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Para el sábado 21 de abril de 2018.

Pacificadores y disputas familiares

Esta lección está basada en 1ª de Corintios 1-3 y “Los hechos de los apóstoles”, capítulos 29-30.

  • Razones para la disputa.

    • Estando en Éfeso, Pablo recibió la visita de algunos de la casa de Cloé que le trajeron noticias preocupantes sobre la iglesia de Corinto.
    • En Corintio había varios problemas:
      • Divisiones entre los creyentes.
      • La adoración a ídolos.
      • Falsos maestros que enseñaban errores.
      • Discusiones durante el culto.
      • Matrimonios infieles.
      • Vuelta a antiguas costumbres.
      • Unos pensaban que sabían más de la Biblia que otros, y los menospreciaban.
  • Solucionando los conflictos.

    • Pablo no fue a visitar a la iglesia de Corinto porque no le habrían escuchado en ese momento.
    • Entonces, envió a Tito con una carta para los corintios (la conocemos como 1ª de Corintios).
    • Les habló con mucho amor y resaltó lo bueno que estaban haciendo.
    • Pidió que se perdonasen, se hiciesen nuevamente amigos, y estuviesen todos unidos en Cristo.
    • Les recordó lo que les había enseñado durante el año y medio que estuvo allí. Sobre todo, la salvación en Cristo Jesús.
    • No debían dar importancia a la persona mediante la cual habían conocido a Jesús, o al predicador que les gustaba más, sino a Jesús mismo.
    • Finalmente, les recordó que ellos eran propiedad de Dios y que Dios moraba en ellos. Por tanto, debían comportarse como verdaderos hijos de Dios.
  • Cómo ser un pacificador.

    • Nosotros debemos imitar a Jesús. Él es el mejor pacificador, nuestro modelo.
    • Antes de decir a alguien lo que hace mal, felicítalo por lo que hace bien.
    • Escucha a las personas y respeta lo que saben y sienten. No propagues chismes. Acepta la corrección. Procura solucionar las disputas lo más pronto posible.
    • Cuando se hayan peleado dos o tres, pide a Dios que te ayude a saber cómo mediar entre ellos para que se perdonen y vuelvan a ser amigos.
    • Recuérdales que todos somos hermanos y tenemos un mismo Padre. Él quiere que todos nos llevemos bien.
    • Promueve la unidad en cualquier sitio donde te encuentres.
    • Para ser un buen pacificador, estudia la vida de Jesús. Se te notará al hablar, en lo bondadoso y cortés de tu comportamiento, y crearás una atmósfera celestial donde estés.

Resumen: Jesús desea que mantengamos la unidad en nuestra familia de la iglesia.

Resumen, y selección de materiales, de Eunice Laveda, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposo Sergio Fustero, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es 

Foto: Séan Gorman en Unsplash

Revista Adventista de España