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«Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aún tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto”»((Marcos 6:30–32,
RVR1960)

Del 10 al 20 de enero, de este nuevo año 2024, vamos a unirnos en oración. El material, «Prioridades de la fe», ha sido realizado por Frank M. Hasel, Doctor en Filosofía, teólogo y autor, que trabaja como director asociado del Instituto de Investigación Bíblica (BRI) de la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. 

Descarga tu revista aquí, en castellano: REVISTA_10 días de oración 2024

Descarga tu revista aquí, en rumano: REVISTA_RUMANO_10 días de oración 2024

Unidos por Zoom

Recuerda que te esperamos, cada día, a las 6:00 de la mañana, en la sala de oración que hemos creado en Zoom, para disfrutar juntos de 15 minutos de alabanza, oración y estudio. 

El link de Zoom para la sala de oración es este:
https://us02web.zoom.us/j/81365716351?pwd=ZVRlV0x3UGRYRXdTK3lhdDFxSW9EZz09

¡Te esperamos!!!

Lista de reproducción completa de todas las reuniones de oración: https://bit.ly/3tDTZ45

Ocupados en la Obra de Dios

El trabajo es lo que manda en nuestro mundo. La sociedad moderna y el consumismo de alta presión nos han inculcado una creencia: cuanto más ocupados estemos, más respetados seremos. El trabajo se ha convertido en un indicador de nuestra diligencia y afán por hacer el bien y salir adelante. Pero mientras estamos ocupados ganándonos la vida, nos hemos olvidado de vivir y disfrutar de la vida, lo cual es trágico.

Quizá sea aún más trágico el sutil peligro que han adoptado muchos seguidores comprometidos de Cristo: una mentalidad de ajetreo en su trabajo para Dios. A menudo lo hacemos por las mejores razones posibles. Sabemos que el tiempo es corto. Queremos lograr lo máximo para Él. Por lo tanto, nos esforzamos por estar ocupados. Queremos ser buenos administradores de nuestro tiempo y talentos.

Se siente bien estar ocupados para Dios, y a veces estamos tentados a pensar que Dios recompensará nuestra ocupación para Él, solo para descubrir que, en nuestra ocupación para Dios, hemos perdido nuestra conexión viva con nuestro Redentor. Hacemos cosas buenas por costumbre, no por el poder del Espíritu Santo. Y cuanto más ocupados estamos, más nos consideramos en línea con el propósito de Dios. Estar ocupado se convierte en la nueva norma.

Estamos tan ocupados glorificando lo ocupados que estamos, que nos perdemos los momentos de la vida que realmente importan. El trabajo aplasta nuestra vitalidad espiritual. La prisa es el enemigo de cualquier relación amorosa, especialmente de nuestra relación con el Dios vivo de las Escrituras. El amor exige la atención de un tiempo sin prisas.

El deber de descansar

No es de extrañar que el Dios de las Escrituras nos llame repetidamente a quedarnos quietos, a hacer una pausa, a observar lo que Él hará por Su pueblo (2 Crónicas 20:17; Salmo 37:7). Dios anima a Sus hijos a descansar. Él sabe lo rápido que lo perdemos de vista cuando nuestras mentes están envueltas en un torbellino de actividades humanas.

Una de las más bellas percepciones del peligro que representa para Dios el constante ajetreo se encuentra cuando nuestro Señor Jesús se tomó la libertad de descansar en su propio ministerio. Elena de White capta bellamente este importante aspecto de su ministerio con sus discípulos: «Ellos habían consagrado todo su corazón a trabajar por la gente, y esto agotó su fuerza física y mental. Era su deber descansar». (Elena G. de White, El Deseado de Todas las Gentes, página. 327 .1)

El trajín aplasta nuestro vigor y eficacia espiritual. Las prisas son el gran enemigo de nuestro amor a Dios. En lugar de añadir más cosas a nuestro calendario, reduzcámoslas intencionadamente y dejemos espacio para un tiempo de silencio significativo y estimulante para el alma con nuestro Creador y Salvador.

¡OREMOS JUNTOS!

Oración a través de la Palabra de Dios. Marcos 6:30–32

«Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aún tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca, a un lugar desierto».

«Vámonos»

Padre, hemos estado tan ocupados haciendo Tu trabajo que hemos olvidado lo que es Tu trabajo. Gracias por recordarnos nuestra necesidad de tomarnos un descanso y de respirar. Gracias por recordarnos que no somos máquinas, sino seres humanos. Perdónanos cuando hemos hecho de nuestro trabajo un ídolo o cuando hemos basado nuestro valor en lo mucho que logramos para Ti. Por favor, convierte nuestras ocupaciones en fidelidad. Amén.

«A un lugar desolado»

Dios, nos hemos rodeado de demasiado ruido, demasiadas cosas, demasiadas distracciones. Tanto así que pasamos nuestro tiempo trabajando para la Iglesia, como si no nos dedicáramos a otras cosas, reconocemos nuestra necesidad de pasar tiempo reflexionando y descansando lejos del ajetreo de la vida. Por favor, concédenos la gracia necesaria para sacar tiempo a solas contigo cada día para respirar y centrarnos en lo que de verdad importa. Amén.

«Descansa un poco»

Amado Jesús, cuando caminaste por la Tierra, comprendiste la necesidad de descanso que necesita la humanidad. Gracias por ejemplificar la vida equilibrada que debemos vivir. Muéstranos cómo es el descanso apropiado y cómo podemos descansar regularmente para recargarnos y reenfocarnos. Amén.

Más sugerencias de oración

Agradecimiento y alabanza: De gracias por las bendiciones específicas y alabe a Dios por su bondad.
Confesión: Dedique unos minutos a la confesión privada y agradezca a Dios su perdón.
Guía: Pide a Dios que te conceda sabiduría para los desafíos y decisiones actuales.
Nuestra iglesia: Ore por las necesidades de la iglesia local y mundial (vea hoja separada con las peticiones).
Pedidos locales: Ore por las necesidades actuales de los miembros de la iglesia, la familia y los vecinos.
Escucha y responde: Dedique tiempo a escuchar la voz de Dios y responda con alabanzas o cantos.

Sugerencias de alabanzas

Himnario adventista: Cantaré de mi Redentor (#343); No te dé temor (#559); Eterna Roca es mi Jesús (#401)
Otras alabanzas:: Da las gracias con un corazón agradecido; Dios nos ha dado promesas.

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4 comentarios

  • Francisco Chia dice:

    Los Tiempos difíciles y convulsos , en que vivimos , requiere de una plegaria conjunta del pueblo De Dios para que Nuestro Dios , tenga misericordia de este mundo , que se degrada por la contaminación del mal y el alejamiento del hombre De Dios .
    Como en los tiempos de Noé , el hombre se alejó tanto De Dios que Dios tuvo que tomas medidas para descontaminar este mundo .
    Ojalá el Señor tenga piedad de la Tierra y venga Pronto !! Maranatha !!

  • Danitza Joseth dice:

    Que alegría y gozo, que la iglesia a nivel nacional nos unamos a orar de madrugada, como lo hacía Jesús cuando vino a esta tierra. Y más de está forma,aprovechando la tecnología para unirnos de todas las ciudades de España.
    Gracias por la iniciativa.
    Saludos y bendiciones para toda la iglesia.

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