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Lección 4 para el 26 de julio de 2025: LAS PLAGAS

Cuando el pueblo de Dios se debía enfrentar a una guerra, Dios le instruyó para que, en primer lugar, se parlamentaran condiciones de paz. Si no se conseguía llegar a un acuerdo, debía pasarse a la acción (Deuteronomio 20:10-12).

Así fue como Dios trató con Egipto. Se había intentado una salida pacífica, pero Tutmosis se negó a aceptarla. Había llegado el momento de pasar a la acción.

Cuando cayeron las plagas, ningún dios del enorme panteón egipcio pudo proteger a Egipto del poder del verdadero y único Dios.

  • El preludio:

    • Lucha de serpientes (Éxodo 7:8-12)

      • Dios expresó que la liberación de Israel era una guerra que luchaba personalmente contra los dioses egipcios (Éxodo 12:12; Números 33:4).
      • En su corona, símbolo de su poder, el faraón lucía una hermosa cobra que representaba a la diosa Uadyet. Al convertir la vara en serpiente, Dios estaba desafiando directamente a esta diosa (Éxodo 7:10). ¿Sería capaz de proteger a Faraón?
      • Satanás imitó el milagro a través de los magos (Éxodo 7:11). Pero él no puede crear vida; sus serpientes solo parecían serpientes. Sin embargo, Dios sí había creado una serpiente viva, capaz de devorar a las inanimadas (Éxodo 7:12).
      • Dios mostró así que Él, no los dioses egipcios, es quien posee el poder y la autoridad soberanos.
    • Un corazón endurecido (Éxodo 7:13)

      • En el libro de Éxodo se dice 9 veces que Dios endureció el corazón del faraón (Éxodo 4:21; 7:3; 9:12; 10:1; 10:20; 10:27; 11:10; 14:4; 14:8), y otras 9 veces se dice que el faraón mismo endureció su corazón (Éxodo 7:13; 7:14; 7:22; 8:15; 8:19; 8:32; 9:7; 9:34; 9:35).
      • ¡Empate! ¿Quién endureció el corazón del faraón?
      • Tras las cinco primeras plagas, se dice explícitamente que Faraón endureció su corazón. Es decir, que se negó a responder positivamente al llamado del Espíritu Santo que le impulsaba a dejar ir libre a Israel.
      • Tras la sexta plaga, Dios endurece el corazón (Éxodo 9:12). Faraón, aparentemente, había pasado la barrera del arrepentimiento. Sin embargo, en la séptima plaga se le da otra oportunidad, pero vuelve a endurecer su corazón (Éxodo 9:34-35).
      • A partir de entonces, su destino estaba fijado. Dios había endurecido el corazón de Faraón porque este había decidido firmemente que no quería arrepentirse.
  • Las plagas:

    • Tres plagas leves (Éxodo 7:14-8:19)

      • Primera plaga: Sangre. Afecta a: Hapi, dios del Nilo.
        • El Nilo, con sus crecidas, daba vida a Egipto. Pero, ¿quién creó las fuentes de las aguas? Los magos simularon la conversión del agua, pero no pudieron revertirla.
      • Segunda plaga: Ranas. Afecta a: Heket, dios de las ranas.
        • Nuevamente, los magos imitaron la plaga, pero fueron incapaces de detenerla.
      • Tercera plaga: Piojos. Afecta a: Geb, dios de la tierra.
        • ¿Crear vida del polvo de la tierra (Génesis 1:24)? Ya no quedaron dudas del origen de las plagas: “Dedo de Dios es este” (Éxodo 8:19). Y los magos callaron al fin.
    • Tres plagas graves (Éxodo 8:20-9:12)

      • Cuarta plaga: Moscas. Afecta a: Uatchit, diosa de las marismas.
        • Por primera vez, los israelitas fueron protegidos de la plaga. Esto llevó a Faraón a negociar, pero finalmente no cumplió su parte.
      • Quinta plaga: Muerte del ganado. Afecta a: Jnum, dios creador.
        • Muchos dioses tenían cabeza de animal, por tanto, esta plaga humillaba a la mayor parte de ellos.
      • Sexta plaga: Úlceras. Afecta a: Sejmet, diosa de la curación.
        • Ni siquiera los magos podían sanarse a sí mismos (Éxodo 9:11). Faraón no tenía dudas sobre el origen de las plagas. Pero había decidido negarse a doblegarse ante Dios, y Dios permitió que cosechase el fruto de su rebeldía (Éxodo 9:12).
    • Tres plagas devastadoras (Éxodo 9:13-10:29)

      • Séptima plaga: Granizo. Afecta a: Nut, diosa del cielo; y Seth, dios de las tormentas.
        • Se puso a prueba la fe de los egipcios. El que creyó, salvó la vida de sus siervos y de su ganado (Éxodo 9:20). Faraón no creyó y, aunque confesó haber pecado, su confesión no fue sincera (Éxodo 9:27-30).
      • Octava plaga: Langostas. Afecta a: Neper, dios del grano.
        • Con Egipto devastado, los egipcios mismos suplicaron a Faraón que dejase ir a Israel (Éxodo 10:7).
      • Novena plaga: Tinieblas. Afecta a: Ra, dios del sol.
        • La vida en Egipto quedó paralizada durante tres días (excepto en Gosén). Dios concedió un tiempo de reflexión, que Faraón no aprovechó debidamente.

Para meditar:

«A cada rechazo de la luz, el Señor manifestaba un despliegue más marcado de su poder; pero la obstinación del rey crecía con cada nueva evidencia del poder y la majestad del Dios del cielo, hasta que se agotó la última flecha de misericordia de la aljaba divina. Entonces el hombre quedó completamente endurecido por su propia resistencia persistente. Faraón sembró obstinación, y cosechó lo mismo en su carácter. El Señor no pudo hacer nada más para convencerlo, porque estaba obstinado y lleno de prejuicios, hasta el punto de que el Espíritu Santo no podía acceder a su corazón. Faraón fue entregado a su propia incredulidad y dureza de corazón». (Elena G. White, The Review and Herald, 17 de febrero de 1891).

«Antes de enviar cada plaga, Moisés había de describir su naturaleza y sus efectos, para que el rey se salvara de ella si quería. Todo castigo despreciado sería seguido de uno más severo, hasta que su orgulloso corazón se humillara, y reconociera al Creador del cielo y de la tierra como el Dios verdadero y viviente. El Señor iba a dar a los egipcios la oportunidad de ver cuán vana era la sabiduría de sus hombres fuertes, cuán débil el poder de sus dioses, que se oponían a los mandamientos de Jehová. Castigaría al pueblo egipcio por su idolatría, y anularía las supuestas bendiciones que decían recibir de sus dioses inanimados. Dios glorificaría su propio nombre para que otras naciones oyeran de su poder y temblaran ante sus prodigios, y para que su pueblo se apartara de la idolatría y le tributara verdadera adoración». (Elena G. White, Patriarcas y profetas, página 237).

Autor: Sergio Fustero, de la Iglesia Adventista del 7º Día en Zaragoza. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática.

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