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Lección 11 para el 10 de septiembre de 2022: AGUARDAR EN EL CRISOL.

«Porque os es necesaria la paciencia» (Hebreos 10: 36).

¿Para qué necesitamos la paciencia? ¿Qué relación tiene con nuestros “crisoles”?

¿Qué ejemplos tenemos en Dios y en otras personas que nos ayudan a entender cómo esperar con paciencia en medio de las dificultades?

  • ¿Qué dice Dios sobre la espera paciente?

    • La paciencia y la esperanza.
    • Al ejercer la paciencia estamos participando de uno de los atributos de Dios. La paciencia de Dios no debe confundirse con la indiferencia, la impotencia ni la indecisión. Dios es paciente porque abunda en amor por nosotros y quiere salvar a tantos como sea posible (2P. 3:9, 15).
    • Él nos ha dado su Palabra para ayudarnos a mantener la paciencia aún en los momentos más difíciles; y esta paciencia está íntimamente ligada con la esperanza (Romanos 15:4).
      • Ejercemos la paciencia al confiar plenamente en Dios y poner nuestra vida en sus manos. Podemos confiar en que Él hará lo mejor por nosotros cuando sea el momento idóneo para nuestro bien.
    • Aguardando en el crisol.
      • Sí, Dios hará lo mejor para nosotros cuando sea el momento idóneo. Pero ¿cómo saber cuál es el momento de Dios?
      • Dios tiene sus tiempos (Gálatas 4:4) ¿Tiene también Dios un tiempo para mí, para sacarme de mi crisol? Evidentemente. Y mientras llega, ¿qué beneficios me proporciona la espera?
        • Me ayuda a volverme a Dios.
        • Me proporciona una imagen más clara de mí mismo.
        • Me hace perseverante.
        • Desarrolla mi fe y mi confianza.
        • Da tiempo a Dios para encajar todas las piezas necesarias.
        • Aprendo a vivir por fe.
  • Ejemplos bíblicos:

    • Espera paciente: David.
      • Siendo muy joven, David fue ungido como rey de Israel. Sin embargo, el trayecto hasta el trono fue largo y lleno de dificultades.
      • David eligió no tomar para sí lo que Dios todavía no le había entregado. Decidió aguardar hasta el momento determinado por Dios, aunque esto incluyó momentos angustiosos en los que pensó que perdería la vida.
    • Impaciencia: Elías.
      • Acababa de presenciar la poderosa mano de Dios haciendo descender fuego del cielo y lluvias torrenciales. Pero ante las amenazas de Jezabel, se asustó.
      • Si hubiera querido aguardar pacientemente a que Dios actuase, en lugar de salir corriendo, hubiese realizado una reforma mayor que la que pudo realizar después (PR 123).
      • No fue el único impaciente. Piensa cómo Sara o Moisés se dejaron llevar por la impaciencia, y cuáles fueron las consecuencias (Gn. 16:1-3; Nm. 20:10-12).
  • Aprender a esperar con paciencia.

    • El salmo 37 tiene mucho que enseñarnos acerca de aguardar con paciencia a que Dios actúe.
    • Tal vez, el consejo más extraño es que nos deleitemos en Dios (v. 3). Esto implica vivir con confianza, ya que nadie puede alterar nuestra paz pues Dios está aquí y actúa. Podemos alabarlo porque nadie puede hacer frente a nuestro Dios.

Para meditar:

«No puedo leer cuál es el propósito de Dios en mi aflicción, pero él sabe qué es lo mejor, y le encomendaré mi alma, mi cuerpo y mi espíritu, porque él es mi fiel Creador. “Porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”. 2 Timoteo 1:12. Si educásemos y preparásemos nuestras almas para tener más fe, más amor, una mayor paciencia y una confianza más perfecta en nuestro Padre celestial, sé que tendríamos más paz y felicidad cada día a medida que pasamos por los conflictos de esta vida». Elena G. White (Mensajes selectos, tomo 2, pg. 277).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España