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Lección 1 para el 5 de julio de 2025: OPRESIÓN: EL TRASFONDO Y EL NACIMIENTO DE MOISÉS.

Éxodo comienza su relato con una pequeña familia que se establece en Egipto con el beneplácito del faraón. Repentinamente, la situación cambia, convirtiéndose en esclavos obligados a trabajar para sus «amos» egipcios.

La situación se recrudece cada vez más. En medio de los sufrimientos, brilla la fidelidad de dos mujeres, Sifra y Fúa, y el rayo de esperanza con el que Dios saluda a Su pueblo: el hermoso niño rescatado del Nilo, Moisés.

  • El pueblo de Dios en Egipto (Éxodo 1:1-14)

    • El segundo libro de Moisés se llamó en latín Exodus (Éxodo) por su temática. Pero en hebreo se lo conoce como Shemot (Nombres), por sus primeras palabras (Éxodo 1:1).
    • Estos «nombres» son los de Jacob y sus hijos. Un pequeño grupo de 70 personas (Génesis 46:26-27; Éxodo 1:5). Con el paso del tiempo, se convirtieron en un pueblo con un ejército de unos 600.000 guerreros (Éxodo 12:37).
    • El hijo de Jacob, José, fue ministro de un faraón de la dinastía XVII, de origen hicso, no egipcio. Cuando los hicsos fueron derrotados, comenzó una nueva dinastía en Egipto, que «no conocía a José» (Éxodo 1:7-8).
    • Esto llevó a Israel a una situación angustiosa (Éxodo 1:9-14). Sin embargo, al final del libro de Éxodo, la situación cambia completamente: Israel adora en libertad, ante la misma presencia de Dios (Éxodo 40:38). La enseñanza del libro es clara: Dios está al control; Él nos salvará, aunque las circunstancias nos lo hagan parecer imposible.
  • De Abraham a Moisés (Génesis 15:13; Éxodo 1:8)

    • Dios había prometido a Abraham darle la tierra de Canaán, pero le avisó acerca de un retraso de 400 años en el cumplimiento de este plan (Génesis 15:13-16). Moisés y Pablo añaden a este periodo 30 años, retrotrayéndolo al llamado en Harán (Éxodo 12:40; Gálatas 3:17):
      • Desde el llamado de Abram en Harán hasta la llegada de Jacob a Egipto: 215 años
      • Desde la llegada de Jacob a Egipto hasta el éxodo: 215 años
    • ¿Y cómo llegó Jacob a Egipto? De una forma totalmente milagrosa. A pesar de los intentos fratricidas de matar a José, éste llegó a ser el primer ministro de Egipto. Gracias a su posición pudo traer a toda su familia.
    • ¿Cuándo ocurrió todo esto? No sabemos las fechas exactas, pero sí lo suficiente como para encajarlas en la historia conocida (con fechas también inexactas).
    • 1º de Reyes 6:1, dice que el Éxodo ocurrió 480 años antes del 2º año de Salomón. Si esta fecha es exacta e inclusiva, nos lleva al año 1445 a.C. Si lo consideramos una «cifra redonda», y tenemos en cuenta la muerte del faraón, el Éxodo tuvo lugar el año 1450 a.C. Con estos datos podemos determinar varios momentos de la vida de Moisés.
      • Amosis I (1575/1550). Derrota a los Hicsos. Es el faraón que «no conocía a José», y esclavizó a Israel (Éxodo 1:8-12)
      • Amenofis I (1550/1530). Continuó oprimiendo a Israel (Éxodo 1:13-14)
      • Tutmosis I (1530/1517). Mandó matar a los niños hebreos (Éxodo 1:15-22)
        • Moisés (1530/1410). Es adoptado por la hija de Tutmosis I, Hatshepsut
      • Tutmosis II (1517/?). En su reinado, Moisés huye de Egipto (1490)
      • Hatshepsut (?/1479). Muere antes de que su «hijo» regrese a Egipto
      • Tutmosis III (1479/1450). El faraón del Éxodo. Su primogénito estuvo «a cargo del ganado» pero nunca reinó, pues murió en la 10ª plaga.
      • Amenofis II (1450/1424). Hijo de Tutmosis III, pero no su primogénito
  • El triunfo de la fidelidad (Éxodo 1:15-22)

    • La XVIII dinastía egipcia odiaba a los extranjeros. Además, los israelitas eran suficientemente numerosos como para sublevarse (Éxodo 1:9-10). Así que los sometieron paulatinamente:
      • Pusieron comisarios para obligarles a construir edificios (Éxodo 1:11)
      • Endurecieron sus exigencias, convirtiéndoles en trabajadores/esclavos (Éxodo 1:13-14)
      • Decretaron la muerte de los varones, usando a las parteras (Éxodo 1:15-16)
      • Finalmente, impusieron por la fuerza la muerte de los niños varones (Éxodo 1:22)
    • En medio de esta angustia, resalta la fidelidad de las parteras, Sifra y Fúa (Éxodo. 1:15-19). Moisés omite el nombre del faraón, pero nos da los nombres de ellas.
    • También registra, para nuestra enseñanza, cómo Dios las bendijo por su fidelidad (Éxodo. 1:20-21).
  • El hijo del Nilo (Éxodo 2:1-10)

    • «Hermoso» se queda corto para describir al hijo de Jocabed (Éxodo 2:2). El término hebreo tob significa ‘bueno, hermoso, perfecto’, y es el mismo que usa Dios para describir la perfección de su Creación (Génesis. 1:31).
    • Dios tenía planes especiales para él. La madre se arriesgó; una joven se enterneció; una niña habló con sabiduría… y el futuro libertador fue librado de la muerte (Éxodo 2:3-7).
    • No sabemos el nombre que le dieron sus padres, pero sí el que le dio su madre adoptiva, la hija del faraón: Hapimosis (hijo del dios Nilo). Pero él solo se consideró ‘hijo’, mosis, Moisés (Éxodo. 2:10).
    • Su madre aprovechó bien los pocos años que lo tuvo a su cuidado (Éxodo 2:8-9). Le enseñó a ser un verdadero hijo de Dios. ¡Qué labor tan importante realizan las madres al educar en el temor de Dios a sus hijos!
  • El liberador fracasado (Éxodo 2:11-25)

    • Poco sabemos de la juventud de Moisés. Como posible heredero del trono, sería educado para ello, incluyendo pericia militar y política (Elena de White, Patriarcas y profetas, página 223).
    • Sí sabemos que, poco antes de que Moisés cumpliera 40 años, por intrigas políticas, Tutmosis II fue proclamado faraón. Entonces, Moisés consideró que había llegado el momento de liberar a su pueblo Israel. Pero comenzó su liberación matando a un egipcio. Grave error (Éxodo 2:11-12). Ni siquiera su pueblo lo consideró su libertador (Éxodo 2:13-14; Hechos 7:25).
    • En pocos días pasó de ser un respetado miembro de la corte del faraón a un prófugo pastor de ovejas (Éxodo 2:15-22). Sin embargo, Dios no desechó a Moisés, sino que siguió contando con él, a pesar de sus errores.

Para meditar:

«Dios había oído las oraciones de la madre; su fe fue premiada. Con profunda gratitud emprendió su tarea, que ahora no entrañaba peligro. Aprovechó fielmente la oportunidad de educar a su hijo para Dios. Estaba segura de que había sido preservado para una gran obra, y sabía que pronto debería entregarlo a su madre adoptiva, y se vería rodeado de influencias que tenderían a apartarlo de Dios. Todo esto la hizo más diligente y cuidadosa en su instrucción que en la de sus otros hijos.

»Trató de inculcarle la reverencia a Dios y el amor a la verdad y a la justicia, y oró fervorosamente que fuera preservado de toda influencia corruptora. Le mostró la insensatez y el pecado de la idolatría, y desde muy temprana edad lo enseñó a postrarse y orar al Dios viviente, el único que podía oírlo y ayudarlo en cualquier emergencia». (Elena de White, Patriarcas y profetas, página 221).

«El magnífico palacio del faraón y el trono del monarca fueron ofrecidos a Moisés para seducirlo; pero él sabía que los placeres pecaminosos que hacen a los hombres olvidarse de Dios imperaban en sus cortes señoriales. Vio más allá del esplendoroso palacio, más allá de la corona de un monarca, los altos honores que se otorgarán a los santos del Altísimo en un reino que no tendrá mancha de pecado. Vio por la fe una corona imperecedera que el Rey del cielo colocará en la frente del vencedor.

»Esta fe lo indujo a apartarse de los señores de esta tierra, y a unirse con la nación humilde, pobre y despreciada, que había preferido obedecer a Dios antes que servir al pecado». (Elena de White, Patriarcas y profetas, página 224).

Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Zaragoza. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática.

 

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