios nos tiene preparado: la resurrección (Col. 2:12); la renovación (Rom. 12:2); la vida eterna (Jn. 5:24).
    • Recaer en el pecado. Hebreos 6:6.
      • Los dirigentes judíos crucificaron a Jesús porque representaba un peligro para su posición de poder.
      • El que, una vez que ha aceptado a Jesús como su Salvador, decide rechazarlo como medio de salvación, lo está “crucificando de nuevo” y “exponiéndole a vituperio”. Se niega a cederle el puesto principal a Jesús.
      • Esta es la actitud contraria a la que nos pide Jesús. Él nos invita a ser crucificados (es decir, hacer morir al “yo”), y a llevar con él Su vituperio (Mt. 16:24; Heb. 13:13).
    • Sin vuelta atrás. Hebreos 10:26-29.
      • Pablo no está hablando de los pecados cometidos por descuido, yerro, debilidad o cesión ante la tentación (1Jn. 2:1), sino de algo mucho más grave.
      • Está hablando del pecado “de muerte” (1Jn. 5:16), cuyas características son estas (Heb. 10:29):
      • Pisotea al Hijo de Dios. Rechaza a Jesús como su Señor, poniéndose él como señor sobre Jesús.
      • Tiene por inmunda la sangre del pacto. Rechaza el sacrificio de Jesús.
      • Hace afrenta al Espíritu de gracia. Ha cometido el pecado contra el Espíritu Santo (Mr. 3:29).
  • Afirmados en el presente:

    • El trabajo de amor. Hebreos 6:9-12.
      • Tras las duras palabras anteriores, Pablo nos dice que está convencido de que ninguno de sus oyentes ha caído en el pecado contra el Espíritu Santo, sino que siguen abrazando a Jesús como su Salvador (Heb. 6:9).
      • Y lo demuestra de forma práctica. Recuerda el trabajo de amor realizado para Cristo. No es éste un trabajo momentáneo o aislado, es una forma de vida. Y Dios reconoce, aprueba y alaba ese tipo de trabajo (Ap. 2:2-3, 19).
    • Firme ancla del alma. Hebreos 6:13-20.
      • Pablo termina su exhortación hablando de la seguridad de la salvación. Esta seguridad es como un ancla firme, asegurada por “por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta” (Heb. 6:18): su promesa de un salvador, y el juramento que ratifica esa promesa (Gn. 22:16-17; Sal. 89:35-36).
      • Todo, pues, gira alrededor de Jesús. Después de su ascensión, Jesús entro “hasta dentro del velo” y se sentó a la diestra de Dios como nuestro precursor (Rom. 8:34; Heb. 6:20).
      • Él es, sin duda, nuestra “firme ancla del alma”, y la seguridad del cumplimiento de las promesas que están aún por venir.

Para meditar:

“Jesús nos amonesta acerca de nuestro peligro y nos advierte contra el astuto enemigo. Repetidamente coloca delante de nosotros el deber de mantenemos siempre vigilantes y en oración, a fin de no caer en tentación. Crean en Jesús. Confíen en Jesús con una fe viviente y constante, y confíen en Él para que los guarde y los salve. Están asidos de Uno que es poderoso para salvarlos, y por tanto tiempo como se sometan para ser conducidos por Él, para aprender de Él y confiar en Él, los guardará sin caída. Y si se encarga de protegerlos, es una defensa segura”. Elena G. White (Alza tus ojos, 5 de enero).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España