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Hay muchas cosas de la vida, y de la iglesia, que las miramos desde una perspectiva corta y con un horizonte limitado. Sucede cuando hablamos de los “niños”, o de los “jóvenes” considerándolos como apéndices de nuestra existencia. Quizá esa sea la razón por la que terminan aparcados en infinitas extracurriculares o en estereotipos mutilantes. Nada más lejos de la realidad. Nuestros “niños” y “jóvenes” son presente de calidad y futuro con esperanza. Sucede cuando hablamos de las personas y sus posesiones. Quizá esa sea la causa por la que etiquetamos a muchos de ellos por sus cosas o, simplemente, los cosificamos. Y  lo cierto es que cualquier persona vale mucho más que todas las cosas del mundo. Pues bien, el concepto que tenemos del diezmo, sea por lo que fuere, se pierde en la pequeñez de una visión transaccional. Yo gano, Dios me pide y yo le doy. Pero, el diezmo es mucho más que eso.

Para que nuestra visión se amplíe, recomiendo un material (adjunto a esta noticia) que escribió el Dr. Ángel Manuel Rodríguez para la revista Berit Olam (diciembre, 2015) y que lleva por título: “El diezmo en los escritos de Ellen G. White”. Te digo algunas cosas de lo que contiene para “abrir boca” (y ojalá que también corazón).

Cinco secciones

Se divide en cinco secciones:

  1. Fundamento teológico. Explica de forma sencilla los principios en los que se establece el concepto del diezmo y, además, nos permite reflexionar sobre la generosidad divina; y la hermosa relación entre las criaturas y su creador.
  2. Motivación para devolver el diezmo. En esta sección propone varias maneras de entender las razones por las que diezmamos. Es muy útil reconocernos en algunas posiciones y saber qué implica situarnos en tales espacios.
  3. Logística para devolver el diezmo. Es muy interesante conocer las formas que nos recomienda Ellen G. White para hacer las cosas como a Dios le gusta. Lo común tiene sus modos, y lo santo también.
  4. Usos del diezmo. Es la discusión de siempre cuando queremos hacer las cosas bien: ¿A qué se destina y a qué no? ¿Qué lo diferencia de las ofrendas y de las donaciones? Una sección de gran actualidad para los que anhelamos ser coherentes con el mandato divino.
  5. Uso personal del diezmo de Ellen G. Aunque para algunos pueda parecer anecdótico, nunca está de más saber en qué empleaba Ellen G. White sus diezmos. Te adelanto que fue precursora de realidades hasta entonces no contempladas.

Me parece que, en tiempos de materialismos y consumismos cotidianos, hay que leer este material. Te hará bien. A mí me lo ha hecho. He comprendido de forma más intensa que el diezmo, como muchas otras cosas que el Señor me propone que le ofrezca, es una bendición que me hace crecer como persona.

Por cierto, la frase, con la visión de Ellen G. White, sería bien transformacional: Dios me regala, yo le agradezco y Dios se alegra.

“El diezmo en los escritos de Ellen G. White”. Ángel Manuel Rodríguez.pdf

Autor: Víctor Armenteros. Responsable de Educación / Gestión de vida cristiana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España. 
Imagen: Photo by Christian Dubovan on Unsplash

 

Revista Adventista de España