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Juana es una fiel sierva de Dios, comprometida con la misión. Ella llegó al conocimiento del evangelio a través de la labor abnegada de Julia, una compañera de trabajo que tuvo mucha paciencia con ella. Juana, al principio, no deseaba conversar con Julia de asuntos que tuvieran que ver con la religión. Ella era miembro fiel de otra iglesia y le había prometido a su madre, en el lecho de muerte, que jamás traicionaría la fe de sus padres.

Pero Julia se aproximó a Juana siguiendo el método de Cristo. No le habló de religión, ni le dio la impresión de que deseaba traerla a su iglesia. Simplemente, desarrolló con ella una bellísima amistad, le mostró simpatía, la ayudó en todo lo que Juana necesitaba, y fue conquistando su confianza poco a poco.

Así, ellas empezaron a estudiar la Biblia juntas. Los preconceptos de Juana desaparecieron, y hoy es una fiel discípula de Jesús que se esfuerza por hacer y formar nuevos discípulos.

Sin embargo, ella anda un poco triste en los últimos días. Hay dos personas por las cuales trabaja para conducirlas a Jesús, pero aparentemente no ve resultados.

–Creo que voy a desistir, porque tienen el corazón muy duro –se queja.

Lo que Juana no sabe es que la cosecha final está por venir y que la palabra de Dios jamás vuelve vacía.

Todo Miembro Involucrado, es el plan divino que prepara a su iglesia para su encuentro y para el cumplimiento de la gran comisión. Es la revitalización del discipulado en cada creyente, «…id y haced discípulos…» (Mat. 28: 19).

Agradezco que puedas compartir el video en la iglesia el sábado y por WhatsApp en los grupos de tu iglesia.

Materiales para descargar: 

Cap. 12.pdf

Cap 12 TMI- El discípulo y la cosecha final (ppt en pdf)

Algunos ítems importantes:

  • En el capítulo 14 del libro de Apocalipsis, encontramos registrados los tres mensajes angélicos, que simbolizan al remanente que Dios levantó en 1844 con la finalidad de predicar el último mensaje al mundo. Ese mensaje debe ser proclamado a “toda tribu, lengua y pueblo”.
  • Llegará el día en que el propio Señor Jesucristo entrará en acción para cosechar lo que su iglesia sembró. Ese día, Juana verá que lo que le parecía tiempo desperdiciado era apenas el tiempo que Dios necesitaba para hacer madurar la semilla en el corazón de los seres humanos.
  • “Quizá durante algún tiempo la buena semilla permanezca inadvertida en un corazón frío, egoísta y mundano, sin dar evidencia de que se ha arraigado en él; pero después, cuando el Espíritu de Dios da su aliento al alma, brota la semilla oculta, y al fin da fruto para la gloria de Dios. En la obra de nuestra vida, no sabemos qué prosperará, si esto o aquello. No es una cuestión que nos toque decidir. Hemos de hacer nuestro trabajo y dejar a Dios los resultados.
  • Ha llegado el tiempo de la cosecha final. El mundo en el que vivimos se está cayendo a pedazos.
  • Esa es la misión de cada discípulo: salir y buscar personas para Cristo. Decirles que Dios las ama y que no hay más tiempo que perder. Ir a ellas con el instrumento del amor y traerlas al reino del amor.

Ideas prácticas

  • Invita y anima a otros miembros de la Iglesia a involucrarse.
  • Organiza a tu Unidad de Acción como un pequeño grupo para orar y visitar a la comunidad.
  • TMI es pedir el derramamiento del Espíritu Santo en tu vida y en la iglesia.
  • Ora por cinco personas que deseas ver en el cielo.

Para saber más sobre TMI, Escuela Sabática Viva, Intercesores, Proyecto Jabes, Expobiblia, Revitalización del Discipulado, escribe a: ministeriopersonal@adventista.es

Gabriel Díaz, departamental de Ministerio Personal, Escuela Sabática, Evangelización y Misión Global de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España

 

Revista Adventista de España