En los últimos seis meses se han distribuido por medio de los colportores (tanto estudiantes como colportores efectivos) y de los miembros de iglesia adventistas de España, más de 600.000 copias de los nuevos folletos de evangelización.
Ya se está empezando a ver los frutos de esta distribución. Hay personas llamando pidiendo estudios bíblicos, soporte espiritual, más literatura y hasta incluso solicitando una dirección para ir a la iglesia. ¡Gloria a Dios por la obra del Espíritu Santo tocando corazones!
Estos folletos misioneros son un excelente material que podemos compartir con todas las personas con quienes contactamos diariamente, ya sea familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, conocidos, o personas desconocidas con las que entablamos alguna conversación.
Recuerda que el Señor nos llamó a ser misioneros todos los días, y una manera sencilla de sembrar la Palabra de Dios es compartiendo estos folletos. ¿Por qué no te propones entregar al menos un folleto al día? A diario contactas con muchas personas, ¿por qué no aprovechar esta oportunidad para dejarles un mensaje de Dios?
El Espíritu de profecía señala: «Distribúyanse folletos con la verdad presente como hojas de otoño» (Ministerio de publicaciones, pág. 385). «Llevad con vosotros dondequiera vayáis, un paquete de folletos seleccionados, que podáis compartir a medida que tengáis oportunidad […]. Seguirán importantes resultados» (Servicio cristiano, pág. 188).
Hablando sobre el impacto de las publicaciones en Europa, la sierva del Señor señala: “Se me ha mostrado en qué forma las publicaciones acerca de la verdad presente son tratadas algunas veces por muchas personas en Europa y en otros países. Una persona recibe un folleto o una revista. Lee un poquito y encuentra algo que no concuerda con sus puntos de vista, de manera que lo arroja a un lado. Pero no olvida las pocas palabras que leyó. Aunque no recibieron la bienvenida, sin embargo permanecen en la mente hasta que surge un interés que la impulsa a leer más acerca del tema. Nuevamente toma el folleto; y el lector vuelve a encontrar en él algo que contradice sus opiniones y costumbres sostenidas durante largo tiempo, y de nuevo lo arroja con enojo. Pero el mensajero rechazado no dice nada que aumente la oposición o excite su combatividad; y cuando desaparece la intensidad de su enojo, y la persona vuelve a apoderarse del folleto, éste le comunica la misma historia sencilla y directa, y así encuentra en él gemas preciosas. Los ángeles de Dios están cerca para impresionar su corazón con la palabra no hablada; y aunque esa persona se muestre renuente, finalmente cede y la luz se posesiona del alma. Los que en esta forma son convertidos sin quererlo, con frecuencia resultan ser los creyentes más firmes, y su experiencia les enseña a trabajar perseverantemente en favor de otros” (Evangelismo, pág. 302).