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Miremos hacia donde miremos, veremos personas y familias luchando con sus dramas personales y relacionales. Muchos se sienten abrumados por la angustia, el dolor y la desesperación. Esto genera personas apáticas, sin rumbo ni fuerzas para luchar y buscar las victorias necesarias para ellos y su familia. Ciertamente, la mayoría no sabe cómo lidiar con las circunstancias que le rodean, que crean esa sensación de derrota frente a los dramas de la vida y la familia. ¿Qué hacer para enfrentar estas devastadoras circunstancias y salir victoriosos?

Como cristianos, vivimos en el contexto del conflicto entre el bien y el mal, que luchan por el destino eterno de todo ser humano. En un intento por lograr la victoria, el mal nos presenta a todos dramas de todo tipo, con el objetivo de «aplastarnos», desanimarnos en la fe y hacernos dudar del amor de Dios.

Firmeza y confianza

Dadas estas circunstancias, académicos y psicólogos en especial han tomado prestado el concepto de resiliencia de la física. Es propiedad de los materiales volver a su estado original después de haber sido sometidos a situaciones de esfuerzo y tensión, provocando rupturas y deformidad elástica. La psicóloga Soraya Rodrigues Aragão define la resiliencia «como la capacidad de los individuos, grupos y/u organizaciones de psico adaptarse, de volver a su estado ‘normal’ después de alguna situación traumática o crítica, o sea, la capacidad de superar la adversidad».

Entonces, en la dimensión espiritual, podemos entender la resiliencia como la capacidad de permanecer firmes y confiados en el cuidado y el amor de Dios, independiente de las crisis y luchas que enfrentemos. Necesitamos confiar en que Dios siempre tiene lo mejor para nuestra vida. Y, como en el caso de Job, todo lo que recibió fue mayor que su estado original (Job 42:10). Pero, ¿cómo desarrollar esta resiliencia espiritual?

¿Cómo desarrollar la resiliencia espiritual?

  • Confiando en la Palabra de Dios como fuente de guía para enfrentar todo tipo de crisis. «Toda palabra de Dios ha resultado pura, Él es escudo para los que en Él se refugian» (Proverbios 30:5).
  • Desarrollar la intimidad con Dios a través de un plan sistemático de oración. «Así que acerquémonos al trono de la gracia con confianza, para que podamos recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en nuestro momento de necesidad». (Hebreos 4:16)
  • Procurar «mirar» las situaciones y circunstancias de la vida, según la perspectiva de Dios. «Tres veces le rogué al Señor que me lo quitara. Pero él me dijo: “Mi gracia te basta, porque mi poder se perfecciona en la debilidad». (2 Corintios 12:8,9).
  • Tener contentamiento. «Aprendí el secreto de contentarme en cada situación… Todo lo puedo en Aquel que me fortalece» (Filipenses 4:12-13). Este discurso representa una de las mayores muestras de resiliencia espiritual reportadas en la Biblia.

¡Manténgase conectado con la fuente de resiliencia, porque la victoria es segura!

Autor: Alacy Mendes Barbosa, teólogo y director del Ministerio de la Familia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica.
Imagen: Shutterstock

Publicación original: Resiliencia espiritual y victorias familiares. Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Familia Esperanza 2023.

 

Revista Adventista de España