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– Buenos días, Jenny. ¡Es un día maravilloso! –dijo Mariana, sonriendo mientras descorría las cortinas para dejar entrar la luz del sol.

– Otro día terrible. ¿Qué podemos hacer para ser felices? –murmuró Jenny, con el ceño fruncido.

– Siempre podemos regocijarnos en el Señor por otro día de vida, por las hermosas montañas que nuestros ojos pueden ver. ¿Y qué podemos decir de los grandes amigos? –respondió Mariana, con alegría–. Me gustaría compartir Isaías 43:2 contigo. Dios ha prometido que estará con nosotros, incluso en los momentos difíciles.

En seguida, Mariana maniobró su silla de ruedas hasta la habitación de Carlos para alegrar su día con una promesa de la Biblia y una oración.

– Muchas gracias, Mariana. Tú me animas a seguir adelante cada día –dijo Carlos, sonriente.

Pronto, todos los compañeros del asilo de ancianos se reunieron en el salón central para la actividad de la mañana, con Mariana dirigiendo el alegre canto.

– Dime una cosa, Mariana: ¿qué te hace tan feliz todo el tiempo? Con artritis, una prótesis de rodilla, problemas del corazón, alergias y otros problemas de salud, ¿cómo puedes estar tan agradecida y sonriente todo el tiempo, aunque tengas tanto dolor? –preguntó Carlos, con curiosidad.

– Vivir cada momento de cada día con alegría me hace vivir más. Mi salud me­ jora. ¿Sabías que diversos estudios han demostrado que ser feliz y estar confiados en Jesús todos los días nos hace capaces de hacer frente a la enfermedad y las dolencias de una mejor manera? –exclamó con entusiasmo Mariana–. Una actitud mental positiva tiene que ver con creer en uno mismo, aceptar lo que venga y aprender a usar todo lo que se deba afrontar de modo de crecer y ayudar a otros. Con esta fórmula se sufre menos estrés. Y reír mucho es una excelente medicina.

Mariana continuó animando a otros y sirviendo a los residentes del hogar de ancianos durante muchos años. De hecho, su actitud positiva fue recordada con cariño por muchos de quienes fueron bendecidos por ella.

Gema para memorizar:

“No hay mejor medicina que tener pensamientos alegres. Cuando se pierde el ánimo, todo el cuerpo se enferma” (Prov. 17:22, TLA).

Piensa

• Estudia Proverbios 17:22 nuevamente e identifica por qué un corazón feliz es una buena medicina. ¿Cómo se puede desarrollar una actitud positiva?

Vive

• Encuentra dos amigos a quienes puedas animar.

• Consigue unas calcomanías de caritas felices o hazlas tú mismo.

• Entrega una a cualquier persona que encuentres que se vea triste o infeliz. Pídele que confíe en Jesús.

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Revista Adventista de España