Skip to main content

Lección 8 para el 20 de agosto de 2022: VIENDO AL INVISIBLE.

«Pero mi justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado» (Heb. 10:38 NVI).

Muchas veces hemos sentido la presencia de Dios, y hemos visto su poderosa mano actuando en nuestro favor. Sin embargo, en otras ocasiones nos es imposible sentirlo, ni percibir su poderosa mano. Solo silencio y oscuridad.

En esos momentos es donde más hemos de echar mano de nuestra fe, y avanzar «como viendo al Invisible» (Heb. 11:27). Por fe, debemos acogernos a todo el poder que Dios pone a nuestra disposición.

  • El poder del Padre.

    • Sabemos que “Dios es amor” (1Jn. 4:8). Pero, en ocasiones, podemos dudar de ello. Si es amor, ¿por qué parece olvidarnos? ¿por qué no nos da aquello que sabemos que es bueno y necesario? ¿por qué …?
    • Romanos 8:28-39 contiene importantes argumentos que nos ayudarán a no dudar de lo que Dios puede y quiere hacer por nosotros.
      • Dios puede hacer que todo nos ayude para bien, aunque en el momento no parezca evidente (v. 28)
      • “Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?” (v. 32 DHHe).
  • El poder en el nombre de Jesús.

    • Cuando pedimos “en el nombre de Jesús”, podemos estar seguros de que toda la maquinaria celestial está obrando en nuestro favor. Quizá no veamos a los ángeles actuar a nuestro alrededor, pero allí están; son enviados desde el Trono celestial en el nombre de Jesús, para atender nuestras peticiones.
    • La oración puede tener efectos muy dispares. Tal vez veamos una respuesta inmediata y dramática. Tal vez no veamos que suceda nada. En ese caso, esperemos. La oración ha sido escuchada, y la maquinaria se puso en marcha. Tarde o temprano, veremos la respuesta.
  • El poder de la resurrección.

    • Al hablarnos del poder de Dios, Pablo presenta Su poder manifestado en la resurrección de Jesús, y su posterior glorificación (Ef. 1:19-20).
    • Esto lo hace en el contexto de nuestra esperanza y nuestra herencia (Ef. 1:18). Es decir, el mismo poder que se manifestó en la resurrección de Jesús está a nuestra disposición hoy.
    • Ese mismo poder nos asegura también que podemos disponer del poder de Aquel que ha sido colocado “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío” (Ef. 1:21).
  • El poder en la ansiedad.

    • El apóstol Pedro nos invita a depositar TODA nuestra ansiedad sobre Jesús. No hay problema demasiado pequeño o demasiado grande para Él (1P. 5:7).
    • Jesús no quiere que esperemos hasta agotar todas las posibilidades que humanamente se nos ocurran, antes de echarle encima nuestros problemas para que los resuelva.
    • Es más, quiere que se los echemos encima, y dejemos de sentirnos ansiosos por ellos. Ahora, Él los ha hecho suyos, Él se preocupa por su solución.
    • La razón por la que no tenemos que preocuparnos es que a Dios le importamos, le importamos lo suficiente como para transformar cualquier situación.
  • El poder en la oscuridad.

    • Pensar que Dios no nos conoce, o que no se preocupa por nosotros, puede ser muy angustioso. Es como andar en la oscuridad, sin ninguna luz que nos guíe.
    • Esa fue la experiencia de Israel en su destierro en Babilonia (Is. 40:27). En esa situación, Dios les recordó Su poder, que “no desfallece, ni se fatiga” (Is. 40:28); que es capaz de fortalecer al cansado y acrecentar las fuerzas del débil (Is. 40:29 NVI).
    • Piensa en la angustia de un decreto de muerte, sin posible revocación, sin escapatoria posible (Dn. 6:7-8, 16; Est. 3:13). El único camino seguro será avanzar “como viendo al Invisible” (Heb. 11:27), al único que tiene poder para librarnos.

Para meditar:

“Jesús no nos llama a seguirle para después abandonarnos. Si entregamos nuestra vida a su servicio, nunca podremos hallarnos en una posición para la cual Dios no haya hecho provisión. Cualquiera que sea nuestra situación, tenemos un Guía para dirigirnos en el camino; cualesquiera que sean nuestras perplejidades, tenemos un Consejero seguro; cualquiera que sea nuestro pesar, aflicción, duelo o soledad, tenemos un Amigo que simpatiza con nosotros”. Elena G. White (Obreros evangélicos, pg. 277).

Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática

Revista Adventista de España
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.