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alimentosLos alimentos tienen propiedades beneficiosas para nuestra salud. De hecho, el área de la nutracéutica ha evolucionado cada vez más en el descubrimiento de compuestos bioactivos en los alimentos.

En el siglo XXI, ya no es secreto para nadie que, para mantener el cuerpo saludable y lleno de energía, se necesita una alimentación de calidad, con alimentos llenos de nutrientes y vitaminas. A medida que la ciencia avanza, la importancia de los alimentos en la salud es cada vez más conocida. Y, ahora, lo que se pone en el plato adquiere, de hecho, estatus de remedio. Los 8 remedios naturales, tan conocidos y difundidos por los adventistas, comienzan a tener cada vez más sentido en el medio académico.

Si se utilizan de manera correcta, y con la ayuda de un profesional, los alimentos pueden ser una herramienta poderosa en varios sentidos, ya que existe una relación directa entre los alimentos que consumimos y nuestra salud. La lista de beneficios es larga: pueden aumentar nuestro sistema inmunológico, ayudar a curar y prevenir enfermedades, regular el organismo, regular y mejorar nuestro humor, etc.

Ahora deténgase y piense: ¿cómo fue su última cena? ¿Había ensalada, legumbres y, quien sabe, una fruta de postre? ¿O será que se trató de un plato pesado, con alimentos y salsas grasosas, una comida rápida o quizás la famosa pizza con amigos? Si su respuesta fue más parecida a la segunda opción, esté atento.

Remedios naturales

Hace mucho tiempo, los científicos pensaban que todo lo que el cuerpo necesitaba para funcionar de manera adecuada eran carbohidratos, grasas, proteínas, minerales, vitaminas y agua. Ahora, cada vez se reconoce más la importancia de los valores nutricionales que se encuentra de manera super potente en las frutas y los vegetales, los llamados fitoquímicos. La ciencia y sus investigaciones avanzan. Nuevos descubrimientos surgen y traen novedades fantásticas sobre el poder de cura de estos alimentos, que pueden ayudar en el tratamiento de enfermedades que van desde una simple gripe hasta un cáncer.

Vale señalar algo muy importante: de la misma manera en la que con los buenos alimentos podemos mejorar nuestra salud, potenciar tratamientos y ayudar en el proceso de cura y prevención, no debemos olvidar que el consumo en exceso, de cualquier sustancia, puede causar un desequilibrio en nuestro organismo.

Nuestro cuerpo habla

¿Eso quiere decir que si como demasiada zanahoria, me puede hacer mal? El cuerpo humano hace el trabajo de convertir en vitamina A el betacaroteno presente en la zanahoria. Esa vitamina es fundamental para la salud ocular, pues disminuye la probabilidad de cataratas y previene la degradación macular, además de que protege los ojos del sol. Cuando el consumo de carotenoides es considerado normal, el organismo elimina estos pigmentos de manera natural. Pero cuando el consumo sobrepasa el valor de referencia de 30 miligramos por día, puede llevar a una alteración en el color de la piel que se llama carotenemia y le da un tono amarillo o anaranjado.

Ese es un ejemplo de que nuestro cuerpo habla. Al sentir el desequilibrio, nos manda señales visibles de que algo no está bien. Podemos ver que hasta un alimento considerado fundamental puede traer desequilibrio a nuestro cuerpo.

El área de la nutracéutica ha evolucionado cada vez más para descubrir los compuestos bioactivos, sustancias de nombres extraños, como licopeno y flavonoides, excelentes auxiliares en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, entre otros males.

Ejemplos

Conozcamos entonces cinco alimentos que pueden traerle beneficios a nuestro cuerpo. Observe:

  1. En el brócoli hay un compuesto ácido cinámico que tiene la capacidad anestésica y acción contra los hongos.
  2. En el ajo se descubrió que el ácido ferúlico tiene funciones antibióticas y que estimulan el sistema inmunológico.
  3. Una banana media representa el 30% de la ingestión diaria recomendada de vitamina B6, lo que ayuda al cerebro a producir serotonina. Esta fruta también contiene triptófano, componente que alivia la depresión y la ansiedad.
  4. En el tomate, el licopeno se ha revelado con una excelente arma en la prevención del cáncer, principalmente los de vejiga, mama y próstata.
  5. El ácido cítrico del jugo de limón ayuda a evitar algunos tipos de cálculos renales, porque reduce la excreción de calcio por la orina. La cáscara de limón también es rica en el compuesto rutina, que fortalece la pared de venas y capilares y, potencialmente, disminuye el dolor y la gravedad de las venas varicosas.

¡Este es el momento de cambio! Necesitamos usufructuar de los beneficios que fueron entregados como un regalo al ser humano. Estamos en un momento en el que los alimentos pueden causar la degeneración de nuestro cuerpo, el lugar donde habita el Espíritu Santo. Es necesario buscar salud, lucidez y claridad de pensamiento, puntos esenciales para escuchar la voz de Dios que nos habla y nos guía a la eternidad.

Autora: Thaís Trivelato, nutricionista con posgrado en auditoría de salud.
Imangen: Photo by nrd on Unsplash

Artículo original: ¿Los alimentos tienen poder?

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