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A lo largo de las próximas semanas vamos a compartir algunas reflexiones (la reflexión es el primer paso si queremos cambiar, mejorar, crecer). Os invitamos, ante la llegada del nuevo año, a tener estos 21 días de reflexión en torno a nuestras familias, con el propósito de que este próximo año 2020 sea de gran bendición para nuestros hogares.

“Experimentados en discernir los tiempos” 1Cr. 12:32

La segunda dimensión del orden que vamos a considerar es la relacionada con el tiempo. Si el orden espacial jugaba un papel importante, el orden temporal probablemente tenga aun más incidencia en nuestras vidas. Eso lo podemos ver en nuestro hogar en forma especial.

Sólo hay que imaginar a una familia que diera una gran importancia al tiempo que pasan juntos, y en la que se dedicara un tiempo regular para hablar o leer. Y que para ellos fuera también prioritario un tiempo para la vida devocional personal, e igualmente para despedir el día juntos alrededor de la Palabra. Eso sería sólo posible con una planificación consciente del tiempo, teniendo muy presentes las prioridades.

Tanto a nivel de la pareja, como en relación con nuestros hijos, la forma en que organizamos nuestro tiempo va a determinar muy claramente el tipo de relaciones que se alcanzarán, los recuerdos familiares que se atesorarán, la identidad familiar que se construirá, así como el gusto que se tendrá por estar juntos aun pasados los años.

El tiempo es un posibilitante extraordinario, siempre que se aproveche con inteligencia y orden.

Si no, el tiempo se irá, y con él muchas cosas valiosas.

Autor: Antonio Martínez, departamental de Familia y 60 Plus de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Imagen: Photo by Ann Danilina on Unsplash

Revista Adventista de España