Skip to main content

La maestra de infantil Eva Cristina García Pérez, de la Iglesia Adventista de Murcia, fue galardonada, el pasado 27 de febrero de 2021, con el premio Educa Abanca a la “Mejor Docente de España 2020”, octava clasificada en la categoría de Educación Infantil. La docente ha recibido el premio en la 4ª edición de este certamen nacional.

E.A. ¿Quién es Eva Cristina García Pérez?

E.C.G.P. Soy la tercera de cuatro hermanas de una familia adventista de Murcia. Mis padres conocieron la Iglesia cuando yo tenía 8 años. Desde entonces, mi vida ha girado en torno a la Iglesia. Me bautizó el pastor Fernando Bosqued a los 16 años. Desde joven siempre me ha gustado trabajar en la iglesia en diferentes departamentos: escuela sabática, exploradores, jóvenes, ministerio de la familia… lo que me ha ayudado a desarrollarme como persona y a establecer unas bases para mi labor profesional.

Me casé con un joven también adventista de mi Iglesia, Felipe, hace ya más de 20 años, y junto a él he crecido tanto a nivel espiritual como a nivel docente, ya que compartimos el mismo trabajo. El Señor nos bendijo con dos hijos, Samuel y David, y seguimos trabajando por la Iglesia, enseñando a nuestros hijos y a otros niños.

Entre mis hobbies destacaría el deporte y el amor por la naturaleza: practico senderismo, mountain bike, ciclismo, pero mi gran pasión es la montaña, realizando montañismo y subiendo numerosas cimas en las que me inspiro y me encuentro más cerca de mi Creador.

E.A. ¿Por qué escogiste estudiar Educación Infantil?

E.C.G.P. Desde muy pequeña quería ser “señorita”, me encanta esa palabra, tenía claro lo que quería hacer, además me apasionan los niños, disfruto cuando estoy con ellos y sigo aprendiendo cada día a su lado.

Soy maestra desde hace más de 20 años y cada día que pasa sigo ejerciendo esta profesión con la misma ilusión que tenía cuando empecé. Ahora, después de los años, me doy cuenta que esta vocación es un don que Dios me ha dado, por ello me considero afortunada y bendecida.

Durante mi carrera profesional siempre he visto cómo el Señor me ha guiado en todas las cosas que he hecho y ha ido presentándome nuevos retos que me han llevado al reconocimiento de todos los que me rodean: alumnos, familias, compañeros e instituciones.

E.A. ¿Qué son los premios Educa Abanca y cuántas categorías hay?

E.C.G.P. Los premios Educa Abanca reconocen a nivel nacional a docentes que destacan por su calidad educativa, por su labor docente, su trato con los alumnos y por el interés en su desarrollo personal.

Estos prestigiosos premios son conocidos como los “Goya de la Educación”. Su objetivo es dar valor a la figura del buen docente y tienen como característica principal que ningún profesor se puede presentar individualmente, ya que deben ser las familias de los alumnos quienes lo propongan a este premio.

Hay cinco categorías diferenciadas en las distintas etapas educativas: Infantil, Primaria, Secundaria, Formación Profesional y Universidad. Estos premios se convocan anualmente con la finalidad de reconocer públicamente la labor de los grandes docentes que viven y disfrutan de su trabajo.

E.A. Has sido premiada en la categoría de Educación Infantil. ¿Cuántos finalistas erais y cómo te has sentido al recibir este reconocimiento?

E.C.G.P. En el Certamen de este año se presentaron más de 1500 solicitudes en todas las categorías. En Educación Infantil fueron presentadas 233 propuestas a este premio. Después de varias selecciones, quedamos 19 personas candidatas al premio. En la última baremación realizada fuimos escogidos los 10 finalistas premiados en esta categoría.

Las exigencias para evaluarnos fueron difíciles, ya que valoraban múltiples actuaciones: metodologías variadas, actividades innovadoras, implantación de las tecnologías en el aula, repercusión en las redes sociales, elaboración de materiales, formación del profesorado y publicaciones realizadas.

Para mí, fue una gran satisfacción cuando en la graduación de mis alumnos de infantil de 5 años, me comunicaron las familias que habían presentado las solicitudes para optar a este premio. Fue una graduación especial porque fue virtual, algo nuevo para todos, ya que nos encontrábamos en pleno confinamiento, pero no habían barreras que impidiesen despedir a mis alumnos de la etapa de infantil.

Esto me hizo sentir feliz por el cariño mostrado por las familias al valorar mi trabajo realizado con sus hijos durante tres años. Me emocioné mucho con este reconocimiento ya que vi el fruto de mi trabajo tanto hacia mis alumnos como a las familias.

E.A. ¿Qué crees que te diferencia de los otros nominados para haber recibido este premio?

E.C.G.P. Estoy completamente segura que este premio es un regalo que me ha hecho mi Gran Maestro. Todos estos méritos no son míos, sino que son parte de mi caminar junto a Dios. Cuando nos dejamos guiar por Él, todo lo que nosotros hacemos se engrandece y se vuelve especial.

Desde muy joven siempre me ha gustado el libro de Proverbios, tengo muchos textos subrayados, pero me gustaría destacar uno de ellos que he tenido en mente en mi vida personal y profesional:

“Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y Él te llevará por el camino recto” (Proverbios 3:5 y 6)

Uno de mis mayores secretos para que me vaya bien en el trabajo es hacer una oración antes de entrar al colegio. De camino a mi centro, en el coche, oro cada día al Señor pidiéndole su dirección y ayuda, y creo que esa es la gran diferencia con los demás nominados.

E.A. ¿De qué modo afecta tu fe a tu manera de enseñar?

E.C.G.P. Una persona creyente no puede separar su trabajo de sus principios religiosos. Cuando estoy con mis alumnos, cuando les enseño cosas, no puedo dejar de reflejar las creencias que rigen mi vida, en definitiva, doy testimonio de lo que creo.

Esto podría compararlo con la imagen reflejada en un espejo: si miras en él, ves el reflejo, pero no la realidad. Esto ocurre igual con mi fe al enseñar, yo no puedo mostrar mis creencias, pero sí se ven reflejadas en todas las cosas que hago: con mi forma de actuar, mi forma de hablar, mi carácter, el trato con los niños y compañeros… En definitiva, es un pequeño reflejo del carácter de Jesús.

E.A. ¿Por qué es importante la educación infantil en la sociedad actual?

E.C.G.P. La etapa infantil supone el inicio en la etapa educativa. Es importante porque marca las bases del aprendizaje futuro de los niños y la formación de su carácter. Los padres depositan en tus manos, durante 3 años, lo más valioso que tienen: sus hijos.

En esta etapa se inician el aprendizaje de valores, creencias y normas, los patrones de comportamiento sociales y el desarrollo de la autoestima. Por todo esto, la etapa infantil adquiere una gran importancia porque marca el desarrollo cognitivo y emocional de los niños.

Como docente adventista creo que es vital que en esta etapa los niños puedan vivirla de la forma más alegre y feliz que se pueda, sobre todo con alumnos que viven en ambientes desfavorecidos.

E.A. ¿Qué puede aportar a los niños un profesor adventista que trabaja en un centro no adventista?

E.C.G.P. Son muchas las cosas que un docente adventista puede aportar en el centro educativo. Una de las maravillosas funciones que tiene un cristiano es ser LUZ para los demás, para todos aquellos que nos rodean: alumnos y compañeros. Esto hace que las bendiciones que Dios me da, se derramen hacia ellos.

También un docente adventista puede aportar una gran cantidad de aspectos que condicionan al niño y forman su personalidad: afecto, alegría, cariño, humildad, ternura, ilusión, esperanza…características propias de nuestro Dios.

Además, tenemos la oportunidad de dar a conocer nuestra fe a nuestros compañeros, mostrando lo que somos y lo que creemos.

E.A. ¿Cuál ha sido la reacción de tu centro escolar y de los padres ante este premio?

E.C.G.P. La reacción en mi colegio ha sido muy especial para mí. Es un centro pequeño, con un nivel socio cultural en las familias medio – bajo.

Este premio ha producido un gran interés en el entorno, lo que le ha dado un mayor prestigio al centro, ya que no estaba bien considerado por la zona en la que se encuentra. Por ello, está siendo una gran bendición para todos.

Las familias del centro me han mostrado un gran cariño a través de todos los mensajes que he recibido en estos días. Mis compañeros y compañeras también me han manifestado su admiración y afecto, valorando no solo mi labor docente sino como persona.

Además, este premio que he recibido ha hecho eco en los medios de comunicación, y me hicieron una entrevista en la Televisión Regional, como muestra de orgullo de tener personas competentes y preparadas en la Región que destacan a nivel nacional.

E.A. ¿Cómo lo ha recibido tu familia?

E.C.G.P. Toda mi familia, la gran mayoría adventista, han compartido conmigo la gran felicidad que produce tener un reconocimiento nacional de tal nivel. Todos ellos me han apoyado siempre, en cualquier cosa que he hecho, porque saben que lo mío es vocacional y disfruto de ello.

Ha sido un orgullo también para ellos, haciendo extensivo esta noticia en sus redes sociales y círculos de amistad, en los que han recibido muestras de cariño y felicitaciones.

Todos nosotros sabemos que Dios nos bendice enormemente cuando confiamos en Él y ponemos todo en sus manos.

E.A. ¿Qué les dirías a los docentes adventistas que están leyendo esto?

E.C.G.P. Podría decirles muchas cosas, pero creo que lo principal es que no olviden nunca una cosa muy importante: “Somos instrumentos en las manos de Dios”.

Tenemos una gran responsabilidad con la sociedad al trabajar con los niños, somos el centro de atención de muchas familias y nuestra labor es mostrar el carácter de nuestro Salvador, siendo una gran bendición para ellos.

La Iglesia es el mejor lugar para establecer unas bases para nuestra labor profesional, en ella aprendemos a ser buenos docentes: hablar en público, expresar ideas, enseñar a los niños y mayores… En definitiva, poner nuestro don al servicio de Dios, tanto en la iglesia como en nuestro trabajo.

También les diría que deben confiar siempre en que pueden alcanzar lo que se propongan, siempre que estemos agarrados de la mano de Dios, ya que Él es nuestro Gran Maestro.

E.A. ¿Algún consejo educativo destacable para los padres, de parte de la mejor docente de España 2020 en educación infantil?

E.C.G.P. El mejor consejo que les puedo dar para esta etapa educativa es que disfruten de la educación de sus hijos siendo partícipes de ella. Los centros educativos enseñan, pero las familias educan, por eso es una labor primordial la que deben realizar los padres con los niños.

Esta etapa infantil pasa muy rápida, por eso yo les aconsejo que la disfruten mucho y no se agobien, que hagan cada momento de estar con los niños un momento especial, en el que aprendan de ellos, donde vivan experiencias que les hagan crecer como personas, momentos felices y, sobre todo, momentos que los acerquen a Dios.

Hay una comparación que siempre utilizo en mis reuniones de padres al comenzar la etapa de infantil. Comparo al niño con un árbol que empieza a crecer. Esos árboles necesitan una guía para crecer rectos y ese arbolito se ata a la guía hasta que ha crecido y es fuerte. Esa guía son los padres y ellos son los que deben ayudar a que ese árbol crezca recto para que se mantenga así siempre.

Me gustaría darles un último consejo a los padres para que se lo enseñen a sus hijos. Este consejo se encuentra en la Biblia:

“Hijo mío, escucha la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre, pues serán para ti un bello adorno: como un collar o una corona” (Proverbios 1: 8 y 9)

Autora: Esther Azón, teóloga y comunicadora. Coeditora y redactora de Revista.adventista.es y QueCurso.es, gestora de las redes sociales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España y asistente de dirección y producción en HopeMedia España.

Revista Adventista de España