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A lo largo de estos días vamos a compartir algunas reflexiones (la reflexión es el primer paso si queremos cambiar, mejorar, crecer). Os invitamos, ante la llegada del nuevo año, a tener estos 21 días de reflexión en torno a nuestras familias, con el propósito de que este próximo año 2020 sea de gran bendición para nuestros hogares.

“A mis ojos eres de gran estima” Is. 43

Somos capaces de apreciar el valor del oro, una buena cerámica, un bordado artesanal, … Tenemos capacidad, más o menos, de apreciar lo bello, lo valioso, lo que… ¡vale mucho dinero! A nadie se le ocurriría ofrecer unos pocos euros por algo que vale miles. En algún grado todos tenemos la capacidad de valorar, o al menos intuir, lo que valen las cosas. 

Sin embargo, muchas veces erramos al considerar el valor de una persona y su dignidad. Cuando nos equivocamos en eso, se produce daño, a veces incluso muy duradero. Por el contrario, una valoración positiva tiene efectos muy importantes en la persona. 

En la familia, la valoración positiva de unos a otros tiene unos efectos aun más poderosos. En primer lugar porque las relaciones familiares son las más significativas que existen en esta tierra, y la valoración positiva ayudará a la autoestima y a la seguridad en uno(a) mismo(a); y en el caso de nuestros hijos, se añade que éstos están en periodo de formación y la valoración positiva va a contribuir mucho a su desarrollo saludable.

Pero para que se produzca un ambiente en el que la valoración positiva del otro fluya fácilmente, es necesario estar atentos a todo aquello que pueda ser bueno: una actitud de ayuda, una palabra adecuada de ánimo, una labor bien hecha, una buena intención manifiesta, … Debemos estar atentos a lo positivo y eso servirá como un estímulo imparable hacia el crecimiento, que es la mejor forma de superar lo que pueda ser negativo o mejorable.

Si fomentamos un ambiente de valoración positiva en el hogar, hay que saber que la valoración positiva genera, de forma natural, gratitud y reciprocidad.

Y, por cierto, cada uno de los miembros de nuestra familia, es más valioso que el oro y a los ojos de Dios es ¡de gran estima!

Autor: Antonio Martínez, departamental de Familia y 60 Plus de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Imagen: Photo by Ann Danilina on Unsplash 

Revista Adventista de España