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Para el sábado 13 de enero de 2018.

Esta lección está basada en Lucas 1:13-17; Mateo 3:4-9 “El Deseado de todas las gentes”, capítulo 10, pp. 75-86.

  • Propósito de Dios para nuestra vida. Lucas 1:15; Mateo 3:4.
    • Dios le indicó a Juan el Bautista un estilo de vida especial para la misión que tenía que cumplir: No tomar alcohol y alimentarse y vestir de forma sencilla y saludable. De esta manera estaría sano físicamente y tendría fuerza mental y espiritual.
    • Nosotros también tenemos indicaciones de parte de Dios para que nos cuidemos física, mental y espiritualmente, con el fin de poder llevar a cabo los planes que Él tiene para nosotros.
  • Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. 1ª de Corintios 6:19-20.
    • El templo es el lugar donde los miembros de la iglesia nos encontramos con Dios. Está siempre limpio y listo para Dios.
    • De igual forma, nuestro cuerpo es un “templo” donde el Espíritu Santo vive. Debe estar siempre limpio y listo para Él.
  • Cómo cuidar nuestro templo. Proverbios 4:20-27.
    • Cuidado de las puertas.
      • Las puertas del templo impiden que entren cosas dañinas o impuras (ladrones, frío, animalitos…), dejando pasar lo bueno (las personas que van a adorar).
      • Igualmente, nuestro cuerpo tiene cinco puertas. Son los sentidos (tacto, gusto, oído, olfato y vista).
      • Debemos vigilar todas estas puertas para que nuestro “templo” esté siempre listo para la presencia de Dios. ¿Qué debería dejar entrar por mis “puertas”? ¿Qué estoy viendo cada día? ¿Qué música estoy escuchando?
      • ¿Por qué crees que lo que entra por nuestros sentidos influye en lo que hacemos y somos?
    • Cuidado físico y espiritual
      • La manera de tener nuestro cuerpo en buenas condiciones físicas, mentales y espirituales es respetando los ocho principios fundamentales de la salud:
        • Respirar aire puro.
        • Tomar el sol.
        • Abstenerse de lo malo y tomar con moderación lo bueno.
        • Descansar suficiente.
        • Realizar ejercicio físico.
        • Llevar un régimen alimenticio conveniente.
        • Beber agua suficiente.
        • Confiar en el poder divino.

Aplica a tu vida:

  • Piensa en algunos hábitos de tu vida que necesitas cambiar y pídele al Espíritu Santo que te ayude a hacerlo, y Él te ayudará a cambiarlos.
  • Dedica tu vida a Dios y pídele que viva siempre en ti. De esta forma, sabrás cómo tomar las decisiones que Él desea.
  • Dios te dará la sabiduría para saber cómo cuidar de tu cuerpo y qué dejar que entre por tus sentidos.

Resumen: Respondemos al amor de Dios cuando dedicamos nuestras vidas completamente a Él, viviendo una vida saludable y equilibrada.

Resumen, y selección de materiales, de Eunice Laveda, miembro de la Iglesia Adventista del 7º Día en Castellón. Responsable, junto con su esposo Sergio Fustero, de la web de recursos para la E.S. Fustero.es 

Foto: Joseph Gonzalez on Unsplash

Revista Adventista de España