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Foto: (cc) Flickr / Leticia L. Esquina superior: Felipe Lemos.

La película de Noé, que se propone presentar aspectos de la vida del famoso patriarca, continuará repercutiendo y polemizando en el mundo al menos por dos razones. El primer motivo es que quien dirigió y produjo la película ya avisó de que su intención no era la de llevar adelante un relato fiel al texto bíblico y tampoco ayudar a fortalecer la fe de las personas a partir de lecciones aprendidas con la biografía del personaje principal. La otra razón para la polémica es el hecho de que muchos ven en la película distorsiones o puntos de vista radicalmente diferentes de los que se relatan en la fuente primaria que trata la vida de Noé, o sea, la Biblia. La tendencia es que otras películas, al estilo hollywoodiense, reflejen ese mismo aspecto, o sea, que no reproduzcan lo que el libro sagrado del cristianismo enseña.

El film comercial con temática bíblica no fue hecho para inspirar, sino para vender. Esa es la lógica de un mercado en el que la producción cinematográfica es, como indica el propio nombre, un producto. El producto existe para adaptarse al público-objetivo y siempre dar ganancias a quien invirtió el dinero en el mismo. Quien no entienda esto se engaña.

En cuanto a las distorsiones o desvíos de contenido presentado en la película en relación al texto bíblico, nada mejor que ir a las fuentes primarias para comprobar si es así. La premisa básica de quien desea conocer más sobre un asunto. Es necesario investigar y no quedarse en la superficie de los datos.

A pesar de lo que la película pueda dar a entender, Noé y su familia realmente no se alimentaban de carne porque el régimen alimenticio de aquel momento era el diseñado por Dios desde el Edén. Una dieta que incluía carne fue adoptada después del diluvio con el permiso de Dios y posteriormente como una orientación sobre el cuidado en la ingesta de carnes consideradas inmundas (Génesis 8 y 9; Levítico 11).

No hay nada en la Biblia que pueda dejar entrever la idea de que los ángeles quisieran proteger a Adán y Eva cuando cometieron pecado en el jardín del Edén. Al contrario, los ángeles se revelaron contra la voluntad de Dios y cuestionaron su carácter, incluso antes de la pareja del Edén, ya entraron en lucha con los ángeles buenos y con Cristo quienes acabaron expulsándolos del cielo. El relato bíblico informa de un tercio de los ángeles sin acceso al cielo a causa de esa desobediencia consciente y lealtad al ángel Lucifer (posteriormente conocido como Satanás).

Ángeles guardianes
También parece poco lógica la idea, presentada en la película, de que Adán y Eva necesitaran la defensa de los ángeles del mal. La razón está en el hecho de que el relato de Génesis indica que Dios conversó con la pareja después de la caída. Aunque tuvieron amargas consecuencias por su acto deliberado, el Señor no los abandonó ni los persiguió, sino que les dio ropas para vestirse y continuó manteniendo contacto con ellos, aunque ya no pudiesen disfrutar más de la vida en el paraíso diseñado por el Creador. Además, según Romanos 5, el apóstol Pablo hizo una comparación entre Jesús y Adán, pero en el sentido de que, por medio de Adán, entró el pecado y, por medio de Cristo, vino la salvación o remisión de los pecados. Pero nada que pudiera justificar una atribución especial de culpa a Adán o Eva por cometer le primer pecado. Fueron tratados con la misma misericordia que Dios concede a todos los seres humanos que pecan (Génesis 3 y Romanos 5:12-21).

Tampoco hay ningún indicio de que Dios haya usado ángeles para la construcción del arca ni que los haya premiado por esa tarea, ya que, en el relato bíblico y en los comentarios al respecto, siempre se hace referencia única a Noé y su familia como colaboradores de esa orden dad por Dios debido a la maldad creciente e insoportable de aquellos tiempos. Es evidente que los ángeles acompañaron todo ese proceso, pues son los guardianes de los hombres con el fin de estar presentes y actuar cuando sea necesario, pero no hay nada específico sobre la construcción del arca (sobre ángeles y protección, léase Salmo 34:7 y Hebreos 1:14).

Comunicación con Dios
Otro tema abordado de manera bastante libre e imaginativa por la película es la forma en que Dios avisó a Noé respecto la construcción del arca y del anuncio de la destrucción de la Tierra. Es importante comprender que Noé no fue escogido por Dios para ser exaltado y volverlo famoso o popular. Al contrario, la tarea que Dios le confirió al patriarca era bastante impopular, pues nunca había llovido en el mundo de entonces y la reacción de la sociedad fue la peor posible, al punto que Noé predicó durante muchos años sobre el diluvio y ninguno quiso entrar en el arca a excepción de su familia más cercana. La idea de convertirlo en un héroe además de un visionario es típica de quien transforma historias en dramas cinematográficos. Noé es tratado en la Biblia más como un hombre temeroso de Dios que aceptó, por fe, que el Señor le había dado una misión espiritual (Hebreos 11:7).

El relato apenas dice que Dios habló con Noé sin detallar si fue por medio de un sueño o una visión. Es probable que un ángel haya sido el mensajero del fin del mundo, y eso al menos 120 años antes de lo ocurrido. Lo importante, sin embargo, no es tanto la manera en que se dio la conversación, aunque sea improbable que el íntegro siervo de Dios se haya valido de cualquier bebida alucinógena u otro medio para mantener ese contacto con el Señor. La Biblia dice que era un hombre íntegro y eso se debía también por la influencia beneficiosa de los antepasados temerosos de Dios como Enoc, Matusalén y Lamec. Hay una razón bien coherente: Dios hablaba con el ser humano directamente, sin necesidad de intermediarios (Génesis 6:13; 7:1,5). En la Biblia hay registro de algunos personajes bíblicos que tuvieron el privilegio de una conversación directa con Dios (Abraham, Moisés, Jacob) y otros tantos que hablaron con Él por medio de sueños y visiones. Lo más relevante en ese aspecto es que hay, de parte de esa mayoría de personas contadas, una respuesta favorable a los pedidos divinos y una seguridad de que habían estado en la presencia de Alguien superior a ellos. Nunca una posición de altivez o desprecio.

La idea de personas que suplicaran para entrar en el arca siendo que Noé las dejara fuera intencionalmente porque el arca era solo para salvar los animales no tiene base bíblica. Durante el tiempo de construcción del arca, Noé habló extensamente sobre el plan de Dios y el juicio inmediato que estaba por venir. No se puede deducir que hubo desconocimiento por parte de la población respecto a lo que estaba a punto de ocurrir (1 Pedro 3:20). Sí que es posible creer que muchos, en el momento que llegaba el increíble diluvio, intentaran entrar precipitadamente en el arca que fue cerrada por Dios mismo. También es cierto que ya estaban allí en una situación en medio de la inundación y no por arrepentimiento, pues habían sido advertidos con antelación e invitados a entrar en el arca mientras era posible.

Se podría decir mucho más sobre Noé y el relato bíblico contextualizado, pero lo mejor es profundizar y leer de primera mano. La Biblia, al contrario de una película de algunas horas, tiene una profundidad inexplicable. Cuando más profundice el estudiante sincero en los conceptos y enseñanzas allí descritos, más verá que tiene que aprender y más deseos de conocer. Hay muchos motivos por el que, para muchos, es algo más que un libro. Es la revelación de Dios para la humanidad.

Revista Adventista de España