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INTRODUCCIÓN

¡AQUÍ ESTOY!

La Reforma fue una revolución. Al clavar sus 95 tesis en las puertas de la Iglesia del Palacio de Wittenberg, Alemania, Martín Lutero (1483-1546) inició la Reforma protestante del siglo XVI. No obstante, debemos recordar que, si bien este acto se cita como el punto de partida principal de la Reforma protestante, antes que é, John Wycliffe, John Huss, Thomas Linacre, Jerónimo de Praga y otros ya habían dirigido su trabajo e incluso sus vidas en esa línea por la misma causa de la verdad, asentando la base para el cambio sobre la cual Lutero construyó posteriormente. Fue una revolución que hizo surgir una nueva teología religiosa y una nueva filosofía dentro del cristianismo, la teología de hablar abiertamente de Dios.

En este año 2017 conmemoramos el 500 aniversario de ese momento que inspiró a Martín Lutero y la Reforma protestante y que, finalmente, cambió el mundo.

ANTECEDENTES Y RELEVANCIA ACTUAL

En los días de Lutero, el mundo estaba al borde del trastorno. La capital del antiguo Imperio Romano de Oriente, Constantinopla, había caído en manos del Imperio Otomano Musulmán en 1453. Solo unos años antes, en 1439, Johannes Gutenberg desencadenó una revolución mediática, una «globalización del pensamiento» que permitió que comenzara una nueva forma de comunicación cuando introdujo la imprenta en Europa. El descubrimiento de América en 1492 anuló el viejo concepto de que la tierra era plana. Humanistas como Erasmo de Rotterdam enfatizaron la capacidad de los seres humanos para pensar de forma independiente mientras echaban la vista atrás hacia los pensadores del mundo antiguo buscando modelos de conducta. Después de más de mil años, los eruditos experimentaron un reavivamiento del estudio del hebreo y del griego como lenguas bíblicas que se habían olvidado casi por completo. La época medieval, dominada por la caballería, llegó a su fin con la invención de las armas de fuego y surgieron nuevas ciudades por todas partes en Europa. El mundo occidental había entrado en una era de transformación. No cambió todo, pero sí se abrió el camino a ello.

Muchas personas sienten hoy lo mismo respecto a nuestro mundo. Estamos experimentando nuevamente cambios fundamentales: la gente observa ansiosamente los resultados de la globalización, la revolución digital, el terrorismo, los peligros de la guerra y la destrucción de nuestro mundo por la falta de cuidado del medio ambiente. La pregunta tácita es: ¿Hay algo en lo cual podamos confiar?

Aunque las ideas clave de la Reforma (un llamado a la purificación de la iglesia y la creencia de que la Biblia, y no la tradición, debería ser la única fuente de autoridad espiritual) no eran ideas nuevas, Martín Lutero y los otros reformadores de Europa fueron los primeros en utilizar magistralmente el poder de la imprenta para dar a conocer sus ideas a un público más amplio. Cuando el amigo de Lutero, Johannes Gutenberg, introdujo la imprenta en Europa, nació un nuevo método de difusión y comunicación. Con esta revolución de los medios se produjo un enorme aumento en la producción de folletos y otros materiales imprimibles que sirvieron para ilustrar los mensajes relativos a la creencia y la fe, y con ello, se permitió el acceso público a las ideas y pensamientos de los reformadores.

Como joven, Martín Lutero luchaba por encontrar la paz con Dios. Le preocupaba cómo podría recibir la gracia de Dios, cómo podría acceder a un Dios que perdonara su culpa en el juicio. Cuantas más obras buenas hacía para agradar a Dios y servir a los demás, mayor sensación tenía de que la paz del Señor huía de él y más consciente era de sus defectos y de su pecaminosidad. Su superior, Johann von Staupitz, determinó que Lutero necesitaba mantenerse ocupado y distraído para no pensar demasiado. Le ordenó que estudiara una carrera y, durante ese tiempo, a través del estudio constante de la Biblia, Lutero encontró la respuesta en Romanos 1: 17: «Pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: “Mas el justo por la fe vivirá”».

¡Dios nos da el don de su gracia infinita cuando confiamos en él, aunque no lo merezcamos!

Durante esta semana de oración, examinaremos de cerca las cuestiones fundamentales que modelaron el pensamiento de Martín Lutero, que más adelante propulsaron la Reforma Protestante y que, finalmente, cambiaron el mundo.

 

Hay un comentario

  • Aurora Alba dice:

    Hola hermanos .A mi no deja de sorprenderme la claridad de mente que tuvo Martin Lutero para discernir la forma como el creyente puede ser justificado por la fe y la gracia de nuestro Sr.Jhs. y su muerte en la cruz y no por medio de las bulas .Pero sobre todo.como se planto ante autoridades. que no le hicieron temblar las piernas .Eso no lo hace cualquiera ,tenemos una deuda de gratitud para con Martin .El fue un hombre de su y nuestro tiempo.Escribo desde el pais vasco.Frco Garcia

Revista Adventista de España