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A lo largo de las próximas semanas vamos a compartir algunas reflexiones (la reflexión es el primer paso si queremos cambiar, mejorar, crecer). Os invitamos, ante la llegada del nuevo año, a tener estos 21 días de reflexión en torno a nuestras familias, con el propósito de que este próximo año 2020 sea de gran bendición para nuestros hogares.

“Guardaos, pues, en vuestro espíritu y no seáis desleales” Mal. 2:15

La fidelidad es uno de los componentes del fruto del espíritu. Dios le da gran valor a este maravilloso atributo de la personalidad. Ser fiel no es sólo no incurrir en infidelidad, del tipo que sea. Ser fiel es una de las columnas de nuestro ser. Una persona fiel a sí misma, lo será a sus principios morales, a su ética. Una persona fiel a Dios, antepondrá la voluntad de Dios a la suya propia. Y una persona que es fiel a estos niveles lo será también como amigo, con su cónyuge y con sus hijos.

La fidelidad se manifiesta por medio de actitudes, palabras y actos; y es mediante esta forma honesta de ser que se granjea un tesoro de valor extraordinario en el hogar: la confianza. Esta cualidad es indispensable porque genera gozo y paz, que también forman parte del valioso fruto del Espíritu.

Fidelidad, confianza, gozo, paz… en hermosa secuencia, hacen del hogar un lugar sereno en el que crece y florece el amor.

Autor: Antonio Martínez, departamental de Familia y 60 Plus de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Imagen: Photo by Ann Danilina on Unsplash
 

Revista Adventista de España