Lección 12 para el 17 de diciembre de 2022: LA COSMOVISIÓN BÍBLICA.
La cosmovisión bíblica muestra una lucha constante entre el bien y el mal, entre Cristo y Satanás. Esta lucha se recrudece cada vez más conforme nos acercamos a los últimos eventos de este mundo. Apocalipsis 13 nos muestra hasta dónde llegará Satanás en su lucha, y Apocalipsis 14 nos muestra el avance de los seguidores de Jesús.
De ahí la importancia de que todo nuestro ser quede santificado para enfrentar esta lucha (1Ts. 5:23).
-
El modelo a seguir.
- Antes de comenzar su ministerio, Jesús fue creciendo en cuatro aspectos (Lucas 2:52 NVI):
- Mentalmente (“en sabiduría”)
- Físicamente (“en estatura”)
- Espiritualmente (“el favor de Dios”)
- Socialmente (“el favor de toda la gente”)
- Al igual que Jesús, nosotros también debemos crecer en todas las facetas de nuestro ser [lo que Pablo llama “espíritu, alma y cuerpo” (1Ts. 5:23)].
- La obra de la Redención implica restaurar la imagen perdida de Dios en el hombre. Nuestro crecimiento debe estar orientado en este sentido, preparándonos para la Segunda Venida, cuando la obra será completada.
- Antes de comenzar su ministerio, Jesús fue creciendo en cuatro aspectos (Lucas 2:52 NVI):
-
El cuidado del cuerpo.
- La Biblia contiene cientos de consejos sobre el cuidado corporal. Pablo nos habla de nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo (1Co. 3:16-17). Juan desea que gocemos de buena salud (3Jn. 2).
- La restauración de la imagen de Dios también incluye el cuidado de nuestro cuerpo.
-
El cuidado de la mente.
- Para poder reflejar la imagen de Dios es necesario un cambio en nuestra mente. Nuestra aspiración es llegar a pensar como piensa Cristo. ¿Cómo lo podemos conseguir?
- En primer lugar, ésta es una labor que solo puede realizar el Espíritu Santo, el cual transforma nuestra mente y nuestros sentimientos (Jer. 31:33; Ez. 36:27).
- En segundo lugar, necesitamos cooperar con Él, realizando un esfuerzo decidido para alimentar correctamente nuestra mente (Ro. 12:2; Flp. 4:8).
- A través de esta cooperación, la pureza y el amor brillan en el carácter, la humildad y la verdad rigen la vida (Sal. 24:3-5; Col. 3:1-2).
- Para poder reflejar la imagen de Dios es necesario un cambio en nuestra mente. Nuestra aspiración es llegar a pensar como piensa Cristo. ¿Cómo lo podemos conseguir?
-
El cuidado del espíritu.
- Es importante que la cuidemos nuestra naturaleza espiritual dejando trabajar al Espíritu Santo en nosotros. ¿Qué hace Él en nosotros?
- Derrama en nosotros el amor divino (Ro. 5:5)
- Nos conduce a Jesús (Jn. 15:26)
- Nos convence de pecado (Jn. 16:8)
- Nos da poder para predicar el evangelio (Hch. 1:8)
- Nos guía a toda la verdad (Jn. 16:13)
- Si Él nos guía a toda la verdad, no podemos intentar usarlo según nuestro propio criterio, como quiso hacerlo Simón el mago (Hch. 8:18-19). También podemos estar seguros de que su guía estará de acuerdo con la verdad ya revelada en la Biblia (si no es así, no es el Espíritu Santo el que nos habla).
- Es importante que la cuidemos nuestra naturaleza espiritual dejando trabajar al Espíritu Santo en nosotros. ¿Qué hace Él en nosotros?
-
El cuidado continuo.
- El Nuevo Testamento contiene muchas alusiones a la necesidad de velar y prepararse para la Segunda Venida de Jesús en un proceso de purificación continua, avanzando hacia la perfección (Mt. 24:13, 42; 1Co 1:7-8; Flp. 1:6; Heb. 6:11-12; Stg. 1:4; Ap. 2:6).
- A menos que crezcamos continuamente en la gracia y avancemos en la fe, la tendencia será a apartarnos; a endurecernos; a volvernos escépticos, cínicos y hasta incrédulos.
- No dejes pasar ni un solo día sin echar mano de la oración, el estudio de la Biblia y la comunión con Jesús.
Para meditar:
«Para aquellos que creen en la verdad, es de positiva necesidad efectuar continuos progresos, creciendo en toda la estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús. No hay tiempo para reincidir en los errores ni para la indiferencia. Cada cual debe tener una experiencia viva en las cosas de Dios. Tengan raíces en Uds. mismos. Fúndense sobre la fe, de modo que habiendo hecho todo, puedan permanecer con confianza inconmovible en Dios». (Elena G. White, Hijos e hijas de Dios, 21 de noviembre).
Autor: Sergio Fustero, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposa Eunice Laveda, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es
Imagen: Librito oficial de Escuela Sabática